Jul 17, 2024 Last Updated 4:52 PM, Jul 17, 2024

Escribe Claudio Funes

Sergio Massa y la burocracia sindical peronista están tejiendo un acuerdo para concretar un nuevo ataque al bolsillo de los trabajadores. El ministro de Economía mantuvo reuniones con dirigentes de la CGT e importantes sindicatos para acordar que los aumentos salariales de las paritarias no superen el 60 % en 2023, cuando la inflación real, según distintos pronósticos, superará el 90%.

La implementación se haría por medio de dos acuerdos semestrales, con subas del 30%. Al mismo tiempo, habría una cláusula destinada a reabrir la discusión salarial si la suba de precios supera el umbral del 60%.

El porcentaje en cuestión se corresponde con la inflación dibujada para el año en curso en el Presupuesto 2023, sancionado en el Congreso Nacional con los votos del oficialismo y de Juntos por el Cambio. Ese presupuesto ajustador, dictado por el FMI solo fue denunciado por el Frente de Izquierda Unidad.

Las pautas comenzarán a regir a partir de los próximos acuerdos paritarios. Entre los gremios más importantes, cuyas direcciones burocráticas negocian el robo, se encuentra la UTA, bancarios, textiles, UPCN (estatales), Smata, Comercio y Sanidad. Los burócratas de la CGT están diciendo que apoyan electoralmente a Massa, y esta nueva traición sería un gesto para el ministro ajustador.

En el caso de los bancarios y del Smata, sus conducciones se identifican políticamente con el kirchnerismo. De hecho, Sergio Palazzo -titular de La Bancaria- es diputado nacional por el Frente de Todos. Estos acuerdos se dan dentro de un marco signado por el pacto de ajuste del gobierno con el FMI. Ajuste que Massa viene aplicando con el aval del conjunto del Frente de Todos, incluyendo al kirchnerismo.

La burocracia trata de salvar la ropa diciendo que están de acuerdo. A cambio le “exigen” al gobierno que haga cumplir los acuerdos de precios, cosa que nunca sucedió y no sucederá. Por esto es que Moyano, de camioneros, arma ese gran teatro. Inspeccionan depósitos de grandes supermercados para que se cumpla con Precios Justos.

La historia se repite: según los distintos gobiernos patronales, la culpa de la inflación siempre la tienen los salarios. Sin embargo, si se repasan los últimos años, se verá como los ingresos de la clase obrera cayeron, mientras que la rentabilidad empresarial creció.

El contexto de elevada inflación permite a las grandes empresas obtener altos márgenes de ganancias, mientras el salario real cae. Por ello es que su participación en el PBI bajó 10 puntos en cinco años. (Cifra CTA). Con 43%, lejos estamos del reparto de la torta en 50-50. Esto explica por qué antes se ubicaba a la pobreza por fuera del trabajo formal y registrado y ahora no. Los trabajadores son pobres en su gran mayoría.

Decimos no al pacto CGT-gobierno, rechazamos el techo salarial, aumento de emergencia ya para trabajadoras, trabajadores y jubilados. Que nadie perciba menos que la canasta familiar calculada por los trabajadores de ATE-Indec, ajustados automáticamente mes a mes.

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo de Izquierda Socialista/FIT Unidad

El gobierno peronista del Frente de Todos pagó el 9 de enero USD 1.035 millones a los bonistas del canje de deuda de 2020 llevado a cabo por el ex ministro Guzmán. Esos dólares salieron de las reservas del Banco Central. El próximo vencimiento, similar a éste, se hará efectivo el 9 de julio, en otro aniversario de la independencia nacional. ¿Cómo puede ser que en medio de la crisis brutal se siga pagando una deuda usurera y fraudulenta?

Con el dinero que se acaba de ir del país se podrían haber construido 20.000 viviendas populares -a un valor de 50.000 dólares cada una- y brindar trabajo genuino a 80.000 desocupados. Imaginemos las viviendas que se podrían haber hecho con los 15.000 millones de dólares que pagó el gobierno desde que asumió a la fecha.

¿Qué se está pagando? Cuando el gobierno peronista asumió tuvo como prioridad “reestructurar” la deuda que venía de Macri. Decía que era imposible salir adelante si no se pactaba con los usureros privados y el FMI. El pago de 1.000 millones actual es parte de ese canje que culminó el ex ministro Guzmán, apoyado por todo el peronismo, Juntos y Milei, incluido el peronismo kirchnerista con los votos positivos de las y los diputados y senadores de Cristina y Máximo Kirchner.

Este pago no se hace a ningún acreedor, como se dice, sino a usureros de una deuda fraudulenta. Se está pagando una deuda que viene de la dictadura a través de un genocidio (con el FMI y el Club de París) y la deuda que nos vienen dejando los distintos gobiernos capitalistas desde hace cuarenta años. Deuda que ha tenido distintos capítulos, como los 45.000 millones de dólares pactados con el FMI en 2018 por parte de Macri. A todo esto se le agrega la deuda en pesos con bonos emitidos por la Tesorería y Letras del Banco Central, resultando una cifra billonaria que el gobierno paga con grandes intereses fomentando la bicicleta financiera. Hoy la deuda externa totaliza la friolera de más de 400.000 millones de dólares.

Los pagos de deuda externa van a alcanzar un promedio de 12.000 a 15.000 millones de dólares anuales entre 2025 y 2035, es decir, más de 100.000 millones de dólares se tendrán que pagar en una década si no se obliga a tomar otro rumbo.

¿No había otro camino que pagar?

Claro que sí. Había que desconocer los pagos, no firmar ningún acuerdo con el FMI y usar esa plata para combatir el hambre y la pobreza. Recordemos que estuvimos en pandemia. Era el momento oportuno que justificaba aún más que la plata no podía ir a los usureros y sí a combatir el virus, a la salud pública, a los hospitales, a salarios y a jubilaciones. Nada de eso ocurrió.

Ahora el gobierno dice que hay que fortalecer las reservas del Banco Central, que hay que recaudar más, incentivar las exportaciones (la “fábrica de dólares” de Massa), para terminar pagando una deuda usurera como centro. Es la receta que nos vinieron vendiendo los distintos gobiernos desde 1983 a esta parte. Con el pacto con el FMI, Argentina ha sido condenada al ajuste y saqueo perpetuo.

El gobierno peronista pidió el voto en 2019 para combatir los males “de la derecha de Macri”. Ahora apela al mismo discurso, diciendo que hay que apoyar al gobierno para que no vuelva Macri (ver nota en páginas centrales). Pero tras esto esconde que fue el gobierno peronista quien avaló el saqueo macrista. Hoy hay más inflación, menos salarios y más saqueo capitalista culpa de ese pacto.

Cuando se habla de la economía, el dólar blue o los males crónicos del país, hay que buscarlos en un endeudamiento mafioso y saqueador. En cada pago de deuda externa se van viviendas, hospitales, escuelas, salarios, jubilaciones. Esa es la pura realidad. Hay que hacer lo opuesto. Solo el Frente de Izquierda Unidad plantea que hay que dejar de pagar, romper los lazos con el FMI e imponer otro plan económico obrero y popular que use esa plata para combatir los males sociales. En las luchas y en un año electoral, donde se discute la crisis y cómo salir de ella, lo que hay que saber es que solo el FIT Unidad propone un camino distinto al que nos vinieron imponiendo todos los gobiernos o personajes nefastos como Milei.

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Todos pagan. El gobierno peronista del Frente de Todos (con la anuencia de Alberto, Cristina Fernández, Sergio Massa), Juntos por el Cambio (Larreta, Macri, Bullrich) y también el ultraderechista Milei, están a favor de que Argentina siga sometida vía el endeudamiento externo. Este personaje brindó el tradicional reportaje de dos páginas en Clarín de este domingo y ni mencionó el tema.

Si hay algo que prueba la continuidad del saqueo con la deuda es la figura de Domingo Felipe Cavallo, quien estuvo con todos los gobiernos. En la última dictadura militar, Cavallo estatizó la deuda privada de grandes capitalistas, deuda que pidieron y usufructuaron los privados y terminó pagando el pueblo trabajador. Luego Cavallo fue ministro de Economía del gobierno peronista de Carlos Menem en los años ‘90, el que remató todo el patrimonio nacional con las privatizaciones porque decía que las empresas estatales daban pérdidas y que de esa forma iba a bajar la deuda, cuando creció al doble. Los ‘90 fueron años de desocupación récord, cierre de fábricas y endeudamiento feroz. Algo que reivindica Milei, “el primer gobierno de Menem fue el mejor de la historia”. Luego Cavallo fue ministro de Economía del gobierno radical de De la Rúa, al que se decía de centroizquierda, llevándonos al hundimiento con la crisis de 2001. Luego vino el Argentinazo, una rebelión popular que impuso el no pago. ¿Qué hizo Néstor Kirchner cuando asumió? Reanudó los pagos.

Todos nos endeudaron y pagaron. La dictadura, Alfonsín (reconoció una deuda sin que hubiera registros contables), el peronismo, los radicales, el PRO y Milei. Solo el Frente de Izquierda lucha por lo opuesto.

Asumió recientemente el nuevo jefe de asesores de la presidencia, Antonio Aracre. Lo hizo en reemplazo de Julián Leunda, quien renunció después de aparecer entre los chats con jueces y funcionarios de Larreta que fueron a Lago Escondido.

Aracre fue Ceo de Syngenta, una empresa que responde a la estatal China National Chemical Corp, la principal firma global dedicada a fabricación y comercialización de productos químicos agrícolas y propieteria de las principales alimenticias del planeta. La empresa tuvo de empleado a Aracre durante 36 años.

Como si este currículum fuera poco, llamó a impulsar una reforma para “flexibilizar y modernizar los procesos laborales” para menores de 30 y mayores de 50 años. El verso de siempre, ya que está probado que más flexibilización es sobreexplotación obrera, menos salarios y más ganancias capitalistas.

Aracre está preocupado “pensando en qué puede llegar a ser interesante para Juntos por el Cambio para que accedan a sentarse en una mesa de diálogo”, según dijo.

El peronismo recurre a los mismos cuadros políticos que el macrismo, los cabecillas de multinacionales saqueadoras. Aracre en la Rosada ratifica el rumbo flexibilizador y tóxico del gobierno.

Corresponsal

El billete de mil

El gobierno está debatiendo sacar billetes de mayor denominación ($2.000 y $5.000). El kirchnerismo se opone (para no quedar en evidencia que el peronismo es inflacionario), aunque las máquinas de la Casa de la Moneda no den abasto y se tengan que imprimir en Brasil o el Estado Español a un alto costo.

Cuántas veces escuchamos decir en la carnicería o la verdulería que el billete de $1.000 es como el de $100 de antes. Ya ni alcanza para comprar un kilo de buena carne o solo 4 litros de leche.

En 2017 se lanzó una nueva familia de billetes de denominación superior (la de los animales). El del hornero se convirtió en el de mayor valor. El Banco Central decidió darle elementos de protección similar al de los 100 dólares. Muy gracioso. El mismo billete que a esa fecha equivalía a 58 dólares y hoy solo a 3 de la moneda estadounidense. No se puede ocultar el sol con la mano, tampoco la inflación.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

Asonada militar frustrada en Bolivia

Asonada militar frustrada en Bolivi…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei firma “el acta de la dependencia”

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei f…

08 Jul 2024 COMUNICADOS DE PRENSA

Después de la Ley Bases / Un gobierno en crisis

Después de la Ley Bases / Un gobie…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Loan: la desaparición que indigna a un país

Loan: la desaparición que indigna …

03 Jul 2024 El Socialista N° 585