Hay miles de familias que no tienen acceso a la red de gas natural. Por eso tienen que recurrir al gas licuado en garrafas. Una garrafa de 10 kilos (una familia necesita dos por mes) está entre 6.000 y 10.000 pesos. Pero ahora se anuncia un aumento del 204%, llevándola a valores entre 18.000 y 30.000 pesos cada una. ¡Una familia necesitará en los próximos meses 60.000 pesos sólo para acceder al servicio básico del gas!
Todo esto es producto del ajuste salvaje de Milei. También desnuda la falta de inversiones de todas las empresas distribuidoras desde la privatización. Hay que congelar el precio ya mismo. Y avanzar en la reestatización de todo el negocio gasífero, bajo gestión de trabajadores y usuarios.