Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Izquierda Socialista

Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional

Fuera Putin de Ucrania, solidaridad con la resistencia del pueblo ucraniano. No a la OTAN

El 24 de febrero de 2022 comenzó la invasión a Ucrania. Putin había planeado una guerra relámpago para poner bajo su control al gobierno de Ucrania en cuestión de días: ha pasado un año y está lejos de conseguirlo. A pesar de la enorme superioridad militar rusa, la invasión fracasó por la resistencia del pueblo y del ejército ucraniano. En tres ocasiones la contraofensiva ucraniana ha hecho retroceder a las tropas rusas, alejando a los invasores de Kiev, de Jarkiv y recuperando Jerson. Pero el régimen de Putin está dispuesto a convertir a Ucrania en un país inhabitable si no se somete: miles de muertos, millones de desplazados, ciudades y pueblos reducidos a escombros, infraestructuras vitales sistemáticamente destruidas: un año de sufrimiento y brutalidad. La solidaridad internacional contra la invasión tiene que hacerse oír con fuerza para derrotar al imperialismo ruso en defensa del derecho de autodeterminación de Ucrania.

Putin y el fracaso de su plan de “guerra relámpago”

La resistencia del pueblo y el ejército ucranianos desbarató la guerra relámpago planeada por Putin.

Al cumplirse un año de la guerra se pone en evidencia el gran fracaso militar y político de Putin. La guerra está estancada y puede prolongarse en el tiempo. Las contraofensivas militares ucranianas del año 2022 provocaron una crisis política en el régimen de Putin. Sectores más guerreristas cuestionaron la política militar. Este debió cambiar tres veces a su comandante militar. Y hasta tuvo que recurrir a la milicia privada, el Grupo Wagner del oligarca Yevgeny Prigozhin, basada en el reclutamiento de ex presos criminales.

Putin no puede pasar a una ofensiva decisiva por el rechazo de importantes sectores de la población rusa al reclutamiento forzoso que intenta imponer, ensañándose con los sectores pobres y las minorías nacionales. Ha silenciado cualquier voz crítica con mano de hierro, pero muchos jóvenes siguen resistiéndose al reclutamiento y huyendo del país. Por ello la solidaridad internacional con las redes que apoyan a los jóvenes que escapan de la guerra es clave y hay que exigir a los gobiernos de la Unión Europa, y a todos los países del mundo, que les garanticen asilo político.

Una guerra que se prolonga y profundiza la crisis del sistema capitalista-imperialista

El fracaso de la invasión en las primeras semanas obligó al imperialismo norteamericano, a los imperialismos europeos y a la OTAN a reubicarse. De lo contrario habrían derramado lágrimas de cocodrilo para seguir haciendo negocio con el socio ruso, como hicieron en el 2014 ante la ocupación de Crimea o la intervención en el Donbás, como habían hecho también tras el apoyo de Putin a la represión de las protestas en Bielorrusia (2020), en Kazajistán (2022), igual que callaron frente a las intervenciones militares del Kremlin para ahogar a la revolución en Siria (2015), o ante las masacres en Chechenia (1999). Es la cadena de impunidad de que ha gozado Putin desde su llegada al poder, y que ha permitido al ejército ruso desarrollar métodos cada vez más atroces contra la población civil, que nada tienen que envidiar a las intervenciones del imperialismo norteamericano.

La invasión rusa de Ucrania ha brindado al imperialismo norteamericano y a los imperialismos europeos la oportunidad de reactivar a la OTAN, que estaba en horas bajas tras la huida de Afganistán en el 2021.

Asistimos a una escalada en el gasto militar, pero no para ayudar a Ucrania, sino para blindar a Estados Unidos y los países europeos. Si los imperialismos europeos y norteamericano entregan armas al gobierno de Zelensky no es porque les preocupe el pueblo ucraniano, sino para satisfacer sus propios intereses. Las armas llegan a Ucrania en cuentagotas, con el objetivo no de derrotar la invasión rusa sino de forzar a Putin a una negociación.

Por eso a un año de iniciada la guerra, Ucrania sigue sin contar con armamento pesado para enfrentar el poderío militar de Rusia. Ucrania casi no tiene aviación militar y Biden volvió a ratificar que no autoriza el envío de cazas de combate F16 que tanto reclama Ucrania. Luego de un año de negativas, recién ahora Alemania y EE.UU. dicen que enviarían algunos tanques modernos (los Leopard 2 alemanes y los Abrams yankys). Pero apenas serían unas docenas cuando los militares ucranianos reclaman un mínimo de 300 tanques.

La guerra de Ucrania no ha hecho más que profundizar la crisis del capitalismo y su economía. Las consecuencias son más miseria y caída del nivel de vida para las masas. Como también el peligro para la humanidad de que se produzca un descontrol que pueda llevar a la extensión de esta guerra, como a nuevas guerras, incluso con el uso de armas nucleares. Nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano nada tiene que ver con dar apoyo a la OTAN, que es una maquinaria criminal contra los pueblos. Por eso desde la UIT-CI nos oponemos a todo el armamentismo imperialista y estamos por la disolución de la OTAN.

Una guerra justa contra el invasor imperialista

La solidaridad internacionalista con el pueblo ucraniano que está siendo invadido y masacrado, ha sido muy débil en este año que ha resistido a las bombas y los tanques del Kremlin. Un sector de la izquierda de matriz estaliniana, se alinea sin tapujos con las mentiras de Putin y desempolva las viejas tesis de dos campos o bloques enfrentados en un choque en el que Rusia estaría librando una batalla “progresiva” para defenderse del imperialismo. Lo mismo ocurre con los gobiernos de la falsa izquierda latinoamericana como los de Cuba, Maduro de Venezuela u Ortega de Nicaragua.

Un escenario que justifica el sacrificio del pueblo ucraniano por osar cuestionar su sumisión a la Gran Rusia. Una política que entrega a la clase obrera y los pueblos que combaten contra la opresión y la explotación capitalista a gobiernos reaccionarios como el de Putin, el de los ayatolás en Irán o al criminal Bashar Al Assad en Siria. Pero la realidad es que no existen tales bloques. La Rusia de Putin no dudó en colaborar con Estados Unidos en la invasión de Afganistán de 2001; igual que Estados Unidos colaboró con Irán para asegurarse el control de Iraq tras su retirada; también en Siria, Rusia y Estados Unidos intervinieron de forma coordinada. El mundo no se divide en bloques sino en clases sociales y en países opresores y oprimidos. Y estamos con la clase obrera y los pueblos allí donde luchan contra explotación y se rebelan contra toda opresión, estén donde estén.

Esta es una guerra con una causa justa, y por eso desde la UIT-CI no somos neutrales. También el “ni-ni” de una franja de la izquierda favorece en los hechos a Putin y su invasión asesina.

Otros sectores desde el pacifismo, se limitan a denunciar la carrera armamentística y el incremento del gasto militar, como si esto fuera por culpa del pueblo ucraniano. No nos engañan: los presupuestos militares inflados no son para ayudar al pueblo ucraniano sino para blindar los intereses de la burguesía en cada país. Reclamar un alto el fuego y una negociación sin exigir la retirada de las tropas invasoras, es premiar la agresión armada imperialista de Putin con conquistas territoriales.

No puede haber una paz justa que no respete el derecho de los pueblos a rebelarse y resistir contra la opresión y la ocupación. Reconocemos esos derechos para el pueblo palestino, el saharaui, o para los pueblos de Iraq, de Afganistán o Vietnam frente al invasor imperialista yanky. No es distinto el pueblo ucraniano que, como agredido, oprimido y ocupado tiene derecho a defenderse y a armarse. Y como dijimos en Iraq, Afganistán o Vietnam –todos ellos regímenes reaccionarios- esta posición es independiente del carácter de sus respectivos gobiernos.

Apoyamos al pueblo trabajador ucraniano no a Zelensky

El gobierno de Zelenski es capitalista y pro-imperialismo europeo y yanky, legitima a la extrema derecha, y está tomando duras medidas contra la clase trabajadora en Ucrania, que ve retroceder salarios y derechos. Pero no juzgamos a los pueblos por sus gobiernos. Y estando al lado de los trabajadoras y trabajadores ucranianos, apoyando sus organizaciones de izquierda y sindicatos combativos, denunciamos las medidas que toma el gobierno de Zelensky contra el pueblo trabajador.

Las medidas antiobreras de Zelensky debilitan el esfuerzo bélico. No son los oligarcas ucranianos, sino el pueblo trabajador quien pone los muertos y heridos para derrotar la ofensiva rusa. Los oligarcas, que se enriquecieron con las grandes privatizaciones a precios irrisorios y los gobiernos que los sirvieron, son los principales responsables que Ucrania sea el país más pobre de Europa. Es sobre ellos que deben descargarse los gastos de la guerra, no sobre la clase trabajadora y los sectores populares. Que se anulen los decretos antiobreros y se impongan altos impuestos y expropiaciones al empresariado y a los oligarcas ucranianos y extranjeros para invertir en los gastos de la guerra.

Ante las necesidades del conflicto y las de la reconstrucción, como dice el Movimiento Social ucraniano: la deuda es impagable. Hay que exigir al gobierno de Zelensky el no pago de la deuda para usar esos fondos para la guerra y en la reconstrucción.

Llamamos a redoblar la solidaridad internacional

Nuestro compromiso es seguir desplegando la más amplia solidaridad con el pueblo ucraniano y la resistencia popular-militar a la agresión de Putin. Participamos en la Red Europea Solidaridad con Ucrania.

Desde la UIT-CI hemos mandado ya tres convoyes de ayuda a los sindicatos y a las organizaciones de izquierda en Ucrania. Estrechando y apoyando a la izquierda política, el movimiento antiautoritario y el sindicalismo que ha combatido también las leyes antiobreras del gobierno de Zelensky. En el primer convoy fuimos a Kíev en mayo para entregar ayuda a las organizaciones de jóvenes antifascistas que luchaban contra la invasión, een el segundo en noviembre, llegamos hasta la ciudad minera de Krivi Rih para entregar ayuda al sindicato minero independiente y también a Zaporiyia, para apoyar al sindicato independiente de ferroviarios. Hace unas semanas hemos estado en la ciudad minera de Dobropilia, en el Donbás, también apoyando al sindicato minero independiente, y hemos vuelto a Zaporiyia de nuevo.

Al cumplirse un año de la criminal invasión de Putin, desde la UIT-CI llamamos a redoblar la solidaridad internacional en defensa del pueblo ucraniano y su derecho a armarse, vengan de donde vengan las armas, para derrotar la invasión del imperialismo ruso. Lo hacemos desde una posición independiente del gobierno de Zelensky y de la OTAN. Llamamos a las y los trabajadores y pueblos del mundo, y a todas las fuerzas de la izquierda internacional a apoyar la resistencia popular-militar contra la invasión rusa, y a las organizaciones de izquierda, antiautoritarias y al sindicalismo combativo en Ucrania.

¡Fuera las tropas rusas de Ucrania!

¡Solidaridad con el pueblo ucraniano y su resistencia!

¡Asilo político en la Unión Europea y cualquier país del mundo a los rusos que no quieran ir a la guerra!

¡Libertad a las y los presos en Rusia por oponerse a la guerra!

¡Fuera Putin! ¡No a la OTAN!

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

20 de febrero de 2023

Escribe Adolfo Santos

Con una nutrida presencia que colmó el salón de nuestro local central de Izquierda Socialista, se desarrolló ayer la charla “El ejemplo de la lucha del pueblo peruano” donde la dirigenta ferroviaria y diputada nacional electa Mónica Schlotthauer, Izquierda Socialista/FIT Unidad, socializó con los presentes las importantes experiencias recogidas en su reciente visita a Lima.

Trabajadores ferroviarios, docentes, de la salud, trabajadores de la universidad, jóvenes, estudiantes y una importante delegación de los Peruanos Autoconvocados en Argentina, demostraron el gran interés que despierta la heroica lucha del pueblo peruano contra el gobierno asesino de Dina Boluarte.

Estuvieron presentes el diputado de Izquierda Socialista FITU Giordano, Mariana Scayola, Rubén "Pollo" Sobrero y peruanos autoconvocados

Presentada por la legisladora electa en CABA Mercedes Trimarchi, Izquierda Socialista/FITUnidad, Mónica hizo una apasionada exposición destacando la voluntad inquebrantable del pueblo trabajador y campesino y de la juventud de llevar la lucha hasta derribar la ilegítima presidenta. Contó, además, la violenta represión con que el gobierno pretende derrotar la movilización lo que ya ha provocado más de 70 muertos, cientos de heridos y encarcelados.

Destacó el papel de las mujeres y de los jóvenes que, con gran coraje, actúan en la primera fila de estos enfrentamientos con un objetivo común que se repite en cada actividad: ¡Fuera Dina asesina! Además, reclaman una Asamblea Constituyente para sepultar definitivamente la Constitución fujimorista, que ha precarizado el empleo, privatizado los recursos públicos y destruido la salud y la educación pública, entre otros males.

Finalmente, la compañera Mónica, destacó las propuestas del PT-Uníos, organización hermana perteneciente a la UIT-CI entre cuyas principales banderas, proponen coordinar las organizaciones en lucha para elaborar un plan unificado capaz de derrotar al gobierno e imponer un nuevo plan económico que coloque los recursos que hoy se embolsan las transnacionales y el FMI, al servicio del pueblo pobre y trabajador.

Finalmente, se abrió una rueda de preguntas e intervenciones y Mónica cerró la charla respondiendo las inquietudes de los participantes y destacando que solo un gobierno de las/los trabajadores y campesinos podrá dar respuestas definitivas a las necesidades del pueblo peruano. Si gana el pueblo peruano, ganamos todas y todos.

Escribe Nicolás Núñez, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Una de las imágenes que dejará la Argentina de este comienzo del 2023 es la de una jubilada de sesenta y siete años apostada en el piso de la autopista Dellepiane denunciando ante los medios que sus nietos y madre de noventa años en un octavo piso de las torres de Lugano llevaban días sin luz y luego, incluso sin agua: “no se puede vivir así, treinta años laburé en el Hospital Pirovano para llegar a esto”, sintetizó.

Los políticos peronistas del Frente de Todos, los de la oposición patronal de Juntos por el Cambio y los liberfachos de Milei jamás lo palparán en primera persona, pero efectivamente, como lo señalaba esta jubilada completamente angustiada, el acceso a la luz es una cuestión vital. Se trata de un derecho básico y elemental que hoy en día está secuestrado por empresarios que hacen millones jugando con la salud, el trabajo y la educación de millones que o bien estructuralmente no tienen acceso, o tienen dificultades para pagarlo, o bien padecen cortes de suministro inesperados que trastocan sus vidas en momentos dificilísimos como la ola de calor que sacudió al país en la última semana. A los countries y torres en que viven los políticos patronales no suelen jamás llegarles esos apagones, y en todo caso, cuentan con generadores de respaldo inmediato, esos que no llegan a barrios como Lugano para que no se corte al menos la carga de los tanques de agua para poder hidratarse, higienizarse, tirar la cadena del baño cuando menos.

Para colmo, si uno sigue la noticia por los medios masivos comerciales (en los que las empresas de electricidad ponen mucha plata en pauta o bien tienen inversiones comunes con sus dueños) el problema sería que “no se pueden aumentar las tarifas lo suficiente como para poder sostener las inversiones”. ¡Nos dejan sin luz y la culpa es nuestra por no poder pagar tarifazos todavía más fuertes! La realidad claramente es otra.

En los ´90, y en el marco del remate del país que llevó adelante el gobierno peronista de Carlos Menem, se privatizó el servicio de generación, distribución y suministro con el discurso de que se mejoraría el servicio. Las tarifas altísimas y en dólares (tiempos del 1 a 1) no evitaron el corte de luz más largo de la historia de la Ciudad de Buenos Aires en 1999, y los posteriores años de pesificación con tarifas subsidiadas cristalizaron un servicio paupérrimo que garantizó ganancias millonarias e inversiones completamente insuficientes que saltan a la vista, en particular, cada verano cuando crece la demanda por la necesidad de hacer frente a las altas temperaturas. Remarquemos, además, que cuando se habla de que tenemos tarifas subsidiadas por el Estado, no se trata de ningún regalo de arriba, sino que son los mismos impuestos que pagamos (por ejemplo el IVA del 21% de todo lo que compramos) que son girados para atemperar las boletas de luz y gas sosteniendo los beneficios empresariales. Perdemos por todos lados.

Por otro lado, el complemento del mal servicio de las de tres décadas de privatizaciones, es que según diversos estudios, en torno a un tercio del país vive en condiciones de “pobreza energética”, entendida como aquella situación en que se debe destinar más del 10% de los ingresos al costeo del acceso a la luz y el gas. Mientras que, por ejemplo, y antes de que entren en vigencia los últimos aumentos, durante 2022 Edesur (hoy centralmente en manos de la italiana ENEL) ganó $18.5 millones ¡por día! A su vez, estas empresas reparten ganancias entre sus accionistas mientras adeudan al Estado 220.000 millones de pesos, de los cuales recientemente Sergio Massa, en nombre del Frente de Todos, les perdonó unos 66 millones de pesos y les refinanció 96 cuotas el resto. ¿Podrán las familias que perdieron sus heladeras comprar una nueva en 96 cuotas? ¿Se hará cargo Edesur de esas pérdidas? Ni por asomo. El gobierno dispuso una multa que equivale a una ínfima parte de lo que le regaló a comienzo de enero, y una intervención para auditar el servicio, cuando hace rato que lo que se impone es rescindir el contrato y frenar el intento de la italiana ENEL de hacer un cambio de manos con la empresa.

Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad, venimos insistiendo en que la salida ante esta situación no es otra que la re-estatización del sistema de generación, transporte y distribución de energía eléctrica bajo control de sus trabajadores y usuarios. Para que las cuentas cierren con el acceso a la energía garantizado, hay que quitar del medio la variable de la ganancia capitalista de quienes convirtieron en mercancía un derecho. En ese sentido es que tanto en el Congreso nacional con nuestro compañero Juan Carlos Giordano, como también lo hicimos recientemente en la Legislatura Bonaerense con nuestra compañera Graciela Calderón, hemos presentado proyectos de salida ante esta crisis que plantean una serie de puntos para revertir la situación de forma urgente:

• Declarar la emergencia en la generación, transporte y distribución eléctrica.
• Compra inmediata de materiales y generadores eléctricos e ingreso a planta permanente de personal idóneo para la reconexión de usuarios sin servicio.
• Resarcimiento económico para los damnificados de cumplimiento inmediato.
• Declarar de nulidad absoluta los contratos de concesión sin indemnización alguna.
• Crear la “Empresa Eléctrica del Estado”, que operará bajo control, gestión y administración de los trabajadores y organizaciones de usuarios electos democráticamente.
• La incorporación con plenos derechos a planta permanente de los trabajadores y trabajadoras que revistan en empresas tercerizadas.
• Crear una comisión investigadora compuesta por trabajadores elegidos democráticamente y revocables para supervisar el traspaso del sistema eléctrico actual a la Empresa Eléctrica del Estado, y con plenos poderes para investigar y denunciar todos los ilícitos de los responsables y cómplices del saqueo privatizador.

La salida no son los tarifazos, sino terminar de una vez por todas con el lucro con las condiciones de vida de las vecinas y vecinos como la jubilada que terminó siendo reprimida por la policía de Larreta.

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Escribe Izquierda Socialista FITU Rosario

El avance de las bandas criminales, el flagelo del narcotráfico, las drogas y sus consecuencias son responsabilidad de los gobiernos provinciales y del gobierno nacional de los últimos años. Demuestran un total fracaso en sus políticas para combatirlo.

Estamos frente a una situación muy grave, donde un estado cómplice que ha dejado correr durante años el negocio ilegal de la venta de drogas hasta derivar en una guerra de bandas de narcotraficantes, con centenares de homicidios todos los años.

Rosario es una ruta clave del narcotráfico, con los diversos puertos de salida al mundo para un negocio que mueve miles de millones de dólares, y donde con total impunidad circula su comercialización, que tiene a la venta ilegal de armas, como negocio anexo.

Desde Izquierda Socialista FITU venimos planteando que hay que tomar medidas de fondo para frenar la narco-criminalidad, que avanzó en los territorios y se cobra la vida de jóvenes todos los días. Es un fracaso total de las políticas del gobierno de Fernández y Perotti, así como de los gobiernos del PS-Frente Progresista -hoy parte del Frente de Frentes con el PRO- que tuvieron como única medida la supuesta “guerra al narcotráfico”, con el resultado a la vista.

La única salida en serio, es terminar con este multimillonario negocio ilegal, que en los hechos se vive como “una guerra” que no va a parar con un “cambio de figuritas” de ministros. Es necesario legalizar la tenencia y el consumo de las drogas que hoy son ilegales, ponerlas bajo control de las autoridades sanitarias y encarar el flagelo de la drogadicción como una enfermedad y por lo tanto tratarla desde la salud pública, invirtiendo en más centros de recuperación de adictos que ya hoy son completamente insuficientes, y terminando con la fuente de ingresos del narcotráfico que generan las complicidades narco-policiales, judiciales y políticas. Para más información de este tema, te invitamos a leer http://izquierdasocialista.org.ar/.../20144-la-propuesta...

¡Más bombas de humo!

La semana pasada se conoció la renuncia del Ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi, a quien el Gobernador Perotti reemplazó por Claudio Brilloni (comandante retirado de la Gendarmería). No hay sorpresas en esto, cambian los nombres y se suceden las mismas políticas de represión y criminalización de los consumidores, mientras todas las fuerzas de seguridad siguen compartiendo el negocio. En los barrios, es sabido por toda la población que las fuerzas nacionales dominan una parte del negocio. Así como sabemos que la policía custodia bunkers que le responden a sus cajas de recaudación.

Mucha gente puede seguir teniendo expectativas en poner “mano dura”, metiendo más gendarmes y prefectos a recorrer las calles. Pero eso ya sucede y ha sucedido en el pasado con Berni o Bullrich. Incluso la impresentable de Amalia Granata propone que el Ejercito patrulle las calles. La consecuencia de esta política la seguimos viendo hoy: una brutal inseguridad, un total fracaso de su gobierno, que prometía en campaña “Paz y Orden”. Van ya cuatro cambios de Ministro de Seguridad, y diez si sumamos los que hubo bajo el gobierno del Partido Socialista-Frente progresista. Tampoco es ninguna solución criminalizar aún más a la juventud, apoyando la baja de la edad de imputabilidad, sector de la población especialmente frágil en esta situación, a quien el Estado debe apoya con presupuesto, como explicaremos luego. Además, esa política represiva -ya está comprobado en el mundo- no baja los índices de criminalidad.

Es necesario un cambio rotundo en la policía, frente al desastre actual. Hace falta poner esa institución podrida hasta los huesos bajo control de la población trabajadora. Por eso proponemos que se vote al comisario de cada barrio, y su mandato sea revocable por los electores cuando lo consideren.

Por otro lado, no podemos olvidar los negocios inmobiliarios que tanto saben hacer los gobiernos “progresista” de Rosario, hoy Pablo Javkin y sus nuevos aliados del PRO, en acuerdo con todos los sectores del oficialismo y oposición patronal están vinculados a este flagelo, ya que es harto conocido que se trata de una vía de lavado de dinero del Narcotráfico.

Los hechos de violencia narco-criminales, en Santa Fe y en particular en la ciudad de Rosario, no van a parar e irán en grave aumento con estos gobiernos. Así lo han demostrado esta semana las balaceras al Centro de Salud “Santa Teresita” junto a la sede del distrito Sudoeste de la ciudad de Rosario, así como el asesinato del joven Jimi, ambos con mensajes mafiosos que involucran a bandas en disputa, pero que muestran la connivencia policial y estatal con la que cuentan, incluso para atacar a sectores de la población que nada tienen que ver con el negocio narco.

Presupuesto para la juventud

A la hora de priorizar sus políticas de gobierno, todos coinciden en lo fundamental: ajustar a la clase trabajadora, cumplir los acuerdos con el FMI y el pago de la usurera y multimillonaria deuda externa, recortar presupuestos en salud y educación, viviendas sociales. “Todos” y “Juntos”, o sea peronistas y opositores benefician los intereses económicos de empresarios y multinacionales, véase el caso de Vicentín o Cargill con el Puerto Privado.

Mientras, somos testigos que cada vez más jóvenes, muchos de ellos menores, venden en las esquinas y son usados como gatilleros o hasta sicarios. Cómo venimos diciendo, hace años la decadencia social es alarmante y afecta en carne propia a jóvenes sin más futuro que ser parte de toda la mugre narco. Hace falta presupuesto para combatir la marginación social extrema que se profundiza en los barrios populares, en especial en la juventud. Por eso necesitamos una masiva inversión en educación, con escuelas en condiciones adecuadas, e inversión real para combatir la deserción escolar, y no las mentiras de Perotti que apela a docentes precarizados para una tarea en extremo compleja. También es fundamental invertir en clubes barriales y ámbitos de socialización de la juventud.

Finalmente, es clave promover el empleo juvenil, con una jornada reducida, con estabilidad y salarios dignos, y permitiendo que posibilite completar los estudios primarios, secundarios, y continuar estudios superiores.
Por todo esto desde Izquierda Socialista FITU impulsamos, la legalización y control en el consumo para terminar con este gran negociado política pública activa y presupuesto de salud. Además, ir a fondo en la estatización y control de les trabajadores, de la Banca, el Comercio Exterior y los Puertos, lugares claves por donde ya circula el negocio. Frenar ya la inflación que es más ajuste. Ruptura inmediata con el FMI y plata para poder erradicar la pobreza. Priorizar la salud y educación pública. Planes de viviendas. Dando una salida de fondo para la juventud trabajadora.

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El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad), denunció que “las empresas privatizadas Edesur (controlada por la multinacional italiana ENEL) y Edenor (Manzano, Vila, Filiberti, amigos de Massa) no garantizan el esencial suministro de luz, fundamentalmente en los barrios populares, afectando al pueblo trabajador, niñas y niños, ancianos y electro dependientes, mientras sí lo hacen en los countries, barrios privados y en las empresas o se les entregan inmediatamente generadores. Edificios enteros no tienen ascensores ni agua. Los comerciantes no pueden trabajar y se les pudren los alimentos. Hasta los distintos gobiernos reprimen a quienes reclaman el vital servicio. Un verdadero desastre social”.

Giordano agregó: “Esto es culpa del robo, saqueo y la estafa de las privatizadas beneficiadas con tarifazos y subsidios millonarios bajo todos los gobiernos. Política de entrega que defienden tanto el gobierno peronista del Frente de Todos, antes el macrismo y Milei y Espert. En esto no hay fisuras. Solo el Frente de Izquierda Unidad apoya los reclamos de las y los vecinos y propone una salida de fondo, que se anulen ya todas las concesiones a esas empresas, se las reestatice y se pongan a funcionar bajo control y gestión de trabajadores y usuarios. Solo así habrá un servicio digno y accesible para millones y se terminará con el lucro privado capitalista con los servicios esenciales”.

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