El gobierno de Macri acaba de pagar 40 millones de dólares a distintos bonistas y lanzó un bono en euros para los mercados financieros europeos por un total de 2.500 millones de dólares. Por supuesto no veremos ni un centavo de esa millonada. Esa plata se utilizó para pagar vencimientos anteriores de deuda, siendo el pago más escandaloso los 9.000 millones en efectivo a los buitres, y para financiar la fuga de divisas al exterior.

“Tomamos medidas dolorosas para crecer”, dijo Macri la semana pasada. Pero lo único que queda para los trabajadores y el pueblo es el dolor del ajuste ya que el crecimiento es una mentira total. La recesión se profundiza y se siguen perdiendo puestos de trabajo. El presidente volvió también con una muletilla de campaña: “vamos a seguir luchando contra la pobreza y hacer esfuerzos para generar empleo”. Es todo un intento para encubrir que a 10 meses de gobierno, los únicos beneficiados son los bancos y multinacionales, mientras la desigualdad social se agrava; la pobreza crece y los despidos y suspensiones también.

El ajuste descargado por Macri ni bien asumió fue el punto de partida para que miles de jóvenes que tenían simpatías con el kirchnerismo se sumaran al enfrentamiento de esa política. Con muchos de ellos compartimos codo a codo una pelea tenaz contra los despidos en el estado, entablando desde la confianza que genera la lucha en común un fraternal intercambio político. Desde estas páginas queremos aportar a algunos de los debates que recurrentemente aparecen con estos jóvenes luchadores

Escribe Pablo Almeida

“Somos los Planes PEL (Plan de Entrenamiento Laboral). Gracias a nosotros, los colegios, ONG, el hospital, centro integrado, fiscalización sanitaria, así como tantas otras áreas de gobierno, pueden funcionar de forma normal”, dicen los jóvenes que trabajan por una miseria en la provincia más austral del mundo.

El Indec dio a conocer el nuevo índice de pobreza: 32,2%, 13 millones de personas. Todos los gobiernos anteriores, incluido el kirchnerismo, aportaron a este desastre social. El actual gobierno de Cambiemos en nueve meses generó más de 1,5 millones de nuevos pobres.

Escribe José Castillo