Escribe: Miguel Sorans
Justo en la semana en que la sufrida y heroica Alepo se puso en primer nivel informativo mundial por los nuevos bombardeos genocidas de Rusia y del dictador Al Assad, se da a conocer un artículo de Jorge Altamira con el título: “El asedio de Alepo y las amenazas de nuevas guerras” (Prensa Obrera, 18/8).
Algunos lectores quizás pensaban encontrar en esta nota del dirigente del Partido Obrero un repudio tajante a semejantes acciones criminales de los genocidas de Putin y la dictadura de Damasco, y un llamado a derrotarlos y a que se rompa el asedio criminal. Pero en su extenso artículo nada de eso existe. Por el contrario, Jorge Altamira se dedica a un largo análisis internacional que solo menciona de pasada a Alepo para terminar lanzando la hipótesis de la preparación, por parte del imperialismo, de una supuesta nueva guerra mundial (ya hubo en la historia dos guerras mundiales, por lo cual esta sería la tercera). Y su única propuesta política es la abstracción de “la revolución social y el gobierno internacional de los trabajadores”. Ahora, ¿qué postura hay que tener en la lucha concreta de Alepo y en toda Siria?, silencio de radio. ¿Hay que repudiar a Rusia, a Irán y a Al Assad, además de repudiar al ISIS y a EE.UU? ¿Sí o no? Altamira se abstiene.
El trasfondo es que todos los análisis y las posturas de Altamira, sobre el conflicto en Siria, son equivocados y vienen a coincidir con los que difunde la izquierda reformista mundial, los PCs, el chavismo (Maduro) y la dirección castrista. Según ellos en Siria hay una “agresión” y una guerra internacional impulsada por el imperialismo y las potencias petroleras (Arabia Saudita-Qatar) para controlar la región. Y que Al Assad, Rusia e Irán se defienden de esa “agresión imperialista”. Con ese argumento el gobierno de Maduro, la burocracia castrista y los restos del estalinismo apoyan a Al Assad y a Rusia.
Para Altamira tampoco hay dudas: “las guerras meso orientales se presentan, de una parte, como una confrontación de alcance mundial y, de la otra, como una tendencia a la guerra mundial. […] Todo esto es una expresión de que el imperialismo se ha embarcado en una guerra de alcance mundial […]”.
La realidad de Siria es compleja pero es muy distinta a la visión de los neo estalinistas y de Altamira. No vemos que sea parte de un plan de una guerra mundial de los EEUU contra Rusia-Irán-China. Hay roces interburgueses pero prima entre ellos un acuerdo contrarrevolucionario mundial contra las masas. El propio Altamira reconoce que hay bombardeos “muchas veces conjuntos, de Estados Unidos y Rusia contra EI...”.
La guerra civil en Siria fue provocada por el dictador Al Assad, que salió a enfrentar con tanques y bombardeos aéreos la rebelión masiva por libertades democráticas del pueblo sirio. Revolución popular que se desató en 2011 como parte del proceso revolucionario que se inició en Túnez. Un sector de su pueblo se vio obligado a tomar las armas para enfrentar la contrarrevolución. El imperialismo yanqui, la OTAN y las distintas fuerzas burguesas como Rusia, Irán, Arabia Saudita o Turquía, intervienen en Siria para impedir el triunfo de esa revolución popular. Cada uno con su proyecto burgués contrarrevolucionario de disputa regional. Pero va quedando claro que todos, de una forma u otra, ven a Al Assad como el “mal menor”. Ahora hasta Erdogan apoya una “transición” con Al Assad.
Nuestra corriente no se abstiene, apoya al pueblo rebelde sirio y kurdo que combate contra Al Assad, sin dar apoyo a sus direcciones políticas. Y decimos No al ISIS y No a EE.UU y la OTAN. Altamira escribe y escribe para avalar la visión del reformismo y de los que claudican al genocida Al Assad. Parece estar en la trinchera equivocada. Su silencio sobre qué postura asumir, o diluir todo en un “gobierno internacional de los trabajadores”, hace recordar el viejo dicho que “el que calla otorga”. En este caso… otorgaría apoyo al genocida Al Assad.