Fuertes lluvias afectaron al país. El abandono de los gobiernos transformó un fenómeno natural en un profundo drama para miles de familias afectadas por inundaciones en las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba, Rio Negro y Buenos Aires. La peor parte se la llevó Neuquén, donde se produjeron daños extremos que deben ser reparados de inmediato.

Escribe: Angélica Lagunas • Diputada Izquierda Socialista-FIT

Mientras la gente intentaba sacar el agua de su casa, el gobernador Sapag se encontraba de gira en Estados Unidos entregando el petróleo de la provincia y del país, y asegurándole multimillonarios negociados a las empresas yanquis. Los destrozos que el temporal produjo a miles de viviendas en la capital y ciudades aledañas se podrían haber evitado si se hubieran realizado las obras de drenaje necesarias que se vienen reclamando desde la inundación de 1975, cuando murieron 25 personas. Y si el conjunto de la población tuviera acceso a una vivienda digna y a una planificación urbana preparada para soportar las lluvias y el frío.

Desde un primer momento los militantes de Izquierda Socialista nos sumamos a la campaña de solidaridad con los damnificados, y lo hicimos junto a ATEN y al sindicato Ceramista. Al igual que sucedió en la inundación de La Plata, la solidaridad del pueblo trabajador permitió paliar la ausencia del estado provincial y nacional en los barrios más alejados del centro de la ciudad.

A medida que solucionan algunos de sus problemas más urgentes, los vecinos comienzan a organizarse para exigir que los gobiernos den respuesta ante el desastre provocado. Por eso estamos impulsando la movilización en varios barrios, sobre todo en Nueva España, prácticamente arrasado por el agua. Justamente allí, desde la banca del Frente de Izquierda que represento, estamos exigiendo al gobierno provincial del MPN y del municipio de Centenario -PJ- realicen un relevamiento preciso de los daños ocasionados por el temporal y que se destinen los fondos necesarios para repararlos absolutamente a todos.

Al mismo tiempo reclamamos que se inicie, en forma urgente, la construcción de un sistema de drenaje acorde a las características de la ciudad. Y también la ejecución de un plan de viviendas populares que solucione el déficit habitacional de 20.000 viviendas en la ciudad y 40.000 en la provincia, que son parte de las 3.000.000 que faltan en el país. Mientras planteamos a los vecinos que se organicen para luchar, desde la legislatura presentaremos proyectos de ley esta semana para que el gobierno provincial y el nacional financien los gastos necesarios para concretar estas medidas en base al no pago de la deuda con los usureros internacionales y el aumento de las regalías petroleras en la provincia (una de las más bajas del mundo) en el camino hacia la estatización del complejo hidrocarburífero para que de una vez por todas el pueblo de la provincia y del país pueda disponer del dinero que generan nuestros recursos naturales para solucionar los urgentes problemas sociales.