Escribe: Malena Zetnik 

El pasado 9 de abril, más de 300 personas participaron de la conferencia de prensa que llamaba a apoyar el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo, presentado en el Congreso de la Nación por quinta vez desde 2007. Por Izquierda Socialista participaron nuestra legisladora porteña, Laura Marrone, y Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo, quien compartirá la banca con Néstor Pitrola y Myriam Bregman.

En la presentación se resaltó que la clandestinidad del aborto es el principal problema de salud pública para las mujeres gestantes en Argentina. Pues anualmente se practican cerca de 500.000 abortos clandestinos en los que mueren alrededor de 500 mujeres, constituyendo la principal causa de mortalidad materna. Y, por supuesto, se trata de mujeres en su mayoría jóvenes y pobres, pues acceder a un aborto seguro cuesta más de 6.000 pesos.

La presentación contó con el apoyo de más de 300 organizaciones sociales, feministas, universidades y partidos políticos. Y por primera vez se logró la firma de 63 diputados y diputadas de casi todos los bloques, a excepción del Frente Renovador de Sergio Massa. Sin embargo, es sabido que los líderes de todos los bloques patronales como el kirchnerismo, PRO, UCR, Coalición Cívica y el Socialismo, entre otros, ya se han manifestado en contra del proyecto. Eso se ha demostrado en todas las oportunidades donde el proyecto se presentó y ni siquiera llegó a obtenerse el quórum para el debate en comisión. Además, la mismísima presidente Cristina Fernández es una de las principales opositoras al proyecto. A esto se le suma la presión del papa Francisco, con el que los bloques mencionados juran obediencia.

Pero el proyecto también cuenta con sólidos apoyos. Esencialmente de las más de 30.000 mujeres que año a año se movilizan en los Encuentro Nacionales de Mujeres en distintos lugares del país y el movimiento de mujeres en su conjunto, que vienen sosteniendo el derecho al aborto legal, seguro y gratuito como una de sus principales reivindicaciones. Será una tarea de estos sectores exigir a los firmantes del proyecto que se discuta este año y que finalmente se apruebe el derecho de las mujeres de decidir sobre su propio cuerpo. Por su parte, el Frente de Izquierda lleva el derecho al aborto en su programa político por el que fueron electos sus diputados con más de 1,2 millón de votos.

El proyecto propone que toda mujer tiene derecho a decidir desde los 14 años de edad (si es menor requeriría autorización de un representante legal) la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras 12 semanas. Luego de ese plazo, se habilitará el aborto en caso de embarazo producto de una violación, riesgo en la salud o la vida de la mujer y malformaciones fetales graves. La práctica tiene que ser garantizada gratuitamente por el sistema de salud al incorporarse en el PMO (Plan Médico Obligatorio) del sector público, las obras sociales y prepagas.