Entrevistamos al dirigente ferroviario al finalizar la jornada de paro general.  

“A pesar que no paró la UTA, el paro fue muy importante. Muestra que la bronca crece ante la tremenda inflación, el impuesto al salario y la plata que no alcanza”, reflexionó Sobrero.

“Los ferroviarios del Sarmiento paramos desde las 0 horas y el paro en la línea fue contundente. Hicimos una asamblea este miércoles y más de 800 compañeros votaron por unanimidad adherir a la medida”.

Preguntado sobre cómo están salarialmente los ferroviarios, Sobrero señaló: “Reclamamos la reapertura de la paritaria porque el 28% firmado por la conducción de Sassia (lista Verde de Pedrazza), desoyendo el pedido del 40% por el que luchamos desde el Sarmiento, ya ha quedado muy por debajo de la inflación. Y porque aún queda por resolverse la deuda por mala liquidación de la Ley de Tickets a todos los ferroviarios del país. Por eso convocamos a todos los ferroviarios del país, especialmente a los cuerpos de delegados y seccionales de todas líneas -de cargas y de pasajeros- a dar la espalda a las vergonzantes declaraciones de los “aplaudidores del poder” que se han enquistado en la conducción de la Unión Ferroviaria nacional y no defienden el salario. Hecho que fue importante, porque en muchos lugares a pesar de la traición de esta conducción, la base paró”.

¿Cómo tiene que ser la continuidad?

Hace falta un plan de lucha nacional. Estuve en el corte de Castelar que votó la asamblea ferroviaria, luego en el de Rivadavia a la altura de la estación Ramos Mejía, zona oeste, con distintas organizaciones. Desde allí señalamos que hace falta darle continuidad a esta medida con un plan de lucha en serio. Hay que seguirla con 48 horas como lo votó nuestra asamblea ferroviaria, y una marcha a Plaza de Mayo. Imaginate si este paro fue importante a pesar de que no fue preparado con anticipación, cómo sería si desde mañana mismo se convoca a parar por más horas, y se llama a todos aquellos que queremos impulsar la lucha. El nuevo paro sería mucho más contundente que este. Y una gran medida para frenar los despidos (como en Lear), reclamar por la estatización de la empresa bajo control obrero (como exigen los trabajadores de Donnelley y los de Emfer/Tatsa contra el corrupto de Cirigliano), o para que les aumenten de verdad el salario miserable a los docentes. Sería un aliciente para toda la clase trabajadora, para poder derrotar el ajuste de Cristina que también apoyan todos los políticos patronales. Y que la plata de la deuda vaya a saldar la deuda social con los trabajadores. La CGT Moyano tiene que dejar de preocuparse por ser los dirigentes de recambio del futuro gobierno y pensar más en la continuidad de la lucha. Que Barrionuevo me haya contestado que no quiere profundizar la lucha no me sorprende. Nosotros seguiremos fieles a nuestras bases exigiendo paros progresivos”.

Sobrero repudió la denuncia de Randazzo

El ministro de Transporte dijo que denunciará penalmente a los delegados y dirigentes de nuestro partido, Edgardo Reynoso y Mónica Schlottahuer, porque no habrían dejado trabajar a personal de limpieza, acusándolos de “ensuciar” los trenes nuevos. Y que les iniciará un juicio de desafuero sindical.

Ante esto Sobrero señaló: “Es una ridiculez que muestra la impotencia de los funcionarios del gobierno ante la contundencia del paro, donde la línea Sarmiento votó por unanimidad la medida en una asamblea multitudinaria. Es una más de este gobierno para desprestigiar nuestra lucha. Los trabajadores del Sarmiento somos los que estuvimos en contra de la privatización de los 90, defendemos todos los días nuestras herramientas de trabajo y peleamos por una verdadera reestatización de todo el sistema ferroviario que el gobierno ha dejado en manos privadas. Somos los que hicimos las denuncias contra el vaciamiento y la corrupción del grupo Cirigliano, mientras Cristina lo señalaba como un empresario modelo. Si nos hubiesen escuchados, seguramente no lamentaríamos las muertes de 52 pasajeros en la masacre de Once. Somos los primeros en cuidar los trenes porque los usamos todos los días. Este gobierno ya me acusó falsamente de “quemar trenes” y me metió preso, y el repudio popular me liberó. No me sorprende. No hay que dejar pasar este nuevo ataque contra dirigentes combativos que no nos callamos. Llamamos a impulsar una fuerte campaña lo más amplia posible contra los desafueros.”