Ley de abastecimiento: ¿Cuál es la pelea?

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El gobierno ha enviado modificaciones para una “nueva” ley de abastecimiento, con retoques a la ya vigente desde el año 1974. La mayoría de los empresarios se ha manifestado en contra, diciendo “vamos a Venezuela”, y que la misma permitirá más injerencia del estado sobre sus intereses privados. Están negociando.

El gobierno sacaría la posibilidad de que los empresarios vayan presos por remarcar precios o produzcan desabastecimiento (algo que ya está previsto en la ley actual), la intervención temporaria de cualquier empresa y dejaría afuera a las pymes. ¿Qué le interesa al kirchnerismo? La aplicación de multas. Es decir, recaudar sí o sí. Pero las multas que ya aplicó Guillermo Moreno ni siquiera se llevaron a cabo.

El gobierno quiere una ley para “controlar” desfasajes que puedan cometer algunos empresarios. Nada más. Nunca el gobierno implementó ninguna medida de la ley vigente para combatir la inflación. Casualmente, la ley de abastecimiento permite aplicar precios máximos (cosa que el gobierno nunca llevó a cabo), y si no se cumple, tomar severas sanciones para aquellas multinacionales o monopolios formadores de precios. Obligarlos a que vendan sus productos a dichos precios y si acaparan o producen desabastecimiento, decomisarle la mercadería, cerrar el establecimiento e incluso llevarlos a la cárcel. Nada de eso ocurrió en estos años.

Los gobiernos desde los 70 para acá (y para atrás también), nunca tomaron medidas de fondo para frenar la inflación contra los grandes empresarios. Lo único que quiere Cristina es que cumplan con los “precios cuidados”, -o medidas similares-, claramente insuficientes, que en nada modifican los precios y el saqueo al bolsillo popular.

El gobierno simula “enfrentar” a los empresarios que remarcan. Sin embargo, es el propio gobierno que, donde tiene injerencia (como el caso YPF), fogonea el aumento de las naftas, autoriza aumentos a las multinacionales, siempre ha defendido este modelo inflacionario y con la devaluación esquilma los ingresos populares. Además, nunca eliminó ni siquiera el IVA de la canasta familiar. Puro doble discurso.

J.C.G.

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