Por Laura Marrone - Legisladora Izquierda Socialista/FIT-CABA

La policía Metropolitana y la Federal, al mando del macrismo y del gobierno nacional respectivamente, se pelean para ver quién mejor desalojó con gases y topadoras a las familias del barrio Papa Francisco en la Ciudad de Buenos Aires, Villa 20. En tanto no hicieron nada para solucionar el grave problema de vivienda de las más de 300 familias que habían empezado a construir sus casitas desde febrero de este año. Tampoco dan solución a la demanda de miles de trabajadores porteños que no pueden acceder a la vivienda propia y tienen que seguir alquilando a precios cada vez más altos.

El terreno en cuestión estaba afectado por la Ley 1770 desde hace 9 años a la construcción de viviendas que debió encarar el gobierno de la ciudad y no lo hizo. Sin embargo, por la misma fecha, se otorgó un terreno estatal vecino a la construcción privada de un polo farmacéutico. El polo ya se está terminando y las viviendas no se empezaron. 

El Frente de Izquierda presentó en la Legislatura de la Ciudad, en coautoría con otros legisladores, el proyecto de urbanización de la Villa 20 elaborado por el Taller Libre de Proyecto Social de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. 

Propone la construcción de un conjunto de 4 barrios de viviendas de media densidad, donde se levantarían 2300 viviendas de 3 y 2 dormitorios. Se plantea la formación de una Mesa de Planeamiento participativo de la reurbanización de la Villa 20 integrado en mayoría por los vecinos afectados,

entre otros, cuyo propósito es proponer y fiscalizar la marcha de la reurbanización y que deberían funcionar con la convocatoria mensual a asambleas
de vecinos.

En tanto, con frío y lluvia, los desalojados, que lo perdieron todo, permanecen en la calle o en paradores transitorios inmundos. Su alojamiento
transitorio en lugares dignos es urgente, así como el comienzo de la postergada reurbanización.