En los últimos días se conocieron varios fallos donde la justicia benefició a varios asesinos, cambiando fallos vigentes desde hace mucho, que significa un verdadero retroceso en la lucha contra la impunidad. El Tribunal Superior de Justicia dictó una resolución atenuando la calificación legal del delito imputado al oficial de policía Claudio Salas, asesino del joven de 14 años Brian Her- nández, pasándola de homicidio calificado a homicidio simple. Esto implica una reducción de la escala penal desde la prisión perpetua a prisión de 8 a 25 años.

Simultáneamente, en la causa Fuentealba II, la justicia sobreseyó al ex gobernador del MPN, Jorge Sobisch, y a todos los policías de alto rango que tuvieron responsabilidad en la represión donde fusilaron al docente Carlos Fuentealba. Vinculado al mismo crimen, la justicia permitió que Darío Poblete, el policía asesino de Carlos, en aquella mañana trágica del 4 de abril de 2007, sea trasladado a pur- gar su pena en una comisaría de Zapala, de donde justamente había sido retirado porque se lo encontraba en la calle paseando con su “carcelero” en una evidente transgresión de las normas de encierro que se impone a cualquier preso. Quieren garantizar la impu- nidad de las fuerzas represivas. Contra esto continúa la lucha.