La aparición del cuerpo de Luciano Arruga muestra una tremenda cadena de impunidad y encubrimientos, que incluye a policías, fiscales, jueces y gobiernos

Escribe: José Castillo

Pasaron casi seis años. La semana pasada finalmente se supo que Luciano Arruga, desaparecido el 31 de enero de 2009, estaba enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita desde febrero del mismo año. La versión oficial dice que fue atropellado al cruzar la Avenida General Paz por un sitio nada común, a metros del pasaje normal de peatones y de un destacamento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Llevado mal herido al hospital Santojanni, muere a la mañana siguiente. Sus familiares, desesperados por su desaparición, llegan en su recorrida a dicho hospital, donde nadie le informa de que el joven muerto puede ser Luciano.

La versión del accidente está en dudas. ¿Y si alguien lo empujó debajo del auto? ¿Si fue torturado o amenazado nuevamente por la policía, huyó, cruzó por ese lugar en que nadie lo hace y fue atropellado? Por eso es correcto que los familiares digan que bajo ningún punto de vista el caso está cerrado.

A partir de la desaparición, se abre la cadena de acontecimientos. En la morgue de la Ciudad de Buenos Aires se le toman las huellas dactilares, pero no se las “cruza” con las de la policía, y es enterrado como NN. Los familiares de Luciano iniciaron una causa ante su desaparición en el Juzgado de Morón. El expediente fue cajoneado. Nadie investigó nada. A los abogados de la familia les fueron rechazados dos pedidos de Habeas Corpus.

Recién el año pasado, por presión de los abogados, se pasó el caso a la Justicia Federal como “desaparición forzada de persona”. Hace sólo seis meses que la Cámara de Casación Penal hizo lugar por primera vez, a un Habeas Corpus para rastrear su paradero. ¡Recordando a las peores épocas de la dictadura, cuando los jueces hacían caso omiso a la presentación de esos recursos ante las desapariciones!

Ahí fue donde, ¡casi seis años después! el Ministerio de Seguridad de la Nación ordenó hacer algo tan básico como “cruzar” sus huellas dactilares con las de los libros de la Policía Científica sobre cuerpos NN.

¿Por qué no se hizo antes? Seguramente para encubrir a la policía y al gobierno. Y por “el desprecio de la justicia por los jóvenes pobres”, como se dijo en la conferencia de prensa de los familiares. Su hermana Vanina y su familia sufrieron maltrato en todas las instancias judiciales a las que concurrieron. Se trata de un caso más donde la justicia clasista es negada a los más pobres.

“Todos son responsables”

Así lo dijo la hermana de Luciano, Vanesa, con mucha razón. “Todos son responsables. Existió de parte de policías bonaerenses el ofrecimiento para que Luciano saliera a robar; y ante su negativa empezaron las detenciones sistemáticas. Cuando desapareció recorrimos hospitales, entre ellos el Santojanni, ¡más de una vez! También todas las comisarías. Es un desastre esta desidia total, esta falta de respeto a la vida, a los pobres”. Sin duda, toda la estructura del estado es culpable: el gobierno nacional, el de la Provincia de Buenos Aires, el de la Ciudad, las policías Federal y de la Provincia y la justicia en sus diversos niveles (tanto jueces como fiscales). Tal como con Julio López, la presidenta jamás nombró el caso. Ni el peronismo kirchnerista ni las distintas variantes de la oposición patronal se ocuparon del tema. Salvo la izquierda, junto a los familiares, ninguna fuerza política reclamó por Luciano en todos estos años.

Es necesario movilizarnos unitariamente para que nadie quede impune. Empezando porque vayan presos los policías que torturaron a Luciano y toda la línea de responsables del encubrimiento. Que paguen los responsables políticos y judiciales. Exigiendo una investigación a fondo, con una comisión investigadora independiente, encabezada por los familiares de Luciano, las demás víctimas del gatillo fácil y la represión policial, organismos de derechos humanos y organizaciones obreras y populares que todos estos años denunciamos y nos movilizamos por este caso. Solo así se hará realidad lo que hoy es un grito de indignación: ¡justicia para Luciano Arruga!

Se había negado a robar para la policía

Luciano era un joven de 16 años que se ganaba la vida como cartonero. Venía siendo hostigado por la policía bonaerense de Lomas del Mirador al haberse negado a ser ladrón y robar para ellos. Llegó a ser torturado en ese destacamento el 21 de septiembre de 2008. Al salir, delante de su hermana Vanesa, los uniformados lo siguieron amenazando: “negrito de mierda, te vamos a llevar a la 8va. para que te violen, o terminás en un zanjón”. Mostrando esta práctica generalizada donde policías obligan a los adolescentes pobres a transformarse en ladrones profesionales bajo su protección y amenazas de muerte. Esa comisaría se cerró años después por movilizaciones de los vecinos.

¡Mariano Ferreyra presente!

El 20 de octubre se cumplieron cuatro años desde que el joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, fuera asesinado por una patota de la burocracia sindical de la Lista Verde de José Pedraza de la Unión Ferroviaria. El repudio obrero y popular fue enorme y logró la cárcel para Pedraza y su patota, pese a los intentos del kirchnerismo por encubrir a la burocracia sindical y su propia responsabilidad en la tercerización laboral y el vaciamiento ferroviario. Seguimos reclamando cárcel a todos los culpables.

Justicia para el estudiante neuquino Sergio Ávalos

Este martes 21 familiares y compañeros del estudiante desaparecido Sergio Ávalos (foto) fueron recibidos por el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación. Sergio fue visto por última vez el 14 de junio de 2003 a la salida de un local bailable. La justicia y el gobierno del MPN encubrieron el hecho desde el primer momento negándose a reconocer el delito de desaparición forzada, motivo por el cual hasta hoy no hay nadie investigado, ni los dueños del boliche ni los custodios pertenecientes al ejército. Los diputados del FIT Angélica Lagunas (Izquierda Socialista-Neuquén) y Del Caño (PTS) facilitaron el viaje y la entrevista para que se investigue el caso y no quede impune.