Ébola: No estamos preparados
Escribe: Atilio Salusso
Ante la terrible enfermedad, ATE Capital denuncia y exige “que se cumplan con los protocolos internacionales de protección para el personal de salud que tuviese que estar expuesto a los posibles pacientes con el virus de Ébola. Los Elementos de Protección Personal (EPP) deben ser equipos autónomos para poder acercarse a los pacientes y deben contar con salas especialmente preparadas para recibir a los potenciales enfermos con las dimensiones necesarias y sus respectivas áreas limpias y sucias, el traslado de las muestras biológicas, también deben ser en recipientes aptos para el traslado de dicho material biológico (nivel de riesgo 4) y así minimizar el riesgo”.
Y agrega: “Cabe aclarar que por la peligrosidad de este patógeno los programas de capacitación deben conocerse y practicarse con mucho tiempo de anticipación y no es posible la improvisación. Tanto el gobierno Nacional como el Gobierno de la Ciudad lamentablemente han esperado hasta el último momento para implementar protocolos de seguridad […] queremos denunciar la falta de ropa adecuada, cartelería oficial que indique en los hospitales por donde deben desplazarse los pacientes sospechados y la falta de capacitación del personal de salud en general de estos temas. De existir algún caso de Ébola en Argentina son muy altas las probabilidades que se cobre la vida de algún trabajador, por el grado de improvisación por parte del ejecutivo”.
Según ATE, “el ébola tiene una tasa de letalidad que puede llegar al 90 por ciento. El virus se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados o de personas que hubiesen estado en contacto, esto es transmisión de persona a persona, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos”.
El ébola fue detectado en Africa hace casi 30 años y recién ahora gana los noticieros. El mundo se atemoriza ante una epidemia que, por ahora, no tiene remedio. Sencillamente, porque hasta hoy no había sido una enfermedad que llegara a los países imperialistas. Por eso ningún laboratorio imperialista se ocupó de investigar, por las escasas expectativas de ganancias al ser una enfermedad “de los pobres” africanos. Apoyamos todos los reclamos que hacen los trabajadores a los distintos gobiernos.