Escribe: Atilio Salusso

Los datos económicos siguen mostrando una economía en recesión, caída del consumo y la continuidad de la inflación. Los despidos no se toman respiro. Hubo 700 en una avícola de Ezeiza y suspensiones en Agrometal (maquinarias agrícolas de Córdoba), entre otros. Mien- tras los burócratas sindicales, sean oficiales u opositores, no mueven un dedo. Algunos firman la “paz social” con las petroleras, como el segundo de la CGT Moyano, Guillermo Pereyra. O, a lo sumo, pactan alguna cifra puente como parte de las paritarias.

Moyano y Barriouevo, quienes estuvieron obligados a llamar al paro general del pasado 28 de agosto de 2014, no hicieron más nada. Se reunieron la semana pasada en Mar del Plata y debido al “delicado momento que vive el país”, según sus fuentes, no hubo ninguna amenaza siquiera de medidas de fuerza. ¡Siempre tienen argumentos para frenar los reclamos!

Hablan de “unidad del movimiento obrero” entre los gremios de la CGT oficial y la opositora, para que este gobierno llegue bien a octubre y acompañen al que suba. Poniendo fichas entre los distintos candidatos de los partidos patronales, no en función de las necesidades de los trabajadores. Van y viene, como Maturano de La Fraternidad, que estuvo en el acto con Randazzo y el 19 de febrero promueve un plenario de gremios del transporte.

Los trabajadores deben saber que si no se lucha, nada se va a lograr. Hace falta un aumento de salario de emergencia para todos los trabajadores. Lo mismo para las jubilaciones. Y la apertura de las paritarias. Los acuerdos salariales del 30% del año pasado ante una inflación que rozó el 40%, han sido un robo que no puede dilatar más una respuesta de conjunto. Hay que terminar con el impuesto a las Ganancias y frenar los despidos y suspensiones pro- hibiéndolos por ley como se propone desde el Frente de Izquierda.

Exigimos a la CGT Moya- no que abandone su pasividad y convoque a luchar (junto a la CTA Micheli). Para retomar el camino que se abandonó tras el paro general del año pasado. Para que el ajuste no lo paguen los trabajadores hace falta un plan de lucha nacional.