Máximo Kirchner a punto de ser citado a indagatoria por la causa Hotesur. Lázaro Báez imputado por lavado de dinero. Un “modelo” al servicio de los negociados y la corrupción, la verdadera matriz del kirchnerismo

Escribe: José Castillo

Máximo está “a tiro” de ser llamado a declarar por el Juez Claudio Bonadío en la llamada causa Hotesur, empresa de la que es su principal accionista, en la que también participan su hermana Florencia y la propia presidente. Ya el sólo astronómico incremento patrimonial de la familia Kirchner desde 2003 a la fecha es escandaloso. Lo que va camino a transformarse en la “llave” del carácter delictivo de este enriquecimiento es la investigación sobre el posible lavado de dinero entre los Kirchner y el que aparece como su testaferro, el empresario Lázaro Báez.

La empresa Hotesur es una administradora de hoteles propiedad de los Kirchner. Lázaro Báez le “alquilaba” habitaciones en sus hoteles -en particular en el Alto Calafate- sin ocuparlas, en una típica maniobra de lavado de dinero. El entramado entre los Kirchner y Báez es total: desde 2008 a 2013, Hotesur delegó la administración del Hotel Alto Calafate a Valle Mitre, una empresa de Lázaro Báez. En 2014 pasó a ser manejado por Idea S.A., otra firma controlada por uno de los socios de Máximo Kirchner. Idea S.A. y Hotesur comparten el mismo domicilio, donde también funciona la inmobiliaria de Máximo. Por si esto fuera poco, Idea S.A. administra también el Hotel El Retorno, de Bariloche, propiedad de Cristóbal López, el “otro gran empresario kirchnerista”. De hecho, los pagos de hospedajes en El Retorno se acreditaban en la cuenta bancaria Alto Calafate.

Lázaro Báez, a su vez, también va camino a ser citado a declarar como imputado en otra causa por la compra irregular de una estancia en Mendoza, parte de una denuncia mayor por blanqueo y fuga de 55 millones de euros, que en 2013 fuera denunciado escandalosamente por sus “testaferros-empleados” Leonardo Fariñas y Fernando Elaskar. Más allá de los avatares de esta causa (que incluyó gente que fue apretada y se desdijo) todo huele escandalosamente a corrupción mayor.

La realidad es que el patrimonio y los negocios de Lázaro Báez se entrelazan íntimamente con la familia Kirchner. Báez era un simple empleado del Banco de Santa Cruz cuando conoció a los Kirchner. Hoy lidera un emporio de empresas constructoras, petroleras y de medios de comunicación, figura como el máximo terrateniente de la Patagonia y tiene tres aviones privados. La empresa madre del holding, Austral Construcciones, creada una semana antes de la asunción presidencial de Néstor Kirchner, ya lleva recibidos 24.000 millones de pesos para obra pública.

Las relaciones entre Báez y los Kirchner no es más que un aspecto del verdadero carácter del gobierno. Más allá del doble discurso “progresista”, la realidad nos muestra a un gobierno que pacta profundamente con empresas multinacionales de la megaminería, el petróleo, los pulpos cerealeros y el sector automotriz, combinando con apoyarse en un sector empresario local que vive asociado al subsidio estatal y a la obra pública, muchas veces financiada por los negocios con China y Brasil, mientras sigue garantizando sus ganancias y privilegios al capital financiero.

En este marco, han venido creciendo los negociados de empresarios y banqueros amigos, a la vez que se enriquecían funcionarios “intermediarios” en los negocios más oscuros y corruptos. Ejemplo de esto son los Cristóbal López, “zar” del juego, el petróleo y los medios de comunicación, o el ya citado Lázaro Báez. También los que “subieron y bajaron” en la consideración presidencial, como el banquero Brito o el petrolero Eskenazi. Y en el terreno de los intermediarios, el ejemplo paradigmático de Amado Boudou y de una parte importante de miembros de La Cámpora, esta última apropiadora y distribuidora de miles de puestos de trabajo y de cajas millonarias como la de Aerolíneas Argentinas.

Los Kirchner no son más que un nuevo ciclo de gobernantes que favorecieron al imperialismo, las transnacionales y sus empresarios amigos. Báez y Cristóbal López no son muy distintos a lo que fue Yabrán para el menemismo. Llegó la hora de imponer un nuevo modelo al servicio de los trabajadores y el pueblo, terminando con estos empresarios corruptos. Luchando por un gobierno de los que nunca gobernamos, los trabajadores y la izquierda, poniendo por delante, en vez de los privilegios y las superganancias empresariales, la solución de las más urgentes necesidades populares de salario, trabajo, salud y educación. Esa es la tarea a la que estamos abocados desde el Frente de Izquierda.

Berni y Randazzo: El enriquecimiento “K”

El “supersecretario de Seguridad” no solo sabe disfrazarse de Rambo y ponerse a la cabeza en las represiones a los trabajadores. También ha tenido tiempo para aumentar su patrimonio en más del ¡1.000%! entre 2006 y 2013. De 575.000 pesos paso a 6.387.832, todo mientras “trabajaba” en el estado. Quizás una parte de la respuesta de cómo lo hizo consista en que el 75% de su riqueza sea la propiedad de un complejo de cabañas en la provincia de Santa Cruz, las tierras de la familia presidencial.

También el ministro Randazzo ha dado muestras de habilidad para multiplicar su fortuna. Claro que, en vez de explicar cómo lo hizo, prefiere tirar la pelota afuera, diciendo que el hecho de que se conociera es producto del enfrentamiento del gobierno con los buitres. Es un hecho que los buitres dieron a conocer la declaración de bienes del ministro como parte de la pelea tras el fallo de Griesa. Pero eso no libera de responder al “precandidato” Randazzo la pregunta fundamental: ¿cómo hizo para enriquecerse con un sueldo de funcionario? Enriquecimiento exponencial para los funcionarios K, salarios y jubilaciones de pobreza. Esta es la cruda realidad.

J.C.