“No tengo preferidos”. Eso dijo Cristina Kirchner en Rusia sobre los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria. Fue un desaliento para Randazzo, quien días atrás había señalado que la primera mandataria lo había bendecido. Y un guiño muy fuerte para Scioli, revelando que el kirchnerismo está haciendo muy buena letra con el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires porque es el que es el que más mide en las encuestas entre los 7 postulados por la Casa Rosada. Incluso hasta los ultra k que tildaban al ex motonauta de ser “el candidato de los 90”. Scioli devolvió el guante, y en los grandes temas nacionales se viene pronunciando en consonancia con el gobierno nacional. Scioli dijo que estaba a favor del impuesto al salario (Ganancias); que la pobreza bajó; su esposa, Karolina Rabolini, defendió los falsos y mentirosos números del Indec, etcétera.

Si alguien cree que Scioli es el candidato que, según el gobierno, va a “enfrentar a la derecha” o el que “va a impedir que se pierda lo conquistado”, mire bien lo que mostramos en página 8: Scioli le dejó de pagar el sueldo a 700 docentes de Tigre, obligándolos a tomar distintas medidas de lucha para poder cobrar.

Scioli se acaba de reunir con los directivos de la Ford, Fiat y General Motors y les dijo: “de mí no esperen sorpresas”. Les prometió, en concreto, que seguirá con la misma política oficial, es decir, subsidios estatales, exenciones impositivas y pagos de parte del salario a sus trabajadores si alegan algún tipo de crisis, vía los Repro.

Si piensa apoyar a Scioli, compañera o compañero lector, sepa lo que le espera. Menos salarios, más concesiones a las patronales y más mentiras K.

A los que quieren castigar al kirchnerismo y buscan un cambio, ojo, no hay que optar por Macri o Massa. El PRO viene acordando con el gobierno nacional en la legislatura porteña eximiciones de impuestos al juego a Cristóbal López; presupuestos que privilegian la salud y educación privada por sobre la pública, y políticas que favorecen a las patronales, como Roggio, que hace negocios tanto con Macri (recibe las ganancias del subte) como con Randazzo (Roggio es concesionario de líneas férreas). Por eso el PRO votó el proyecto de falsa “estatización” de los trenes al kirchnerismo, porque es más privatización.

Que haya ganado el PRO en Capital; Del Sel en Santa Fe o referentes de la UCR apoyados por el macrismo en algunos lugares como Mendoza, no quiere decir que sean alternativa para los trabajadores y el pueblo. Tampoco lo es Massa, que acaba de acordar con De la Sota ir juntos a las PASO. Otro tanto podríamos decir del acuerdo que mantienen la UCR con el Partido Socialista de Santa Fe. El gobierno santafecino de Binner acaba de protagonizar un fraude escandaloso al decir en las elecciones del pasado 19 de abril que estaba escrutado el 100% de las mesas cuando faltaba un 10%. ¡Una barbaridad! El mismo gobierno que decía “no tenemos ningún caso de corrupción” (con cúpulas policiales denunciadas por complicidad con el narcotráfico) mostró que aquellos que se dicen de “centroizquierda”, usan las mismas prácticas de lo peor del PJ.

El objetivo de estos políticos es intentar “polarizar” la elección. Para simular ante el electorado que solo existen dos variantes patronales por las cuales optar. El kirchnerismo, por un lado, y el PRO, UCR y aliados, por otro. Pero todos coinciden, por más que se peleen en público, en mantener los salarios de pobreza, la precarización Scioli, Macri y Massa son lo mismo laboral, el endeudamiento externo (lo hace tanto Kicillof, como Macri y Scioli), los pagos de la deuda externa y las privatizaciones que vienen del menemismo. Todos son candidatos para que les vaya bien a las grandes multinacionales y banqueros.

¡Scioli, Macri y Massa son lo mismo! Cada voto que saquen será para profundizar el ajuste que está en curso. En cambio, cada voto que saque el Frente de Izquierda, será para fortalecer la lucha contra el ajuste y por un programa de gobierno obrero y popular: aumento de salarios, el 82% móvil, prohibición de despidos, plan de viviendas populares, más presupuesto para salud y educación pública, con plata que salga de un fuerte impuesto a las patronales que ganaron esta década (grandes empresarios, banqueros y terratenientes), y de la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa. Solo así habrá dinero para salarios, jubilaciones, trabajo, salud, educación, viviendas y obras para el pueblo.

Cada voto que saque el FIT será para fortalecer al sindicalismo combativo contra la burocracia sindical. Y para fortalecer una alternativa política de la unidad de la izquierda ya conquistada con el FIT (recientemente ampliada con otras fuerzas que se sumaron en la pelea electoral en Capital), contra todas las variantes patronales y de la centroizquierda.

El pasado domingo 26 de abril, el Frente de Izquierda acaba de lograr dos éxitos. En Neuquén, obtuvo una bancada de dos diputados provinciales rotativos entre las tres fuerzas nacionales que conformamos el FIT. Y en Ciudad de Buenos Aires, -compitiendo contra la fabulosa maquinaria millonaria del PRO, el Frente para la Victoria y Eco y la confusión de que había “10 listas de la izquierda”-, logró ubicarse como la cuarta fuerza. Postulando al Frente de Izquierda para obtener más bancas en la legislatura de la Ciudad en las elecciones generales. Y este martes, en el recuento definitivo en Santa Fe, se supo que el Frente de Izquierda logró los votos necesarios para superar las PASO en todas las categorías (salvo a gobernador, todavía en disputa -ver página 5-) siendo la quinta fuerza en esa provincia.

Esto se suma a las importantes votaciones que ya se lograron a gobernador y a diputados en Salta y Mendoza. Y a las buenas mediciones que le dan a nuestra compañera Liliana Olivero para las elecciones cordobesas del próximo 5 de julio.

El Frente de Izquierda se postula como una alternativa opuesta a los partidos patronales. En lucha por cambios de fondo en la perspectiva de un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Poniendo sus bancas al servicio de los que luchan contra el mayor ajuste que se viene. Para eso pide su apoyo.