Reportajes a Jorge Altamira y Juan Carlos Giordano
Reporteamos a Jorge Altamira, dirigente nacional del Partido Obrero y precandidato a presidente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en la fórmula que encabeza junto a Juan Carlos Giordano. Altamira fue candidato a presidente del FIT en 2011, cuando superamos las PASO e iniciamos el ascenso que en 2013 permitió consagrar un bloque de diputados nacionales y legisladores en una decena de provincias.
Con los resultados ya obtenidos por el FIT en las provincias ¿qué perspectivas le ves al Frente de Izquierda para las elecciones nacionales?
Los resultados electorales de este año, en diversas provincias, requieren una caracterización muy concreta. En casi la totalidad de los casos se evidencia un retroceso respecto a 2013, que superan, sin embargo, los resultados de 2011, y que conservan, la mayor de las veces, un registro alto, de dos dígitos o, de todos modos, superiores a la media que la izquierda ha obtenido en esos distritos. Nuestra conclusión es que nuestro Frente de Izquierda sigue en una tendencia de ascenso, con independencia de que la curva de ese ascenso vaya en zigzag a corto plazo. Por otro lado, estos resultados se obtienen al cabo de dos años de acción parlamentaria (en el caso de Salta más de una década), vinculada por cierto a la lucha política en presencia pero también a las luchas reivindicativas y a la acción directa de los trabajadores (aunque en algunos casos con tendencia al petardismo). O sea que se nos vuelve a votar al cabo de una experiencia concreta.
No se puede pasar por alto otro aspecto fuertemente contradictorio. Si de un lado observamos el acercamiento al Frente de Izquierda de varias corrientes y figuras políticas del campo movimientista e incluso democratizante, lo cual marca una línea ascendente, por otra parte se ha hecho evidente que nuestro Frente no opera como un frente único, algo que ha alcanzado un desarrollo teórico con la tesis de que es “un campo en disputa”. No estamos ante una crisis de madurez sino al revés: la experiencia unitaria que ha dado un impulso ascendente a la izquierda revolucionaria ha exacerbado el faccionalismo en lugar de superarlo, y hasta ha cobrado forma de una tesis política. El impacto de este proceso, digamos negativo, en los resultados de nuestra lucha electoral no hemos podido medirlo aún, y en lo que hace a la experiencia que tenemos como PO en el movimiento obrero no ha afectado nuestro crecimiento sino que podría decirse que lo ha reforzado, quizás porque se ha puesto en evidencia nuestro método de frente único en la construcción política. La defensa del frente único es la gran delimitación estratégica y de principios al interior del Frente de Izquierda. La tesis del “campo en disputa”, cuando se aplica a la divergencia con las listas electorales, termina en el más crudo electoralismo, que es otra delimitación que tenemos de carácter estratégico. La rotación de los cargos debiera haber atenuado este tipo disputas, en cambio asistimos a propuestas para abandonar este mecanismo socializador en el Frente de Izquierda.
Este balance demuestra que nuestra perspectiva en 2015 es ascendente, ya que la atención de los trabajadores hacia el FIT crece, a condición de desarrollar una política superadora, como es la propuesta de ir a las Paso, para acelerar la campaña presidencial, salir del inmovilismo y tomar la iniciativa política. Es que el régimen se encuentra ante la perspectiva de una crisis mayúscula, debido a los desequilibrios económicos enormes y a la intención de superarlos mediante un super-ajustazo. Es un terreno formidable para una lucha política revolucionaria.
¿Qué valor le das a la unidad de la izquierda conquistada con el FIT?
El pronóstico político respecto al Frente de Izquierda no es difícil de formular, por supuesto que en sus grandes trazos. Lo fundamental es que se desarrolle como un frente único y que canalice el ascenso de los trabajadores hacia la independencia política como consecuencia de ese desarrollo. En este caso, la experiencia política resultante llevaría a la gestación de un gran partido obrero, lo cual requerirá siempre que esa experiencia política se traduzca en un programa, lo cual ocasionará una delimitación de tendencias en torno al debate de ese programa. La tarea del momento es asegurar mediante la iniciativa política, que se desenvuelva como el canal político de una lucha de clases creciente del proletariado.
¿Qué le dirías a los trabajadores y jóvenes para que concurran al acto del 5 en Ferro?
El acto de Ferro es, en primer lugar, una convocatoria a la lucha por la victoria de la huelga general del 9 de junio y por la victoria de la gran huelga indefinida de la Federación de Aceiteros, que se ha convertido en una gran lucha de clases en todos los aspectos. Nuestro partido está colaborando en forma activa con esta huelga. En segundo lugar es una convocatoria para poner al FIT en la calle para dar la pelea a los candidatos de la burguesía y convertirnos, por medio de esta lucha, en el polo de clase antagónico a los partidos patronales y a su Estado. Se trata del trabajo preparatorio que desarrolle el poder político alternativo de los explotados.
Juan Carlos Giordano: "Hay que cambiar por la izquierda"
Entrevistamos a nuestro dirigente Juan Carlos Giordano, pre candidato a vice presidente
¿Ha tenido repercusión tu postulación?
Sí, me han llamado de varios medios, recibí el apoyo de compañeros de lucha, de nuestra militancia. Y bueno, me han llamado radios y diarios de mi pueblo, donde nací. Y como viví en otro pueblito más pequeño, se “pelean” por quién tiene el primer candidato a vicepresidente de su historia (se sonríe).
¿Por qué decís que Scioli, Macri y Massa traerán más ajuste?
Decís bien, “más” ajuste. Porque ya hay un ajuste. ¿Qué son sino la inflación, los techos salariales, las jubilaciones que no llegan al salario mínimo o la asignación por hijo de indigencia? Como hay crisis económica, aumentan los despidos y hay más endeudamiento, el próximo gobierno, gane quien gane de los tres, profundizará todo esto. Salió hace poco que Scioli y Macri son los preferidos de Estados Unidos. Cristina dice que con Macri “vendrá el ajuste”, escondiendo que sus candidatos harán lo mismo. Es parecido a lo que pasó en Brasil, cuando hacían campaña contra el ajuste que haría “la derecha” y ahora lo termina aplicando Dilma.
¿El PT lanzó un ajuste en Brasil?
Claro. Dilma Rouseff acaba de recortar 23.000 millones de dólares de planes sociales, como Mi Vida, Mi Casa y obras de infraestructura. En nuestro caso, Scioli ya hizo un adelanto: le dejó de pagar a 700 docentes de Tigre que hicieron una gran lucha para que les paguen. Y liquida mal los salarios a miles y miles de maestros bonaerenses. El gobierno dice que “no hay que volver a los 90”, pero uno de sus candidatos va para ese lado. Y el otro, Randazzo, sigue con las concesiones menemistas en el ferrocarril.
¿Qué otras políticas criticás?
Hay algunas aberrantes. Con este gobierno ya han muerto casi 2.000 mujeres desde 2009 hasta acá por femicidios. ¡Por el solo hecho de ser mujeres! Cristina destina $ 0,80 por mujer para combatir la violencia de género. Si a esto le sumamos que en 12 años de gobierno murieron 6.000 madres por abortos clandestinos, ya hay muchos que empiezan a hablar de genocidio social.
¿Y Macri? ¿Y Massa?
Macri... ¡el de los talleres clandestinos y geriátricos donde los abuelos se mueren por falta de control! Son nuevos Cromañón. Todo por la voracidad empresarial que el PRO apaña y deja correr. Por eso alertamos a quienes quieran “castigar” al gobierno nacional votando a Macri y la UCR. Lo mismo vale para Massa, que se postula como “renovador” con Romero, De la Sota y Luis Barrionuevo.
¿Qué opinás de Stolbizer?
En Jujuy le dio el apoyo al radical Gerardo Morales. Es parte de los restos del Unen. Proclamó su candidatura con Binner, quien gobierna con los radicales en Santa Fe, donde reina el narcotráfico. La centroizquierda ya fracasó con Chacho Alvarez o Ibarra. ¿Y Pino Solanas? Decían que enarbolaba un “proyecto emancipador”: se fue con Carrió, después coqueteó con Rodríguez Saá, ahora iría con Massa . O el charlatán de Luis Juez en Córdoba que está ahora con Macri. De Gennaro acaba de decir que en Brasil “hay un cambio”, justo cuando Dilma lanzó el ajuste y reina la corrupción en el PT. La llamada centroizquierda es más de lo mismo.
¿En este escenario se hace fuerte el FIT?
Y sí. Con sus propuestas de fondo. Cuando decían que no había nada a la izquierda de Cristina, aparecieron el millón doscientos mil votos del Frente de Izquierda. Una gran franja de trabajadores y jóvenes viene votando por cambios de fondo. Por el salario, el 82% móvil, recuperar de verdad el patrimonio nacional, y que condena los pagos de la fraudulenta deuda externa usuraria. Es un sector muy valioso que sacó la conclusión de que este modelo no es para los de abajo, sino para los bancos y multinacionales.
¿Qué perspectivas le das al FIT en las elecciones nacionales?
Las elecciones provinciales del FIT fueron muy buenas, logrando importantes ubiocaciones. Eso marca una perspectiva para las PASO y octubre. El FIT es un fenómeno nacional, capitalizando la ruptura con lo viejo. Ahora salimos con fuerza con la fórmula Altamira-Giordano y PitrolaSobrero en Provincia de Buenos Aires a denunciar que Scioli, Macri y Massa son lo mismo. Llamando a apoyar a éstas fórmulas unitarias, incorporando a otras organizaciones como ya hicimos en Capital. A sumar los apoyos del Perro Santillán y de quienes quieran apoyar. Apoyando al FIT de Santa Fe para el 14 de junio. A Liliana Olivero en Córdoba, al FIT en Capital y La Rioja para el 7 de julio. A llegar a más provincias, fábricas, hospitales, escuelas, universidades y plazas con nuestras propuestas y candidatos. Planteando que hay que cambiar por la izquierda. Llamando a movilizarnos contra los femicidios el 3 al Congreso y a parar el 9 de junio exigiendo un plan de lucha nacional. Para esto hacemos el acto en Ferro el próximo 5 de junio.
JUAN CARLOS GIORDANO, 53 años, abogado, casado, hincha de Boca, nacido en General Cabrera (provincia de Córdoba), dirigente nacional de Izquierda Socialista y director del periódico El Socialista.
Integra la mesa nacional del Frente de Izquierda.
Su militancia comenzó en los años 80. Siempre perteneció a la corriente lideraba por el dirigente socialista revolucionario, Nahuel Moreno.
En Córdoba fue trabajador judicial durante 15 años (mientras cursaba su carrera de abogacía). Y delegado de la Asociación Gremial de Empleados del Poder judicial.
En los años ́90 fue detenido por reclamar “Cárcel a Angeloz”, el gobernador radical que tuvo que renunciar por la lucha sostenida de varios meses de trabajadores estatales y judiciales por el cobro de sus salarios.
En 1998 se radicó en Buenos Aires. En 2001 participó del Argentinazo que echó a De la Rúa-Cavallo.
Fue candidato en distintos frentes de izquierda. En las elecciones de 2001 fue proclamado diputado nacional en el escrutinio provisorio. Pero en el definitivo su banca fue asignada a la hija de Aldo Rico (diputada del PJ).
Fue abogado del dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero cuando Aníbal Fernández lo acusó sin pruebas de quemar trenes. Sobrero finalmente fue sobreseído.
Giordano e Izquierda Socialista son parte del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, organismo independiente del gobierno que todos los 24 de marzo protagoniza las masivas marchas contra la impunidad de ayer y de hoy.
En 2013 fue elegido diputado nacional del Frente de Izquierda por la Provincia de Buenos Aires, compartiendo la banca rotativa que encabeza Néstor Pitrola.
Hoy es precandidato a vice presidente acompañando a Jorge Altamira en la fórmula presidencial del Frente de Izquierda que competirá en las PASO.