El 25 y 26 de mayo de 1965 se realizó el congreso que dio nacimiento al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), culminando casi dos años de trabajo en común y discusiones políticas entre las organizaciones lideradas por Nahuel Moreno y Roberto Santucho.

Escribe: Mercedes Petit

En 1963 se inició la confluencia entre la organización trotskista Palabra Obrera y el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericanista Popular), al calor de las luchas de los cañeros tucumanos y el desarrollo de la revolución cubana.

Entre 1962/63 Palabra Obrera enfrentó circunstancias complejas, con avances y retrocesos. Mencionaremos solamente que en Perú se desarrollaba la sindicalización y toma de tierras liderada por Hugo Blanco y el combate a la desviación putschista y sus nefastas consecuencias (los asaltos bancarios). En mayo de 1963 cayó preso Hugo Blanco. En Argentina iba culminando el capítulo del “entrismo” al peronismo, y Palabra Obrera llamaba a formar un partido único revolucionario. Se iniciaba la polémica con Angel Bengochea, que en su viaje a Cuba había sido ganado para las posiciones del castroguevarismo1.

Los hermanos Santucho fundaron el FRIP en 1961. Se proponían insertarse entre los trabajadores rurales, definidos como el “sujeto” clave para la revolución (en contraposición a los obreros urbanos, que los calificaba de “conformistas”), en las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Salta. Con fuertes sim- patías por el proceso de la revolución cubana, tenían planteos nacionalistas, indigenistas y antiimperialistas. Publicaban Norte Revolucionario, que tenía secciones y consignas en quechua.

Moreno y Santucho se reunieron en 1963

Hubo elecciones presidenciales en julio de 1963. El peronismo había sido proscripto, mientras buscaba su institucionalización dentro del régimen burgués. Los trabajadores se preparaban para luchar contra el nuevo gobierno radical de Humberto Illía.

Palabra Obrera, que tenía su mayor influencia entre el proletariado del Gran Buenos Aires, por entonces definía como uno de los ejes del proceso revolucionario al proletariado azucarero y tenía presencia en los ingenios tucumanos. Allí comenzó el trabajo en común entre militantes y dirigentes de Palabra Obrera y del FRIP.

En julio de 1963 Moreno viajó a Tucumán y se reunió con Roberto Santucho, quien se iba inclinando a las posiciones del marxismo y se comenzaba a interesar en el trotskismo y sus definiciones sobre el papel de la clase obrera. En Palabra Obrera ya se estaba desarrollando la polémica contra la estrategia de la guerrilla con Ángel Bengochea, que en su viaje a Cuba había sido ganado para las posiciones del castroguevarismo, y rompió finalmente en marzo de 1964.

Alrededor del tema de la lucha armada, no hubo ni debates ni divergencias entre ambos dirigentes. María Seoane en su biografía de Santucho señala específicamente que éste, por entonces, no visualizaba una estrategia de poder basada en la guerrilla. El historiador del PRT-ERP, Pablo Pozzi, lo confirma y señala que los dirigentes del FRIP se volcaron a la confluencia con Palabra Obrera para darle un carácter nacional a su organización, para unir y fortalecer la presencia de los revolucionarios en la FOTIA y por la atracción que para este grupo significó el encuentro con Moreno como teórico y como cuadro político2. Moreno publicó varios de sus informes políticos en la dirección de Palabra Obrera, en el folleto Argentina, un país en crisis3, a fines de 1963, y en 1964 Perú, dos estrategias y “Dos métodos frente a la revolución latinoamericana”, ambos polémicos con el putschismo y el guevarismo. Santucho escribió sus “Cuatro tesis sobre el norte argentino”, donde planteaba una estrategia para la toma del poder político que no incluía para nada a la guerrilla.

El acuerdo de frente único

Durante un año avanzaron las coincidencias programáticas y políticas, así como el trabajo en común, en particular en Tucumán y en el estudiantado de Buenos Aires, donde ambos grupos confluían. El 17 de julio de 1964 se formó un comité paritario, basado en el acuerdo para la formación de un partido único, con centralismo democrático, que reivindicaría el trotskismo y la independencia de clase como una de sus banderas fundamentales. Dentro del FRIP hubo intensos debates y se alejaron algunos dirigentes. Palabra Obrera culminaba definitivamente su experiencia con el entrismo al peronismo y su militancia participaba activamente en los conflictos obreros y las ocupaciones de fábricas. El punto importante en que se discrepaba era la afiliación a la Cuarta Internacional. Palabra Obrera ingresó en diciembre de 1964 a la internacional reunificada. El FRIP planteó dejar ese tema en suspenso, para su discusión posterior.

A partir de enero de 1965 se comenzó a funcionar como Partido Unificado FRIP-PO, con un comité central conjunto, con diez compañeros de PO y cinco del FRIP. En una circular interna del FRIP que informaba a sus militantes decía que “Palabra Obrera es una organización revolucionaria que trabaja en el país, especialmente en Buenos Aires, Bahía Blanca, Rosario, etc., y que tiene mucho parecido por sus métodos y por su posición, con el FRIP.” La dirección se dedicó a la elaboración de los documentos que se presentarían en el congreso de fundación del PRT unos meses después.

En marzo hubo total acuerdo en la respuesta a las elecciones legislativas, que combinaron el voto en blanco a nivel nacional con la participación efectiva en Tucumán en las filas del partido Acción Provinciana, en la cual hubo candidatos obreros de la FOTIA y salió como diputado provincial el dirigente de Palabra Obrera Leandro Fote. El partido unificado desarrolló en el movimiento estudiantil una vigorosa campaña en solidaridad con el pueblo vietnamita agredido por los marines yanquis y contra la invasión a Santo Domingo (véase El Socialista No 291).

La fundación del PRT

El 25 y 26 de mayo de 1965 se realizó el congreso de fundación del PRT (ver recuadro). Con mucho dinamismo el nuevo partido siguió profundizando su construcción en el movimiento obrero y estudiantil. Poco después el semanario pasó a llamarse La Verdad. En mayo de 1966, en su segundo congreso, se aprobó la afiliación a la Cuarta. Los inevitables errores o dificultades políticas o de método que surgían se iban discutiendo en un clima fraternal en la dirección unificada.

Pero el proceso se frustró algo más de dos años después. A partir de junio de 1966 con el triunfo de la dictadura de Onganía que derrocó a Illia, se inició un retroceso en el movimiento obrero. Se instaló una creciente represión. En Tucumán la dictadura inició una gran ofensiva para liquidar los ingenios azucareros4. La derrota dio lugar al escepticismo en las posibilidades de recuperación de la clase obrera en un sector del partido, encabezado por Santucho, y a la búsqueda de “atajos” a través del voluntarismo y la guerrilla.

Se sumó a esto que la conducción de la revolución cubana formó la OLAS y redobló su presión guerrillerista (que incluyó el intento del Che en Bolivia), a la cual sucumbió la mayoría de la Cuarta Internacional. En 1968 se concretó la división. Santucho impulsó la fundación del PRT (El Combatiente) y luego en 1970 del ERP5.

El PRT (La Verdad), encabezado por Moreno, siguió reivindicando tanto los materiales políticos y programáticos que se elaboraron en los años de trabajo en común FRIP-Palabra Obrera y en el PRT, así como la metodología nada sectaria, fraternal y democrática que se llevó adelante en el intento de formar una nueva dirección unificada y el nuevo partido.

1.Véase estos y otros datos en Ernesto González (coord.): El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina. Antídoto, Tomo 3, vol. 2, 1999

2. María Seoane: Todo o nada. Sudamericana, 2005; Pozzi, Pablo: Por las sendas argentinas. El PRT-ERP, la guerrilla marxista. Buenos Aires, Imago Mundi, 2004.

3. Moreno: De Illía a Onganía. Ediciones El Socialista, 2012

4. Ídem.

5. Sobre la ruptura (además de González, ya citado) y el curso posterior de ambos sectores véase El trotskismo y el debate sobre la lucha armada (Moreno, Santucho y la ruptura del PRT), por Martín Mangiantini. El Topo Blindado, 2014; Moreno y otros: Argentina y Bolivia, un balance (polémica con la guerrilla 1969-1972). Cehus, 2014; Moreno: El partido y la revolución (polémica con Ernest Mandel), El Socialista, 2013.

El recuerdo de un delegado

Escribe: Víctor Molino • (hoy miembro de Izquierda Socialista)

Yo hacía unos meses que había entrado a Palabra Obrera, junto a un grupo de compañeros universitarios, fundamentalmente de la Facultad de Ciencias Exactas, que habíamos roto con el Partido Comunista y nos ganó políticamente el trotskismo de Palabra Obrera. Fui elegido por mis compañeros para ser delegado a este congreso.

Se realizó en el Sindicato de Peluqueros, en un salón de la planta alta. Habría unos 30 compañeros entre el FRIP y Palabra Obrera. Se sesionó durante dos días, discutiéndose punto internacional, nacional, sindical, norte del país y estudiantil. También la creación del PRT y vo- tación de la dirección.

En un clima fraternal se discutió este temario. A mí, que venía del PC, me impresionó la democracia con que se discutía. Era la primera vez que vivía que se podía plantear dudas o diferencias, lo opuesto a lo que era el PC. El stalinismo te echaba si planteabas algo distinto a lo que decía la dirección.

Lo que recuerdo de la discusión del temario es que en el punto internacional quedó abierto para que lo siguiera el Comité Central unificado acerca de la integración a la Cuarta Internacional. También recuerdo que se aprobó la campaña contra la guerra de Vietnam, con la consigna fundamental “fuera yanquis de Vietnam”.

En el punto nacional discutimos los conflictos que llevaban adelante los trabajadores de los ingenios azucareros, fundamentalmente en Tucumán. También la orientación para las luchas sindicales del momento; sobre el movimiento estudiantil debatimos fortalecer y avanzar el trabajo que se venía teniendo no sólo en la universidad de Buenos Aires, sino también en las de La Plata, Córdoba y otras más del interior.

Sobre la unificación se votó la creación de un partido único con el nombre PRT. Por unos meses, el periódico se llamaría Palabra Obrera con un suplemento quincenal, Norte Revolucionario. Luego, se llamaría La Verdad.

Por último, se votó el Comité Central. Otra cosa que me impactó fue que los delegados del sector estudiantil nos reunimos un ratito y elegimos qué compañero del frente proponíamos al CC. Esta fue para mí otra muestra de democracia que viví y que nunca pude hacer en el PC.