Sigue la lucha por #NiUnaMenos: ¡Justicia por Karina Abregú!
El pasado 3 de agosto nos movilizamos junto a Karina Abregú, su hermana Carolina y su familia, a los tribunales de Morón para exigir justicia por Karina y cárcel para el femicida Gustavo Javier Albornoz, quien sigue libre luego de rociarla con alcohol y prenderla fuego el 1 de enero de 2014.
Escribe: Malena Lenta
El poder de la movilización logró que, por primer vez, todas las autoridades judiciales que están involucradas en el caso (el tribunal a cargo del juicio, el fiscal defensor y la fiscal a cargo de una nueva causa por amenazas de Albornoz) recibieran a Karina, acompañada por su familia y una comitiva de luchadores (Nora Cortiñas, Laura Marrone, “Pollo” Sobrero, entre otros). Mientras tanto, afuera de los tribunales acompañaron con cantos y material de denuncia del caso, centenares de luchadoras y luchadores contra la violencia machista de distintas organizaciones políticas, sindicales y de derechos humanos.
Los resultados de esta primera movilización fueron muy importantes porque se logró acceso completo a la causa, se fijó la fecha del juicio para el 6 de noviembre y se le dejó bien claro al tribunal y a la fiscalía que Karina no está sola y que el movimiento de mujeres no va a parar hasta conseguir cárcel para el femicida Albornoz.
También se logró que la justicia ordene una custodia en los domicilios de Karina donde viven sus hijos y en la casa de su hermana. Pero, lamentablemente, y como sucede en muchos otros casos, son las víctimas como Karina las que deben vivir protegiéndose a la espera del juicio, mientras Albornoz goza de total libertad. Por eso responsabilizamos a la justicia ante cualquier cosa que pudiera sucederle a Karina -ya que Albornoz continúa con las amenazas-. Y tenemos bien claro que debemos seguir en las calles.
#NiUnaMenos, una pelea que sigue abierta
A más de dos meses de la histórica jornada del 3 de junio, señalamos que, para los de arriba, nada ha cambiado. Mientras Scioli, Macri y Massa siguen gastando millones en sus campañas, ni el gobierno nacional, ni los gobiernos provinciales y municipales han puesto en marcha acciones verdaderas para terminar con la violencia y las muertes de mujeres. En cambio, mujeres como Karina Abregú no solo siguen sin justicia, sino que también carecen de asistencia médica adecuada, de subsidios que le permitan cubrir dignamente sus necesidades y solo es sostenida por la solidaridad de familiares y organizaciones que venimos peleando por los derechos de las mujeres. Hoy Karina sobrevive gracias a la alcancía que pasa en las charlas, asambleas y movilizaciones a las que concurre por solidaridad de los trabajadores. Por todo esto, llamamos nuevamente a todas las organizaciones de mujeres, sociales, políticas y de derechos humanos, junto a todas y todos los luchadores, a seguir apoyando a Karina Abregú. En su caso, se cuenta la historia de otras miles de mujeres que no lograron sobrevivir a la violencia machista. A la justicia le seguimos exigiendo, ¡basta de impunidad para femicidas y golpeadores! ¡Cárcel ya para Gustavo Javier Albornoz! Y a los gobiernos les reclamamos: ¡Declaración de la emergencia en violencia de género! ¡Presupuesto ya para la ley 26485 de erradicación de la violencia! ¡Por refugios, espacios de atención, viviendas dignas y trabajo para las mujeres víctimas de violencia de género! El gobierno nacional es responsable de la situación de las mujeres. ¡Ni Una Menos!
Otro femicidio anunciado
El pasado sábado 8 de agosto, en Berazategui, María Rojas (45 años) murió tras las graves quemaduras que sufrió al ser rociada con alcohol y prendida fuego por su pareja, Osvaldo Villasboas (53 años), quien está acusado de femicidio.
Aunque la mujer ya había realizado denuncias y los familiares y vecinos conocían los distintos episodios de violencia que le perpetraba Villasboas, el desenlace fue el peor. El nombre de María Rojas se suma a la larga lista de mujeres asesinadas en manos de sus parejas o ex parejas, por el simple hecho de resistirse a la voluntad masculina. Sin dudas, la impunidad de la justicia que apenas actúa con los hechos consumados y los gobiernos, que no implementan ninguna política verdadera para terminar con la violencia machista, son responsables de esta nueva muerte.