En Tucumán y en todo el país: ¡Basta de fraude y clientelismo!
El fraude en Tucumán ha sido escandaloso. La Junta Electoral decidió no abrir las urnas y se ha rechazado el pedido de nulidad de la elección planteado por los compañeros del Partido Obrero en el Frente de Izquierda. Mientras exigimos elecciones libres y democráticas, repudiamos el sistema punteril y clientelar de compra de votos de los partidos tradicionales.
Escribe: Juan Carlos Giordano Diputado nacional electo Pcia. Bs. As.
Alperovich reconoció la compra de votos por comida. “Se han entregado bolsones pero se ha perdido”, dijo sobre su derrota en la capital. Esto es una prueba muy clara del fraude del PJ y el Frente para la Victoria de Cristina y Scioli que él representa en Tucumán. Prácticas que también aplica José Cano, el candidato del PRO, UCR, Massa y Stolbizer.
Ya Aníbal Fernández había dicho que no le parece mal que se entreguen bolsones el día de la elección. Beder Herrera del FpV de La Rioja fue más allá: “No se debe militar con dádivas previo a los comicios, sino todo el año”. Comida, colchones, chapas y dinero para comprar voluntades en medio de la miseria y la pobreza. Una postal que viene desde hace años y estalló de la peor manera, con represión, heridos y detenidos.
El sistema de “acoples” usado en Tucumán -que multiplica hasta el infinito las listas para cargos menores que traccionan luego para un candidato mayor-, es propio de gobiernos “feudales”, como les llaman, es decir, partidos y gobiernos que hacen todo lo posible para enquistarse en el poder a cualquier precio.
Ya hay un catálogo de maniobras fraudulentas popularizado como las “diez trampas tradicionales” (boletas adentro de la urna antes de la elección, “voto golondrina” -traen gente a votar de otros lugares-, “factor cartero” -maniobras con el Correo-, etcétera). Y todo el régimen avala esto (gobiernos, partidos patronales y la justicia).
En medio de semejante fraude... ¡la justicia electoral tucumana se negó a abrir las urnas, precisamente porque se develaría el fraude! ¡La gente votó, se quemaron urnas, hubo centenares de irregularidades y no se permite de nuevo el conteo! ¡Una barbaridad! Lo mismo pasa con el rechazo al pedido de nulidad y nueva elecciones de PO (propuesta que acompañó Izquierda Socialista).
Macri, Massa, los radicales y Stolbizer hablan de “transparencia”, pero lo que menos hubo fue transparencia en la última elección en Santa Fe donde gobierna el Partido Socialista de Binner y la UCR. Lo mismo pasó con el fraude en Córdoba, cuando le robaron la banca a nuestra compañera Liliana Olivero.
El 20 de este mes se vota en Chaco y ya Capitanich prepara a su tropa para “que el fraude no se note”. De un millón de personas empadronadas 600 mil viven con planes sociales. Y en Santa Cruz se amplió la ley de lemas.
La Cámara Nacional Electoral nacional llamó a los partidos políticos a una reunión para el 15 de este mes para “evitar irregularidades”. Los jueces dicen que el sistema se tiene que cambiar pero “el Congreso y el Ejecutivo no escuchan”. Planteando cambios para los próximos años. Está claro. La complicidad es de todas las instituciones de esta democracia para ricos, funcional al fraude.
Muchos dicen que la boleta única o el voto electrónico evitaría las maniobras y el robo de boletas, pero ni siquiera la implementan, más allá de los reparos sobre esos sistemas de votación que, en muchos lugares donde se usó, también hubo denuncias de fraude.
Todo el sistema electoral es fraudulento. Está hecho a medida de los partidos patronales. Por eso siguen las “colectoras”, los “acoples” o la “sumatoria” de votos. Además, todos los candidatos patronales se valen de la pobreza y la miseria para el peor de los clientelismos. Y a la izquierda le siguen imponiendo medidas proscriptivas (como el piso del 1,5% en las PASO, o llegar al 3% del padrón electoral -no de los votantes- para recién entrar en el reparto de cargos a diputados nacionales), todo hecho a medida del PJ, FpV, el PRO y el resto de los partidos del ajuste.
Mientras exigimos nuevas elecciones democráticas sin “acoples” en Tucumán, luchamos contra el fraude y el clientelismo en todo el país. Por eso llamamos desde ahora a anotarse como fiscal para defender los votos del Frente de Izquierda.
Fraude contra la izquierda
En la elección de 2013 se le impidió mediante fraude a Liliana Olivero de Izquierda Socialista y del FIT de Córdoba que sea diputa- da nacional. Le pusieron las boletas de las Paso en las elecciones generales y consideraron nulos esos votos. Se apeló, y la justicia, como siempre, se negó a abrir las urnas. En ese momento tanto el PJ como la UCR cordobesa se opusieron al pedido del FIT.
En las pasadas elecciones en Santa Fe se paró el escrutinio faltando el conteo de cientos de mesas. El FIT, según decían, no había pasado las PASO, pero al contarse los votos en el escrutinio definitivo, el FIT lo superó. Y en las Paso de La Rioja y San Juan, directamente el correo no distribuyó las boletas del Frente de Izquierda en gran parte de las escuelas.
Más atrás, en 2001, nuestro compañero Juan Carlos Giordano fue proclamado diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en el escrutinio provisorio, pero al otro día esa banca había pasado al PJ (que ocupó la hija de Aldo Rico).
Esto muestra que la izquierda muchas veces tiene los votos y “no llega”, por los fraudes.