Mientras el titular de la UOM y de la CGT oficialista, Antonio Caló, le roba a sus afiliados, apoya a Scioli. Moyano, por su parte, elogia a Macri. Barrionuevo está con Massa. El sindicalismo combativo va en las listas del Frente de Izquierda.

Escribe: Rubén “Pollo” Sobrero Candidato a vice gobernador Pcia. Bs. As.

La traición de Caló no tuvo límites en todos estos años. Como buen delfín de Lorenzo Miguel prestó servicios a Cristina -y ahora a Scioli- pactando con las patro- nales salarios a la baja y siempre llamando a apoyar al gobierno kirchnerista. Ahora fue imputado por “lavado de dinero”. Se quedó con 20.000 dólares mensuales desde 1987, plata que le correspondía a los afiliados metalúrgicos. ¡Hace 27 años que viene robando! ¡Hasta al abogado de la UOM se lo encontró con un maletín con 800 mil dólares de “sobresueldos” llevándoselos a los bancos uruguayos!

Caló logró que se ponga en el convenio de la UOM en 1987 (por eso dirá que todo fue “legal”) un “seguro de vida y de sepelio”, fondo solventado en gran parte con dinero de trabajadores, que en un 20% fue a sus bolsillos. Están investigados también Naldo Brunelli, Carlos Gdansky, el “Barba” Gutiérrez, Minguito, Hugo Curto y Juan Belén, este último recordado por endilgar como la “zurda loca” al avance del sindicalismo combativo en los gremios.

Este ítem, “seguro de vida y de sepelio”, es un secreto a voces en los negociados de la burocracia sindical, que cuenta con la venia del Ministerio de Trabajo y las patronales. Todos son cómplices. Otro burócrata K, Víctor Santa María del Suterh, también fue investigado por descontar dinero a sus afiliados por un plan de viviendas que nunca construyó, pero quedó en la impunidad.

Algunos de estos dirigentes sindicales vienen cayendo en desgracia por distintos motivos. Zanola está preso por traficar con los medicamentos. José Pedraza por ser el autor intelectual del asesinato de Mariano Ferreyra, quien también fue procesado por el mismo negociado del “seguro de sepelio”.

Todos se “reparten” en su apoyo a los distintos candidatos patronales. Caló con Scioli, es el burócrata de mayor confianza del candidato del Frente para la Victoria. Moyano se sacó la foto con Macri (ver recuadro) y el “Momo” Venegas, de Uatre, va con el PRO. Luis Barrionuevo apoya a Sergio Massa.

El Frente de Izquierda, en cambio, está lleno de trabajadores, delegados, miembros de comisiones internas y de sindicatos opositores y combativos. Con todos ellos, junto a compañeros con los que venimos coordinando en el Encuentro Sindical Combativo, como el “Perro” Santillán y otros valiosos dirigentes, aspiramos a construir un polo de referencia contra la burocracia y por una nueva dirección del movimiento obrero.

En el Frente de Izquierda tenemos propuestas concretas. ¡Basta de burócratas traidores! Por nuevos dirigentes sindicales, antipatronales, antiburocráticos y de lucha. Que todo se resuelva en asamblea. Que los dirigentes vuelvan a trabajar y ganen lo mismo que un trabajador. Por un sindicalismo autónomo e independiente de los gobiernos y del estado.

Cada voto que saquen Scioli, Macri o Massa, fortalecerá a la burocracia sindical. En cambio, cada voto que saque el FIT, servirá para darle más fuerza al sindicalismo combativo y por la democracia sindical.

Moyano coquetea con Macri

“Si no te molesta, te digo compañero”, le dijo el titular de la CGT opositora al candidato a presidente del PRO. Y siguió con los elogios: “Este gobierno (el de Macri) supuestamente de derecha fue el primero que reconoció los derechos de los trabajadores”. Y dijo que en la Capital los trabajadores pasaron de ser “cirujas” a “recolectores de residuos”.

Moyano siempre estuvo con uno u otro de los dirigentes o gobiernos patronales de turno. Recordemos cuando, “en su momento K”, hizo un acto en la 9 de julio para pedir el voto a Cristina. Ahora pone huevos en distintas canastas. Mientras le hace un guiño a Macri, su hijo Facundo está con Massa y Plaini de Canillitas, otro dirigente de la CGT opositora, va en las listas con Scioli. Tan ocupado estaba con estos movimientos, o con dirigir Independiente, que “no tuvo tiempo” para darle continuidad a los dos paros generales por el salario y contra el ajuste.