Jaime reconoció que recibió dádivas de Cirigliano (TBA) y de otras empresas. El mismo que tenía que controlar a estas patronales, recibió plata a cambio de fabulosos subsidios entregados por el kirchnerismo. Un complot de corrupción que llevó a la masacre de Once. Jaime debe ir preso, igual que todos los corruptos y verdaderos responsables. Y debe ser absuelto el maquinista.

Escribe: Mónica Schlotthauer Candidata a Diputada Nacional Pcia. Bs. As.

Terminaron los alegatos de todas las querellas y del fiscal Arrigo. Este juicio histórico llegó a su fin y solo falta conocer las condenas que dictará el tribunal.

Es histórico porque a pesar de los intentos del gobierno de tapar la cadena de su corrupción metiendo preso a un trabajador (el motorman Marcos Córdoba), quedó demostrado el plan criminal de empresarios y funcionarios que terminó con 52 muertes evitables.

Es también histórico, porque en el banquillo de los acusados están los funcionarios de muy alto nivel. Y porque el propio fiscal instó al tribunal a investigar al ministro De Vido, el principal responsable que falta en este juicio. Aún antes de conocer las condenas, es toda una novedad que se pidieran las penas mayores para los funcionarios y empresarios, y penas menores, o directamente la absolución, en el caso de algunas querellas, del maquinista Córdoba.

Todos estos logros no cayeron del cielo. Es un triunfo de la movilización de los familiares de las víctimas, los ferroviarios del Sarmiento y el conjunto del pueblo trabajador que sigue acompañando. Y es con esa misma movilización que llamamos a seguir para que vayan presos Jaime, Schiavi, Sicaro y los Cirigliano. Y por la absolución del maquinista.

En otra causa que involucra a Jaime y a Cirigliano, ambos confesaron haber dado y recibido coimas y hasta ofrecieron “devolver el dinero” en cuotas para que les rebajen las condenas. Pero las vidas de las 52 víctimas de Once no se pueden devolver. Estas confesiones son la prueba irrefutable que son corruptos y que ya ni se molestan en disimularlo. Deberían estar presos, pero siguen libres y regateando sus condenas. Esa es la impunidad que ha consagrado el gobierno nacional y contra la cual luchamos y seguiremos enfrentando gane quien gane en las próximas elecciones.

Esa impunidad y ese desprecio por las víctimas equivale a matar dos veces, como bien lo expresó Arrigo en su alegato final: “Muchas víctimas han perdido el trabajo, y otros han llegado a la trágica y drástica decisión de quitarse la vida”, sentenció el fiscal.

A lo largo del juicio se demostró que los ferroviarios del Sarmiento teníamos razón. Más de 300 denuncias en una década y no nos escucharon, tampoco escuchan las denuncias actuales. Las pericias técnicas y contables probaron que la falta de mantenimiento, el desvío de fondos y la fiesta de los subsidios hace que la corrupción mate. Y se demostró que los empresarios, funcionarios y burócratas sindicales estaban al tanto de todo. El abogado Menghini, de brillante alegato, reveló un mail del propio jefe de talleres, que cinco días antes del 22 de febrero fatídico informaba que “el tren chapa 16 debía salir de circulación porque era irreparable”. Los peritos de TBA mintieron y terminaron acusados de falso testimonio.

El gobierno logró que las sentencias se dicten para después de las elecciones. Sigamos movilizándonos para que vayan presos Jaime, Cirigliano, Schiavi, Sícaro y compañía. Que se investigue a Julio De Vido. Que se absuelva al motorman, precisamente porque según los dichos del fiscal, “de haberse cumplido con el mantenimiento no se hubieran producido las consecuencias”. Y que se reestatice todo el sistema ferroviario bajo control y gestión de trabajadores y usuarios.

Los amigos de Jaime... Son también de Macri

Néstor Otero (TEBA) hace 22 años viene manejando la concesión de la terminal de ómnibus de Retiro. En 2006, bajo el kirchnerismo, había logrado la prórroga del contrato. Ahora cayó en desgracia porque Jaime reveló que TEBA le pagó los alquileres y fue su garante de dos departamentos de lujo en Avenida del Libertador, que ocupó mientras era funcionario.

Por el escándalo, el gobierno nacional tuvo que llamar a licitación. Pero Otero y TEBA siguen haciendo negocios con Macri, quedándose como dueño, no como concesionario, de una estación de ómnibus de larga distancia, en el Bajo Flores (TTA). Emprendimiento ya aprobado por la Corporación Sur.

Los mismos que vinieron haciendo negocios turbios con el kirchnerismo lo hacen también con el macrismo. Si se trata de negociados, no hay diferencias que valgan entre el PRO y el FpV.