La dirigente kirchnerista y de la Tupac fue excarcelada por las causas que le iniciaron por el acampe en Jujuy, el cual se acaba de levantar. Pero quedó detenida por otras. ¿Está bien que Milagro Sala siga detenida? ¿La justicia y el gobierno están combatiendo la corrupción y quieren con esto terminar con el clientelismo?

Escribe: Juan Carlos Giordano

Desde que detuvieron a Milagro Sala siempre dijimos lo mismo: pedimos por su libertad, no porque “pongamos la manos en el fuego” por ella como dirigente social ni del peronismo K. Nunca coincidimos con su política pro K y métodos patoteriles, ni la reivindicamos como una luchadora social contra la pobreza, como hacen sectores kirchneristas, ni la comparamos con los honestos luchadores obreros y populares que libran duras batallas todos los días contra el gobierno, las patronales y la burocracia sindical. Pero no le damos ninguna autoridad a la justicia patronal y al gobierno de Gerardo Morales para detener a Sala por realizar un acampe decidido por su organización, posando de que quieren combatir el clientelismo y el patoterismo.

Lo cierto es que a Sala la acusaron de “tumulto e incitación a cometer delitos” por el solo hecho de ejercer el derecho de protesta.

Sabemos que muchos trabajadores y luchadores por repudiar el accionar de Milagro Sala y la utilización que hizo de los subsidios millonarios en complicidad con el kirchnerismo tengan dudas si hay que pedir por su libertad. Pero ojo. Porque hoy la justicia va por Milagro Sala y mañana viene por nosotros. Si se deja pasar esto, el gobierno o cualquier juez ya tendrá el antecedente para aplicarlo en contra de quienes se dignen a enfrentar los despidos, los tarifazos o pidan aumento de salario, encarcelándolos o judicializando su reclamo. El gobierno reaccionario de Macri ya dijo que quiere “reglamentar” la protesta, cuando le deja las manos libres a las patronales para que despidan o bajen los salarios.

A tal punto la detención de Sala era ilegal, que la justicia no la pudo sostener por más días, por eso la tuvo que excarcelar. Pero es tan descarada la política persecutoria de los jueces jujeños y del gobernador de la UCR y de Cambiemos Gerardo Morales (ver recuadro), que la mantienen presa por otras causas que le interpusieron de apuro y en forma paralela, precisamente para no liberarla, por delitos con penas que llegarían a 10 años de prisión.

¿Y los ladrones de guante blanco?

Sala sigue detenida por la supuesta autoría de “asociación ilícita”, “fraude contra la administración pública” y “extorsión”. Pero los supuestos elementos de prueba fueron aportados por ex dirigentes que estaban hasta hace poco con Milagro Sala y hoy han sido cooptados por el gobernador Morales. Si fuera por esos delitos, tendría que haber un montón de delincuentes de guante blanco en la cárcel. Este gobierno que prometió combatir la corrupción, no ha hecho ninguna denuncia a funcionario corrupto alguno desde que asumió.

A Sala la presumen “culpable” y “peligrosa” por delitos que recién se están investigando y no ha sido indagada aún. Estamos a favor de que se investigue y se llegue a la verdad por el accionar de Milagro Sala, aunque no será esta justicia quien lo haga, la cual reveló su intención persecutoria. Pero lo novedoso de todo esto es que Sala sea hoy la única detenida por casos de presunta corrupción, mientras en el país hay personajes detestables con graves acusaciones y siguen en libertad.

Ante la masacre de Once, por ejemplo, un fiscal dijo que hubo un “plan criminal” que llevó a la muerte de 52 personas por parte de funcionarios del gobierno y empresarios, pero si bien algunos fueron condenados… ¡no hay al día de hoy ninguno preso! ¡Jaime, Schiavi y los Cirigliano de la ex TBA siguen en libertad! ¿No es llamativo que esté presa Milagro Sala mientras el corrupto de Boudou está libre a pesar de estar procesado dos veces por graves hechos de corrupción? ¿Qué pasa con el robo de la familia presidencial por Hotesur o el enriquecimiento exponencial del patrimonio de todos los funcionarios K? ¿Y Aníbal Fernández, acusado de fogonear el triple crímen de la efedrina y de patrocinar narcos y barras? ¿Y el ex candidato de Macri, Fernando Niembro, que facturó 20 millones de pesos mediante una empresa trucha que fueron pagados por el gobierno del PRO de la Capital?

Ni qué hablar del radical De La Rúa por la causa de la Banelco quien fue sobreseído cuando las pruebas eran contundentes. O Menem, hoy “senador de la República”, acusado de traficar armas a Ecuador y otros chanchuyos. O, sin ir más lejos, el actual presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien está procesado por el Megacanje en el gobierno de la Alianza (que elevó la deuda externa en 55 mil millones de dólares), y hoy espera su juicio en libertad. ¡Estas sí que son verdaderas asociaciones ilícitas por quienes vinieron usando todo el aparato del estado para robar!

¿Por qué la mantienen presa?

El objetivo de la justicia y del gobernador Morales es claro. En primer lugar, quieren que el control social sobre los planes sociales en Jujuy no los tenga Milagro Sala, sino los lugartenientes que le respondan al nuevo gobernador. Sino no se explica por qué la UCR de Morales vino gobernando la capital de Jujuy durante varios años con precarización laboral y clientelismo. Segundo, quieren que esto sea un ejemplo para aquellos que se animen a enfrentar el ajuste en curso.

Ante el caso, sectores K seguirán diciendo que a Sala hay que liberarla porque es una “gran luchadora”. Otros, que ahora Milagro “está bien detenida” porque se le han imputado los verdaderos delitos por los cuales es responsable. Nosotros seguimos reclamando por su libertad a pesar de las enormes diferencias que nos separan. Distinguiendo bien claro quiénes son los enemigos de los trabajadores.

¡Qué justicia!

Raúl Gutiérrez, el juez que ordenó la detención de Milagro Sala, habilitó la feria un día sábado y luego pasó parte de enfermo y se esfumó. Ahí apareció el juez Gastón Mercau, el que dilató y repitió la detención.

Mercau es el padre de las nietas de la recientemente designada presidenta del Superior Tribunal de Jujuy, Clara Langhe de Falcone, ex diputada radical en la provincia hasta 2010. El gobernador Morales consiguió ampliar su alto tribunal de cinco a nueve miembros apenas asumió. De los cuatro nuevos, dos eran diputados radicales (Pablo Baca y Beatriz Altamirano) y otro de los nombrados, Federico Otaola, fue ex legislador de la UCR.

El gobierno puso al frente del ministerio Público Fiscal a Sergio Lello Sánchez, también de familia radical. El desalojo del acampe fue ordenado, a su vez, por otro juez contravencional, Matías Ustarez Carrillo, nombrado el 5 de enero último por Morales. Carrillo ha participado y fue fotografiado en eventos de la UCR y el expediente de la protesta es el número “001” de su juzgado. Por su parte, la fiscal Liliana Fernández de Montiel del fuero de Menores -conocida por haber pedido prisión perpetua para Romina Tejerina-, fue designada especialmente para actuar en enero y de entrada pidió la detención de Sala. Y la Sala IV de la Cámara de Casación que viene beneficiando a Morales en viejas denuncias contra Milagro Sala, es la misma que revocó el procesamiento del empresario Pedro Blaquier acusado de delitos de lesa humanidad desde el Ingenio Ledesma durante la última dictadura (Página12, 31/01). ¡Una pinturita de “justicia independiente”!