Muchos trabajadores y jóvenes votaron a Scioli y al FPV creyendo que era la alternativa a la “derecha” y a Macri. Algunos nos critican por el llamado al voto en blanco del FIT. “Vieron lo que pasa. Se confirma que fue un error el voto en blanco”, nos dicen. Compartimos con miles y miles de trabajadores y jóvenes la bronca y el repudio al gobierno de Macri y a su ajuste. Y llamamos a unirnos para derrotarlo. Pero lo que se tienen que preguntar esos compañeros es qué papel están jugando Scioli y el Frente para la Victoria frente al ajuste. ¿Se oponen realmente o son parte?

Escribe: Luis Covas

La respuesta a este interrogante está en la realidad y no en los discursos de la campaña electoral de Scioli y del FPV ni en las actuales declaraciones explosivas de los dirigentes del kirchnerismo en programas como Intratables y otros. Es importante comparar esas virulentas “denuncias” de Abal Medina, Agustín Rossi, Sabatella, Guillermo Moreno o el “Chino Navarro”, entre otros, con la realidad. Comparar con la actuación de los gobernadores, intendentes y parlamentarios del FPV.

De las “plazas de la resistencia” al ajuste de Alicia Kirchner

Apenas asumió el gobierno de centro derecha de Macri, el kircherismo salió a hacer las llamadas “plazas de la resistencia” en algunas plazas de Buenos Aires, encabezados por el ex ministro Kicillof. Desde ya Kicillof habló en esos actos como si no hubiera sido el ministro de economía que atacó el salario de los trabajadores, sostuvo el impuesto al salario y que dejó abierto los actuales despidos de miles de empleados estatales porque en vez de pasar a planta permanente mantuvo la precarización de los “contratados” por años. En las “plazas” denunció la entrega pero se olvidó de que fue quien avaló, por ejemplo, los negociados con las multinacionales, como el acuerdo con Chevrón, la Barrick o Monsanto.

Pero luego de aquellas “plazas” se pasó a la realidad del rol de los dirigentes kirchneristas allí donde deben gobernador o legislar. Ahí es donde se ve que no existe ninguna “resistencia” al ajuste sino complicidad.

El gran botón de muestra es nada mas y nada menos que la gobernadora Alicia Kirchner y la realidad de Santa Cruz. Lo primero que hizo al asumir fue imponer el decreto 157, declarando la “emergencia administrativa”. Por ese decreto anunció un ajuste para los estatales y el cese de los contratos en el estado provincial. Todo muy parecido al ajuste y decretos de Macri. O sea, en la televisión los dirigentes K denuncian los decretos de necesidad y urgencia y los despidos y en Santa Cruz lo aplican. A esto hay que sumar que nada hacen para que Lázaro Báez, el patrón corrupto K, no deje el tendal de miles de despedidos.

El FVP solo busca presionar a Macri para mantener sus prebendas y sus negociados

Lo de Santa Cruz no es un hecho aislado. También en Tierra del Fuego la gobernadora K Rosana Bertone, lanzó cerca de 400 despidos en el estado. Lo mismo ha ocurrido en intendencias k de Buenos Aires como en San Martín o José C. Paz. En la legislatura de la provincia de Buenos Aires, finalmente votaron el presupuesto del endeudamiento y del ajuste de Vidal a cambio de plata para las intendencias. Las grandes preocupaciones de los gobernadores, legisladores y dirigentes K es presionar al gobierno de Macri para “negociar” la plata de la coparticipación federal pero nada de ello va para más salario, educación o salud. Tampoco mueven un dedo contra el “ajuste” los sindicalistas del FPV de la CGT de Caló y Gerardo Martínez.

Esto muestra que los discursos de campaña del FPV como las actuales “denuncias” virulentas televisivas, no son más que una cortina de humo para sostenerse como “opositores” mientras son cómplices del ajuste macrista. Nada se puede esperar a favor de los trabajadores y de la juventud de parte del FPV, de la burocracia sindical ni de los dirigentes del peronismo K. Solo hay que confiar en la movilización obrera y popular contra el ajuste de Macri y sus cómplices justicialistas, sean del Frente Renovador como del FPV. Los trabajadores y la juventud que aspiran a cambios de fondo en el país deben romper con estos falsos profetas y sumarse al Frente de Izquierda y a Izquierda Socialista para fortalecer una nueva alternativa política de los trabajadores.

“Resisten” por una oficina

Otra cara de la “resistencia” de los dirigentes K de La Cámpora es la toma de una oficina en el Congreso. Dirigentes de esta agrupación llevan más de una semana ocupándola, día y noche, para que el diputado Máximo Kirchner la utilice cuando venga a Buenos Aires. Una de sus importantes formas de “resistencia” con el macrismo.

Massa es más de lo mismo

El “peronismo opositor” que supuestamente encarna el Frente Renovador va mostrando día a día que no tiene nada de opositor. Massa aprueba en general todas las medidas de ajuste de Macri, más allá de algunas críticas parciales. Lo acompañó al foro económico de Davos, participando en las reuniones con empresarios y en encuentros diplomáticos con otros países. Con el verso de mostrar “gobernabilidad y previsibilidad”, Macri y Massa se mostraron juntos ante los “dueños del mundo” que saben que Macri necesita aliados en el Congreso y en las provincias, para aplicar a fondo el ajuste al pueblo trabajador.

Macri a su vez toma y aplica parte de las propuestas más controversiales de Massa, como la ley de derribo de aviones sospechados de narcotráfico. Hasta llegó a proponerlo como posible líder del PJ.
Sobre la conducción del justicialismo, Massa prefiere postular a su aliado en las últimas elecciones, De la Sota, mostrando que esa sociedad política sigue vigente. Curiosamente, el gobernador delasotista de Córdoba, Schiaretti, aplica el mismo ajuste que Macri, con despidos y rebajas en las jubilaciones. Y junto a Macri condujeron una reunión del gabinete nacional en esa provincia, la cual fue catalogada de “histórica” por el actual gobernador.

Massa y su falso peronismo opositor no son salida para los millones de trabajadores que están sufriendo la inflación, los tarifazos y los despidos. .