¿Quién divide los 24 de marzo?
Escribe: Atilio Salusso
Itaí Hagman, dirigente de Patria Grande, escribió una nota en Página 12 el 12 de febrero titulada “¿Y si el 24 de marzo hacemos una sola marcha?”. Hagman advierte que a 40 años del golpe nos en- cuentra “más lejos de los sueños” por los que pelearon los desaparecidos, haciendo referencia a que hay un retroceso con el gobierno de Macri. Pero ¿qué quiere decir el dirigente de centroizquierda? ¿que con el kirchnerismo estábamos “más cerca” de esos sueños? Una y otra vez se vuelve a lo mismo. Se elogia al kirchnerismo de haber encarnado un “modelo” transformador y de defender los derechos humanos, cuando a la famosa década K la ganaron los grandes grupos que se beneficiaron con la dictadura, se pagó más que nunca y de contado la deuda externa contraída por Videla-Martínez de Hoz y la bandera de los derechos humanos terminó con Milani en el ejército.
Hagman llama a dejar de lado “las diferencias” por las que no se viene marchando en común. Pero si no hubo acciones comunes en estos años fue por el rol del kirchnerismo y los organismos de derechos humanos afines al gobierno K. ¿O eso lo ignora Hagman? El que dividió los 24 de marzo fue el gobierno kirchnerista que cooptó a Abuelas y a Hebe y realizó siempre actos a favor de su gobierno. Mientras el Encuentro Memoria Verdad y Justicia se movilizó en forma independiente contra la impunidad de ayer y de hoy (es decir, la que también existió bajo el kirchnerismo). ¿Hagman se olvidó de Julio López, la Ley Antiterrorista, el Proyecto X y el crecimiento de la criminalización de la protesta en la era K?
No es Memoria Verdad y Justicia ni la izquierda que junto a decenas de organizaciones protagonizan las columnas más importantes cada 24 quienes “dividen”. Siempre lo hicieron los gobiernos de turno. Por eso el próximo 24 de marzo hay que marchar con fuerza en todo el país. Denunciando el ajuste y la impunidad del gobierno de Macri dándole continuidad al que ya venía con el kirchnerismo. Esto es realmente no olvidar, no perdonar, ni reconciliarnos.
El sueño de nuestros desaparecidos se hará realidad cuando vayan a la cárcel todos los genocidas, se desmantele todo el aparato represivo, se deje de pagar la deuda externa y nuestro país se libere del yugo del capital, de las multinacionales y del imperialismo. Algo que no ocurrió hasta ahora. Ese es el sentido que le daremos nuevamente a este 24 de marzo marchando en todo el país.