La producción de carne depende de grandes productores. El 40% del stock está en manos de 1.250 hacendados: Larreta-Anchorena, Leloir, Gómez Alzaga, Blaquier y los grupos Bunge y Born, Pérez Companc, Bemberg y Werthein, quienes concentran el 32% de la tierra bonaerense. Ellos son los que vinieron liquidando el stock ganadero faenando animales cada vez más chicos, liquidando vientres (hembras), bajando la capacidad de reproducción. Todo para dedicar más tierras al cultivo de soja con el aval del gobierno K y ahora el de Macri.

Cuando los animales llegan al Mercado de Liniers se venden a un determinado precio, previo acuerdo de los consignatarios -muchos de ellos propietarios de ganado-, con los frigoríficos y grandes cadenas de supermercados. Así se llega a que hoy un kilo de asado llegue a valer $120 en las carnicerías, mientras el ministro de Agricultura dice que tendría que estar a $90, como si fuera un precio accesible para las mayorías populares.

La carne es vital para la dieta alimentaria. Por eso se deberían fijar precios máximos para todos los cortes y media res que salen del frigorífico. Precios que deberían ser controlados por las asociaciones de consumidores y organizaciones sindicales. Además, para terminar con la especulación en el ingreso de animales hay que estatizar el Mercado de Liniers, eliminar el sistema de consignatarios y que sea el estado quien fije el precio del kilo vivo, actuando como intermediario entre productores y consumidores, estatizando a su vez los grandes frigoríficos.

Por su parte, nacionalizar el comercio exterior permitiría determinar anualmente cuál es el saldo exportable de carne una vez cubierta las necesidades internas. Planificando racionalmente el aumento y engorde del ganado. Solo así podemos tener carne a precio accesible en las mesas populares.

J.C.G.

El “ejemplo” de Chile

Con el anuncio de que las empresas publiquen en la web los precios para que los consumidores busquen “el mejor” Macri está copiando el ejemplo de Chile que, según dice, está dando buenos resultados. Pero miremos qué pasa en el país vecino.

En enero de este año se denunció que las tres mega cadenas de supermercados (Walmart, Cencosud -Jumbo- y Unimarc) se pusieron de acuerdo para fijar el precio del pollo, el cual no se podía vender por menos. Las tres empresas, con una participación monopólica en el mercado nacional del 92%, actuaron en común perjudicando a los consumidores, ganando así US$1.500 millones. (The Clinic Online, 6/1/16).

En Chile se les aplicó una multa, lo mismo que se vino haciendo en Argentina. Pero en estos años las grandes empresas solo pagaron el 10% de las mismas, mientras con sus prácticas oligopólicas se llevaron fortunas.

Índice Congreso: Más papistas que Macri

Sergio Massa junto a Stolbizer y la diputada Donda dieron a conocer el renovado índice Congreso de la inflación. Señalaron que la de enero fue del 3,6% cuando el IPC de la Ciudad de Buenos Aires marcó el 4,1%. O sea, estos “opositores” le lavan la cara al macrismo al dar números menores que los de los propios organismos que dirige el PRO.

Preguntados además de dónde sacan la información para revelar los índices, no contestaron pregunta. Se sospecha que hacen un promedio de distintas mediciones privadas. El índice Congreso es un blef.