Escribe: Pablo Almeida Delegado General ATE Ministerio Economía

El Consejo Directivo de ATE Nacional ha convocado a un paro nacional con movilización para el próximo 24 de febrero. Un paro que no estaba en la agenda de la conducción del sindicato hasta el mes de marzo. Sale por la gran presión de miles de estatales que en todo el país luchan contra los despidos. También se incorpora como punto fundamental la pelea por el salario frente a los recortes que intenta aplicar el gobierno de Macri.

Febrero comenzó con la confirmación por parte del Ministerio de Modernización del despido de 6200 trabajadores solo en la administración pública nacional. Sabemos que esta ola de despidos cruza todo el país, incluidos los gobiernos provinciales y municipales, sean de Cambiemos, del Frente para la Victoria o de cualquier partido patronal. Se aprovechan de la extendida precarización que dejaron los 12 años de kirchnerismo para dar de baja a miles de contratos basura. Encima debemos enfrentar el silencio cómplice y la inacción de la dirección burocrática de UPCN, gremio autotitulado mayoritario entre los estatales nacionales que fuera aliado fervoroso de los gobiernos kirchneristas dejando pasar la masiva precarización y los bajos salarios.

El otro problema que aqueja a los estatales es el peso devastador de la inflación sobre los salarios que en su mayoría se encuentran muy por debajo de la canasta familiar. En muchas reparticiones han comenzado recortes en distintos ítems que componen el salario, como las horas extras. El gobierno nacional intenta que con el miedo a ser despedidos no demos la pelea por nuestro salario, aceptemos recortes y una pauta salarial entre el 20/25%.

Pero para desgracia de los gobiernos ajustadores, los trabajadores estatales de todo el país salimos a enfrentar esos despidos y en muchos lugares se ha logrado reincorporar compañeros o se han abierto negociaciones. Luchas que recorren el país en lugares tan disímiles como Santa Cruz, Córdoba, Jujuy, Salta, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires; en organismos municipales, provinciales y nacionales. Pese al temor a los despidos, miles de estatales se organizan en asambleas y salen a la calle. Es el caso de los lugares que han sido más afectados, como el Ministerio de Cultura o Fabricaciones Militares. Y también de sectores donde aún no ha habido una oleada de despidos pero igualmente se han realizado asambleas y acciones de lucha numerosas a pesar de la época del año, como es el caso del Ministerio de Economía o el Ministerio de Trabajo. El 4 de febrero miles de estatales de la capital protagonizaron una masiva movilización al Ministerio de Modernización.

El paro del 24 será una oportunidad para demostrar que los trabajadores nos ponemos de pie para enfrentar al ajuste. Reclamamos, como lo hemos hecho en los plenarios de delegados de ATE, que la movilización ese mismo día sea a Plaza de Mayo. Y también exigimos a la conducción de ATE -como se ha votado en las asambleas de base- que este paro sea el primer paso de un verdadero plan de lucha unificado. Reclamemos desde cada asamblea la continuidad de la pelea convocando un plenario nacional de delegados y trabajadores, que funcione con el mandato de las asambleas de base.