Acto del 29 de las CGT y CTA ¿Para cuándo el paro?
Las CGT de Moyano, Caló y Barrionuevo y las CTA de Yasky y Micheli se han puesto de acuerdo en impulsar el acto del 29 de este mes. Se hará en el Monumento al Trabajo en Capital.
Muchos podrán creer que este acto de las “cinco centrales” es para enfrentar al gobierno de Macri y a los gobernadores, frenar los despidos, pelear por un urgente aumento de salario o para apoyar las luchas en curso. Lamentablemente no es así. El acto, como se han encargado de señalar los dirigentes convocantes, no es para enfrentar al gobierno ni para apoyar las luchas en curso. Barrionuevo dijo recientemente en el programa A Dos Voces junto a Moyano y Caló: “El gobierno necesita tiempo”. Y el metalúrgico agregó: “hay que ser prudentes” cuando en el gremio que dirige, la UOM, se denuncian miles de despidos.
El acto fue convocado originariamente por Moyano y Caló para conmemorar “el día del trabajo”. Para mostrar que “hacen algo” mientras los despidos y el ajuste se siguen aplicando con más fuerza en todo el país.
Es probable que en el acto del 29 se hagan fuertes críticas al gobierno. Pero el centro del reclamo de estos dirigentes es apoyar proyectos parciales contra los despidos o una doble indemnización en el Congreso. Pero eso se va a lograr con lucha, no cifrando expectativas en los diputados.
En concreto, se trata de un acto que le da la espalda a los que vienen reclamando. Si las CGT quisieran enfrentar el ajuste y que ganen las luchas ¿por qué entonces no fijan un paro general y un plan de lucha a tal fin?
La declamada “reunificación” que pregonan Moyano, Caló y Barrionuevo no significa ninguna “unidad del movimiento obrero” para enfrentar el ajuste, sino la unidad de los dirigentes para seguir otorgándole una tregua a Macri y los gobernadores. Eso no quiere decir que en algún momento estarán obligados por la presión de las bases a tomar alguna medida de protesta. Pero no es el ánimo que los mueve por estas horas.
Muchos trabajadores podrán creer que participando del acto del 29 se fortalecen las luchas o que el sindicalismo combativo debería ir para “exigir un plan de lucha”. Pero este acto no es progresivo porque está planificado para otra cosa.
La exigencia a estos dirigentes sigue siendo la misma: que abandonen la tregua y convoquen a un paro nacional. Eso es lo que hace falta para derrotar el ajuste en curso, no actos ajenos a las necesidades obreras y populares.