Ya no veremos más su figura pequeña, delgada, de caminar cansino, coronada siempre por su inseparable gorra. Pocos sabían que se llamaba Oscar Oliva, porque para todos nosotros siempre fue cariñosamente “el Pelado”. En muchos aspectos de la militancia siempre fue un ejemplo. Adhirió a la política del partido en el 83 y no la abandonó hasta su inesperada partida el pasado 15 de abril. Tenía 56 años. En varias oportunidades fue nuestro candidato a Intendente en la ciudad de Carlos Paz, donde vivió la mayor parte de su vida. Allí muchos lo recordaban porque los medios de prensa lo mencionaban como “el candidato de la bicicleta”, porque así recorría la ciudad haciendo campaña en compañía de su pequeño hijo Renzo, que lo ayudaba repartiendo volantes o pegando afiches hasta que en una de esas jornadas alguien les robó ambas bicicletas. Siempre fue obrero fabril.

Su última actividad fue como metalúrgico hasta el cierre de la empresa. Finalmente changueó hasta lograr su jubilación por invalidez. Militante ejemplar, ni en la peor época de su vida personal dejó de aportarle al partido, ni decayó en su actividad, por eso su despedida en el velatorio fue llena de dolor y muy emocionante. El 1° de Mayo todos los compañeros volvimos a rendirle homenaje en nuestro acto con la presencia de toda su familia.

Al “Pelado” lo perdimos solo físicamente, porque en realidad siempre vivirá con nosotros siendo referencia obligada por su ejemplo y abnegación. Por eso el emocionado grito de despedida de todos sus camaradas fue: ¡compañero “Pelado” presente! ¡Ahora y siempre! Con él se ha ido otro de nuestros invalorables compañeros. Hoy nosotros recogemos sus banderas y nos juramentamos una vez más para llevarlas al triunfo.

Querido compañero “Pelado” ¡hasta el socialismo siempre!