El gobierno de Syriza está aplicando nuevos ajustes antipopulares, subiendo impuestos y bajando aún más las jubilaciones en el marco de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE). Se prevé recortar hasta 5.400 millones de euros.

A pedido del primer ministro Alexis Tsipras, el parlamento aprobó en tiempo récord el ajuste este último lunes por mayoría relativamente estrecha. El recorte busca seguir pagando la enorme deuda externa producto del salvataje a los bancos en el 2008. El estado griego descargó sobre el pueblo esta enorme deuda que alcanza el 180% de su PBI. Syriza ganó las elecciones en enero 2015 prometiendo terminar con los planes de ajuste. Pero traicionó sus promesas y cumple a rajatabla el plan de los usureros acreedores.

Contra estas medidas, el sindicato del sector público (ADEDY) y el principal del privado (GSEE) así como periodistas y el sindicato de trabajadores del campo hicieron una gran huelga de 48 horas y se anuncian nuevas protestas después de la aprobación parlamentaria.