El congreso de la FUBA no tuvo quórum
El congreso debía realizarse el pasado 14 y no logró el quórum necesario para renovar su conducción. Las autoridades del Rectorado buscaban intervenir el Congreso estudiantil para desplazar a su conducción combativa que recuperó la Federación con la izquierda desde 2001.
Escribe: Nahuel Fernández • Secretario General Centro de Sociales
El contexto de pasividad del movimiento estudiantil que primó desde 2010 hasta el 2016 -en el que PO y La Mella priorizaron su ubicación superestructural y su adaptación al kirchnerismo por sobre el impulso de luchas masivas contra el anterior gobierno- fue el terreno en que Nuevo Espacio (Franja Morada) avanzó, y de su mano, también La Cámpora. El crecimiento electoral de esos espacios patronales se basó en la desmovilización estudiantil y les permitió crecer en cantidad de delegados e incluso recuperar centros de estudiantes, llegando envalentonados a este congreso queriendo meterse o ganar la conducción de la federación.
El “Frente por un nuevo 1918” que conduce la FUBA (integrado por UJS/Partido Obrero; La Mella/Patria Grande; Comunismo Revolucionario y nuestra Juventud de Izquierda Socialista) no desarrolló una posición en común sobre cómo salir adelante de la actual situación. En particular, desde nuestra juventud rechazamos la propuesta que PO y La Mella hicieron hasta último momento, de intentar armar una lista en común con La Cámpora y el kirchnerismo. Acuerdo que se demostró profundamente equivocado, ya que nos llevaba a dilapidar el perfil combativo e independiente tanto de Cambiemos -PRO/UCR- como del kirchnerismo -PJ/FpV- los grandes responsables de la privatización y el ajuste educativo.
La FUBA sostiene desde el 2001 su independencia política de todos los gobiernos y las autoridades universitarias, siendo una gran conquista del movimiento estudiantil argentino. PO definió la lista única con La Cámpora como un “acuerdo técnico” y tuvo como política de negociación dedicarse a sacar publicaciones en las redes sociales contra La Cámpora, mientras al mismo tiempo y hasta las 10 de la noche del día del congreso le hacían propuestas a la misma Cámpora para cerrar una lista en común. Por cada publicación en facebook denunciando un “acuerdo entre La Cámpora y el rectorado”, una propuesta distinta le hacían PO y La Mella a La Cámpora para tratar de cerrar una lista única que, a lo largo del día, varias veces se anunció como encaminada. Finalmente, tras una extensísima negociación, La Cámpora y sus aliados rechazaron la última propuesta de PO. En definitiva, por una cuestión de cargos, en el lugar de cada uno en una lista común, es que no cerró el acuerdo. Situación que se “resolvió” no dando quórum, dado que de otra forma se impondría la lista radical.
Necesitamos profundizar la histórica marcha del 12 de mayo para lograr el boleto educativo gratuito y conquistar el aumento del presupuesto. En ese sentido somos claros: las fuerzas kirchneristas no son verdaderos aliados a la hora de impulsar la movilización contra Macri y defender a la federación. Para poder frenar el ajuste a la educación pública es necesario ampliar los acuerdos con los sectores combativos y de izquierda, apelando a las asambleas de base y a la más amplia democracia estudiantil. La marcha del 15 de junio junto a la Coordinadora de Estudiantes de Base de los secundarios de la Capital y los docentes de Ademys y la AGD marcan el camino unitario a seguir.