Arrancó el segundo semestre y se demostró que la famosa “reactivación y lluvia de dólares” prometida por Macri fue un verso para que los trabajadores y demás sectores populares acepten el trago amargo del ajuste. Llamamos a las más amplia unidad para que “el segundo semestre” siga siendo el del enfrentamiento al ajuste, contra el tarifazo y esencialmente para reclamar un aumento inmediato de salario y la reapertura de las paritarias para combatir la feroz alza del costo de vida.

Sectores de trabajadores votaron a Macri para sacarse de encima al kirchnerismo. Pero ahora dicen, con razón, que no votaron este ajuste, ni el tarifazo, ni la fiesta que se están haciendo los grandes empresarios, banqueros y fondos buitre.

Estamos gobernados por un presidente ajustador que desprecia a los de abajo. Su frase “hay que ahorrar energía” se dio de patadas cuando se lo fotografió junto a su esposa en pleno invierno viendo la Copa América en chancletas y mangas cortas.

Macri representa a una casta de políticos patronales que tiene asesores que inventan frases “comunicacionales” para seguir engañando a la gente. Pero no le está yendo bien. A pesar de que aprovecha la corrupción K, su popularidad cayó 5 puntos. Como mostramos en las páginas centrales, miles y miles dan pelea contra el tarifazo. En el primer semestre se han dado grandes luchas, augurando que no hay ajuste “con consenso social”, como pretende Cambiemos, sino que hay bronca y luchas.

La inflación del primer semestre llegó al 29% cuando el gobierno decía que iba a ser del 20 al 25% en todo el año. Y la anualizada, según el propio Indec de la Ciudad de Buenos Aires, ascendió al 47,1%. Esto quiere decir que las paritarias firmadas entre un 28 y 30% han llevado a una pérdida salarial del 12% en seis meses. La jubilación mínima, en el mismo lapso, perdió $540. Ni que hablar de los planes sociales. Esto implica que el aumento logrado en las paritarias ya fue liquidado por la inflación.

Se suma además el brutal tarifazo, otro robo al bolsillo popular. Por eso es que se pone en la agenda del “segundo semestre de los trabajadores” la inmediata pelea por un aumento salarial para acortar distancia con el valor de la canasta familiar.

A todo esto hubo 11.000 nuevos despidos en junio, según lo denunció CEPA (Centro de Economía Política Argentina), encabezados por las patronales de los frigoríficos, empresas de electrodomésticos, Alpargatas, Puma, Kevingston, comercio, La Mañana de Córdoba y otros medios de prensa. El tope en el ranking de despedidos durante el primer semestre fue para las empresas de la construcción, con 58.475 puestos de trabajo menos. ¿Alguien vio al burócrata Gerardo Martínez de la Uocra mover un dedo? Por supuesto que no, aunque siempre se lo ve firmando convenios por la “obra pública” con gobernadores ajustadores, seguramente con prebendas para esa burocracia sindical traidora.

También siguen las suspensiones, como en las automotrices de Córdoba, los retiros voluntarios y la consiguiente rebaja salarial, entre los petroleros y trabajadores de la fruticultura de la cuenca de Neuquén, entre otros.

Los dirigentes de las CGT, mientras tanto, se la pasan “planificando” el congreso de unificación del 22 de agosto. Hacen actos y plenarios para definir la rosca sobre cómo van a quedar conformados los distintos sectores burocráticos en la próxima CGT unificada, pero no para preparar un plan de lucha que enfrente el ajuste.

Hugo Moyano, que ya anunció su retiro, señaló recientemente: “me voy pero siempre voy a estar a la cabeza de todas las luchas”. Miente. En todas las luchas del primer semestre no apareció. Y agregó: “el tiempo de salir a pelear no está muy lejano”. Los gremios del transporte se reunirán el 4 de agosto en un plenario donde amenazan con fijar “un plan de acción”. ¡Pero hasta ahora no ha habido ninguna acción unificada nacionalmente de las CGT para enfrentar al gobierno, a su ajuste, los despidos y pedir por un aumento de salario!

Los trabajadores de los frigoríficos han hecho un paro nacional por aumento de salario. Los obreros del ingenio Ledesma de Jujuy han sido reprimidos por defender el salario y en el ingenio Tabacal de Salta se está peleando contra una patronal yanqui que les quiere reducir un turno, y por consiguiente, el 37% del salario. Los docentes bonaerenses van a parar 48 horas en el inicio de clases de agosto. Profesionales de la salud rechazaron un magro aumento de Vidal en las negociaciones salariales y hay una dura paritaria telefónica.

Hace falta que los dirigentes de las CGT abandonen la tregua con el gobierno. Por eso hay que exigirles que dejen de ser cómplices del ajuste, los despidos y el tarifazo y junto a los gremios del transporte y las CTA llamen a un paro nacional para enfrentar a Macri y a los gobernadores.

Llamamos a los trabajadores a hacer asambleas y reuniones para pelear por un inmediato aumento de salario y la reapertura de las paritarias y contra los despidos. Para terminar con el impuesto al salario y contra el tarifazo. Y para que la plata no vaya para la deuda sino para trabajo, salario, jubilaciones, hospitales, escuelas y viviendas.