El pésimo acuerdo firmado entre los dirigentes de Ctera, UDA, CEA y Sadop con el ministro Bullrich en la paritaria de marzo, está saltando por los aires. El 26% de aumento pactado en 3 cuotas ya no recuperaba el robo de la inflación de 2015. Y ahora, en 2016, ni qué hablar, con el 47% de proyección de inflación anual y tarifazo de por medio.

Escribe: Guillermo Sánchez Porta

Con los salarios iniciales que arrancan de $7000 en varias provincias es imposible subsistir. Y en donde se gana un poco más (como Tierra del Fuego, Chubut o Santa Cruz) la canasta familiar supera ampliamente los 20.000 pesos, quedando también rezagados los salarios en esos distritos.

Por eso se está retomando la lucha por aumento salarial, aunque el tema de presupuesto para infraestructura escolar, comedores, los desastres de las obras sociales y los ataques al sistema jubilatorio echan más leña al fuego. ¡En Santiago del Estero le siguen descontando los salarios a los docentes por realizar paro, que ni siquiera fue decretado ilegal!

Es por eso que a pesar de las conducciones burocráticas, fundamentalmente de la Celeste de Sonia Alesso y Baradel, docentes de varias provincias reiniciaron los paros y movilizaciones. En Catamarca, Chaco, Misiones, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquén y Buenos Aires se retomó la lucha.

La CTA Micheli está convocando a un paro nacional el 11 de agosto. Es fundamental que en todas las provincias en lucha se vote la exigencia a Ctera y demás centrales docentes a unificarse ese día con un gran paro nacional y convocar a una marcha nacio- nal a Plaza de Mayo.

Hay que reclamar por la reapertura de paritarias, un básico único nacional de $12.000 y que el gobierno de Macri disponga una partida presupuestaria de emergencia del 1% del PBI faltante en educación, que ya se presupuestó y nunca se implementó. Mientras impulsamos la coordinación de las luchas interprovinciales y apoyamos solidariamente a todos los docentes en conflicto.