La CGT se reunió con Macri ¿Para cuándo el paro?
El mismo día en que miles se movilizaron a Plaza de Mayo en la Marcha Federal, el flamante triunvirato de la CGT se reunía con los funcionarios de Macri. Si bien algunos gremios de la CGT participaron de la misma (ver página 3), la CGT no lo hizo como tal, mostrando su política de “diálogo”, es decir, de tregua con el gobierno. Política que este usa para seguir haciendo pasar el ajuste nacional, igual que los gobernadores para replicarlo en las provincias.
Lo que hace falta hoy para enfrentar el ajuste, los despidos, el tarifazo y la inflación con un aumento generalizado de salario, es llamar a movilizar, no “dialogar” con un gobierno al que lo único que le preocupa es aplicar medidas antiobreras. ¿O acaso no son prueba suficiente los millones de dólares que se transfirieron de los bolsillos de la clase obrera y el pueblo hacia los exportadores, patronales del campo, megamineras, bancos y los pagos de la deuda externa?
Fue una reunión “neutra” dijo Schmid. Fue “productiva, contrastó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca (hijo). Productiva no fue, seguro. Tampoco neutra. El gobierno sigue ganando tiempo mientras profundiza el ajuste y prepara una batería de medidas antipopulares. Aspira a un acuerdo tripartito (sindicatos, gobierno y empresarios) donde, como ya sabemos, quienes van a perder son los trabajadores.
Nunca de un “pacto o acuerdo social” se benefició la clase obrera. Al contrario. Es una trampa del gobierno a la que se presta la CGT para simular que “entre todos” van a sacar adelante el país. Mientras, Macri sigue con la campaña de que los trabajadores ponen “palos en la rueda” y dice que hay que bajar el costo laboral y flexibilizar para que supuestamente vengan los capitales. ¡Un verso total!
El gobierno insistió en la reunión con que hay que modificar el sistema de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART), aún más a favor de los empresarios. A esto los dirigentes de la CGT pidieron “que pase por el Congreso”. Lo mismo con el proyecto flexibilizador del primer empleo: la CGT pidió hacerle cambios en el Parlamento. Otro tanto con la reducción del impuesto al salario. La CGT no exige que se anule ese robo al bolsillo popular, mientras se exime a la renta financiera y a las megamineras. Daer y Acuña, titulares de la CGT y a su vez diputados de Sergio Massa, están en consonancia con lo que dice el líder del Frente Renovador al respecto: que exceptúen el descuento del impuesto al aguinaldo de fin de año. En definitiva, la CGT se limitó a que la “pelea” pase por el Congreso, sabiendo que de allí lo único que van a salir son leyes en beneficio de las patronales.
Pero lo que no estuvo en la agenda -tal vez lo más importante- fue la reapertura de las paritarias. No sólo porque el gobierno se niega, tal cual lo ratificó Macri desde China, ¡sino porque los dirigentes de la CGT no plantearon ese reclamo! Quieren, a cambio, un bono de fin de año. ¡Con una suma fija quieren reparar el enorme robo salarial de paritarias firmadas por el 30%, cuando la inflación anual será del 45% y asciende al 52% para los sectores más pobres! Peor aun cuando el gobierno ya lanzó la campaña de que la pauta salarial para 2017 será del 17%, y cuando reveló que este año habrá una caída de la participación asalariada en el PBI (Producto Bruto Interno) del orden del 5,4% en relación al año pasado (Clarín, 6/9/16).
El bono, además, según dichos del propio Daer, dependerá “de cada actividad, que es diferente, no podemos hablar de una generalidad”. Es decir, habrá bonos de primera y de segunda. Y para el 40% que trabaja en negro, nada.
La olla sigue levantando presión. La Marcha Federal demostró la bronca contra el gobierno de amplios sectores (paran los docentes en varias provincias y este jueves 8 lo hacen con movilización los judiciales y profesionales de la salud bonaerenses nucleados en Cicop, entre otros).
Si a los trabajadores se los convocara en forma unitaria a una gran acción nacional, es decir, a un paro general como parte de un plan de lucha para derrotar el ajuste, se le podría dar un golpe importante y serviría de envión para pelear por la reapertura de las paritarias.
Si bien la CGT ha dicho que hasta el Confederal que tiene el 23 de este mes no puede decir nada (“El 23 evaluaremos”, dijeron Schmid y Daer), está presionada por los reclamos en curso, la bronca contra el ajuste, los 200 mil despidos, la pérdida del salario y la Marcha Federal. Se le acortan los plazos para definir alguna medida de lucha. Llamamos a los trabajadores a apoyar los reclamos en curso y a seguir exigiendo paro general CGT CTA.