A 40 años de “La Noche de los Lápices”

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Afiche de la juventud de nuestro partido llamando a luchar por el boleto estudiantil con las fotos de los mártires de La Noche de los LápicesFue una de las masacres más emblemáticas de la última dictadura. Estudiantes secundarios, que en 1975 habían luchado por el boleto estudiantil, fueron secuestrados en La Plata. Los mártires de “La Noche de los Lápices” han quedado en la historia. La lucha por justicia y el boleto gratuito continúan.

Escribe Francisco Moreira

La noche del 16 de septiembre de 1976, en la ciudad de La Plata, la policía bonaerense secuestró e hizo desaparecer a seis jóvenes que el año anterior habían protagonizado la lucha por el boleto estudiantil. Ellos eran Daniel Alberto Racero (18 años) y Horacio Húngaro (17) del colegio Normal No 3; María Claudia Falcone (16), María Clara Ciocchini (18) y Francisco López Muntaner (16) del Bellas Artes; y Claudio Acha (17) del Nacional Buenos Aires. El 21 de septiembre fue secuestrado otro joven, Pablo Díaz del Normal No 2, que siendo sobreviviente declaró que habían sido brutalmente torturados en el centro clandestino de detención llamado el “Pozo de Banfield”.

“Tomala vos, dámela a mí, por el boleto estudiantil”

Con cánticos como este los secundarios platenses se habían movilizado durante 1975 para exigir el boleto. El 13 de septiembre Daniel Racero “se trepó al mástil del patio del Normal No 3 flaqueado por Horacio Húngaro, para anunciar la conquista del boleto estudiantil secundario”. 1

Por aquellos días todavía resonaba el impacto de las movilizaciones obreras de junio contra el brutal ajuste que promovía el recientemente asumido ministro de Economía, Celestino Rodrigo. El “Rodrigazo” había terminado con el paquete de ajuste y se había llevado consigo a Rodrigo y al “brujo” López Rega, el siniestro ministro de Bienestar Social. El gobierno de Isabel Perón tambaleaba, mientras la burocracia sindical mantenía la pasividad. Pero la lucha de aquellos jóvenes desafió al gobierno y a las bandas fascistas de la Triple A que actuaban bajo su mando, atacando a militantes y locales partidarios. 2

Un año después del triunfo estudiantil, la dictadura militar y su terrorismo de estado habían reemplazado al gobierno peronista de Isabel y sus bandas fascistas. Con la dictadura, la represión profundizó los ataques sobre miles de activistas de todos los sectores que habían enfrentado al gobierno de Isabel. En agosto de 1976 la dictadura suspendió el boleto estudiantil secundario. Pero en los colegios platenses los estudiantes se organizaron clandestinamente y resistieron con volantes, pintadas y otras actividades. Así fue que el coronel Ramón Camps, por entonces jefe de la Policía bonaerense, ordenó a su segundo, el comisario general Miguel Osvaldo Etchecolatz, terminar con “el accionar subversivo en las escuelas”. El objetivo fue secuestrar y hacer desaparecer a los estudiantes que habían encabezado la lucha por el boleto. “La Noche de los Lápices” fue el título del documento interno de la jefatura de la policía en el que se explicaba el trabajo de inteligencia realizado para detectar “potenciales subversivos” entre los estudiantes secundarios.

La lucha por justicia y por el boleto gratuito continúan

En 1982 la movilización terminó con la dictadura y dio comienzo a la lucha por castigar a los genocidas. Se fue instalando el homenaje a los jóvenes platenses de “la Noche de los Lápices”, quienes se convirtieron en emblema de la lucha por justicia contra los crímenes de la dictadura.

Gracias a la lucha popular, en 1986 Camps fue condenado a 25 años de prisión por sus crímenes durante la dictadura. Pero con la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final del presidente Raúl Alfonsín (UCR), prácticamente no pasó ni un día en la cárcel. Murió en libertad en 1994. Por su parte, Etchecolatz fue condenado en 1986, pero estuvo en libertad hasta que la lucha popular logró tirar las leyes de impunidad de Alfonsín. En 2006, fue el primer genocida juzgado y condenado tras la anulación de esas leyes, dentro de la megacausa conocida como “Circuito Camps”. En el juicio, Julio López declaró como testigo. Luego de la condena, López fue desaparecido por segunda vez, siendo Etchecolatz uno de los responsables de su desaparición. Hasta el momento, el segundo de Camps acumula seis condenas por delitos de lesa humanidad, nuevas causas por otros delitos y se encuentra preso en el penal de Ezeiza. Pero Macri busca que termine las condenas en su casa de Mar del Plata.

El 16 de septiembre se ha convertido en una fecha simbólica para el movimiento secundario de todo el país en la histórica pelea por lograr el boleto estudiantil gratuito. Ahora que el gobierno de Macri viene profundizando el ajuste, la lucha por el boleto está cobrando un nuevo dinamismo. Ante los tarifazos en los transportes, el movimiento estudiantil ha vuelto a salir a las calles en distintos puntos del país con más fuerza desde principio de año. En la provincia de Buenos Aires miles de estudiantes de todos los niveles educativos se vienen movilizando y ya lograron un gran triunfo imponiendo la gratuidad para los niveles inicial, primario y secundario. La lucha continúa para integrar a los terciarios, universitarios, docentes y auxiliares.

La histórica lucha de los secundarios platenses se ha convertido en bandera por la defensa de la educación pública en todo el país, con la consigna “boleto educativo nacional gratuito”. El próximo viernes 16 de septiembre a las 17 horas en Capital (Palacio Pizzurno) y en todas las plazas del país, el movimiento secundario se volverá a movilizar para decir que no olvida ni perdona. ¡Que Etchecolatz y todos los genocidas se pudran en la cárcel! Rechazando las domiciliarias para los genocidas, contra el ajuste y los tarifazos de Macri, continúa la lucha por el boleto educativo nacional gratuito.

1. Seoane, M. y Ruíz Núñez, H. “La Noche de los Lápices”. Editorial Contrapunto, 6° Edición, Buenos Aires, 1986.

2. Pocos días antes de la conquista del boleto estudiantil, el 4 y 5 de septiembre, habían sido asesinados ocho militantes del PST de La Plata por parte de bandas fascistas de la Triple A. El hecho es conocido como “La msascre de La Plata”.


Macri quiere domiciliaria para Etchecolatz

“Yo soy detenido, secuestrado en mi casa el 21 de septiembre a las 4 de la mañana por un grupo de tareas dependientes de distintas fuerzas de seguridad”, 1 dijo Pablo Díaz. “Todas fuimos violadas y manoseadas, eso era general”, 2 testimonió Nora Ungaro. “Patricia gritaba: ‘no me maten, llévenme a una cárcel, pero no me maten, quiero criar a mi bebita, a mi hija’, y ellos no, la sacaron (...) y pum, otro tiro”, 3 declaró Julio López. Estos son algunos de los duros testimonios de sobrevivientes de los centros clandestinos de detención, que llevaron al genocida Etchecolatz a recibir seis condenas por delitos de lesa humanidad por su actividad como Director de Investigaciones de la Policía bonaerense durante la dictadura. Ahora el gobierno de Macri quiere concederle el beneficio de cumplir sus condenas en su domicilio de Mar de Plata. Lo presenta como parte de una campaña para la “reconciliación nacional” y por “razones humanitarias”. Pero las expresiones de repudio contra esta medida se vienen multiplicando en todo el país. En La Plata las movilizaciones contra la domiciliaria son cada vez más importantes. El próximo 16 de septiembre, a 40 años de “La Noche de los Lápices”, miles en todo el país volverán a decir: no perdonamos, no nos reconciliamos; justicia por los 30.000 detenidos-desaparecidos; no a la domiciliaria para Etchecolatz y los genocidas que asesinaron, torturaron y desaparecieron.

1. Declaración de Pablo Díaz ante la Cámara Federal de Apelaciones (PJN). 2/12/1998

2. Declaración de Nora Alicia Ungaro en el juicio “Causa Etchecolatz”. 26/6/2006 “Aseguran que todas las mujeres...” Inforegión, UNLZ.

3. Declaración de Jorge Julio López en el juicio “Causa Etchecolatz” (PJN). 28/6/2006.

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