Escribe Graciela Calderón •  Sec. Gral. Adjunta Suteba La Matanza

El gobierno profundiza su ajuste en la escuela pública. Al inexistente aumento del presupuesto educativo y el mantenimiento de los subsidios a la educación privada, se suma que Macri y Bullrich desmantelan el Instituto de Formación Docente, los programas de formación, y privatizan los cursos para perfeccionarse. A esas medidas, entre otras, se suman ataques al salario, con muchas provincias liquidándolos mal. En Santa Cruz Alicia Kirchner no paga los salarios, o demora semanas, los paga fraccionados y debe aguinaldos. En Buenos Aires Eugenia Vidal dejó a miles de docentes sin cobrar, descontó el impuesto a las ganancias del aguinaldo y no pagó el “incentivo docente” (una bonificación nacional). En pleno receso casi no hay trabajos en infraestructura, y los que se hagan obligarán a suspender las clases en medio del año escolar.

Salarialmente en 2016 perdimos más del 20% del poder adquisitivo, con más de 40% de inflación. El gobierno busca poner un techo de 18% al 20% para 2017. Quiere que asumamos sin quejas la pérdida y que creamos que la inflación sólo será del 18%. Y quiere liquidar la paritaria nacional docente, dejando sólo acuerdos por provincia. Es la lógica que instauró el menemismo, de “provincializar” el sistema educativo, quitando toda responsabilidad del gobierno nacional en su financiamiento.

La burocracia de Ctera dejó correr este criterio, pactando durante años “acuerdos paritarios nacionales” absolutamente formales, dejando a los docentes de cada provincia librados a su propio acuerdo. Así, la organización y coordinación nacional docente, lograda en la década del ´70 con Ctera, se fue desdibujando, diluyendo, atomizando, perdiendo el sentido de unidad nacional para coordinar la lucha y para unificar el salario y las condiciones laborales docentes de todo el país. Hoy Macri y Bullrich quieren firmar el acta de defunción.

Al contrario, nosotros exigimos que el Estado Nacional vuelva a ser el único e indelegable responsable del financiamiento educativo. Que todos los docentes del país volvamos a ganar el mismo básico, sin cifras en negro, sumando las diferentes bonificaciones estatutarias (antigüedad, puntajes, ruralidad, zona fronteriza, etc.). Por eso defendemos la paritaria nacional y exigimos que involucre a todas las provincias, con fondos garantizados por el Estado Nacional. Así se terminarán las diferencias salariales o que haya docentes que pasen meses sin cobrar por la supuesta “falta de fondos provinciales”.

La burocracia de Ctera, encabezada por Sonia Alesso y Baradel, es incapaz de dar esta pelea a fondo. Debemos exigir un Congreso Nacional de dirigentes y delegados provinciales, en unidad con todas las entidades que han surgido estos años en cada provincia, para unificar el pliego de reclamos y un plan de lucha nacional. Los sindicatos, dirigentes y agrupaciones opositoras docentes debemos preparar para febrero un gran Encuentro Nacional opositor para coordinar cómo damos juntos la pelea por estas tareas.