Los trabajadores bancarios habían logrado en noviembre pasado, tras una larga lucha, la firma de un acta-convenio en presencia del propio ministro de Trabajo Jorge Triaca. La patronal se comprometió a abonar dos bonos en diciembre y enero para cubrir lo perdido por inflación en 2016 y un adelanto que representa el 24% del sueldo básico, a pagarse desde enero hasta abril, a cuenta del acuerdo paritario. Esto fue firmado por todas las entidades, incluidos los bancos oficiales, con la única excepción de ABA (bancos extranjeros) la patronal más negrera (pero a la vez minoritaria en cantidad de empleados).

A fines de enero el gobierno de Macri, se negó a que se pague a los trabajadores bancarios los aumentos a cuenta acordados. Más aún, el propio ministro Triaca instó a las cámaras que agrupan a las distintas patronales bancarias a violar el acuerdo y no abonar el aumento. El porqué es claro: los bancarios con su lucha lograron arrancar un aumento que evitó que perdieran frente a la inflación y que plantea para 2017 un incremento del 24%, cosa que el gobierno, que se llena la boca hablando de “paritarias libres”, no está dispuesto a permitir.

Los bancarios ya salieron a pelear por lo que les corresponde: se hicieron asambleas multitudinarias en horarios de atención al público. Este viernes comenzará un paro de 72 horas y si el gobierno y las patronales no cumplen lo acordado, se irá a medidas cada vez más duras. ¡Rodeemos de solidaridad a los compañeros bancarios! Si ganan ellos, ganamos todos.