Relanzamiento del Procrear: La mentira de los nuevos créditos hipotecarios
Según el último Censo Nacional el déficit de vivienda en nuestro país es de 3,5 millones de unidades habitacionales. Esto afecta al 25% de la población argentina. Millones de trabajadores se hacinan en casas y departamentos sin los metros cuadrados necesarios o, peor aún, viven en villas, asentamientos precarios o inquilinatos que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad. Y también son cada vez más los trabajadores de clase media que, en las grandes ciudades, no pueden ni soñar con acceder a la vivienda propia, debiendo alquilar sometidos a las arbitrariedades y abusos de los especuladores inmobiliarios.
El gobierno de Macri, en acuerdo con los principales bancos públicos y privados, ha relanzado con bombos y platillos una serie de “nuevos créditos hipotecarios”, afirmando que “esta vez sí” serían accesibles para aquellos que viven de un salario. Esto incluye una nueva serie de los créditos “Procrear”, creados durante la gestión kirchnerista. Pero todos estos préstamos esconden una peligrosísima trampa: la forma de indexación. Se trata de seducir a la gente con el slogan de que la cuota será “inferior a pagar un alquiler”, pero se le esconde que lo que se pagará por mes aumentará de acuerdo a un índice llamado UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), basado en el IPC (índice de precios al consumidor). Esto quiere decir que la cuota aumentará siguiendo a la inflación, y no a los salarios. En concreto, si la inflación sube más que el salario, lo que viene sucediendo sistemáticamente, la cuota cada vez costará una proporción mayor del sueldo. Esto puede ser gravísimo si recordamos que estamos hablando de créditos que llegan hasta 30 años: son altísimas las posibilidades de que los trabajadores que accedan a estos créditos terminen no pudiendo pagar las cuotas y pierdan todo. En la historia argentina ya hay antecedentes, siendo el más recordado el de las indexaciones de la entonces llamada “circular 1050” en la época de Martínez de Hoz, donde fueron decenas de miles los que perdieron sus viviendas después de pagar sus cuotas varios años.
Estos créditos hipotecarios son una trampa para beneficio de los grandes banqueros. Ni siquiera se acercan a resolver el problema de la vivienda. La auténtica salida es lanzar un verdadero y amplísimo plan de construcción de viviendas populares, realizado directamente por el Estado, financiado con los fondos que podrían salir de dejar de pagar la inmoral e ilegítima deuda externa. Esto debe estar unido a verdaderos créditos hipotecarios, que cubran el 100% del valor de la vivienda, a tasas cero o subsidiadas, donde cualquier trabajador pueda acceder pagando una cuota de no más del 5% de su salario. Obviamente, un sistema de créditos de este tipo nunca será ofrecido por los pulpos financieros que sólo buscan sus superganancias, sino que deberá ser precedido por la necesaria nacionalización de la banca. Sólo de esta manera el conjunto de la clase trabajadora y el pueblo podrá efectivamente acceder a una vivienda digna.
José Castillo