El derechista Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ordenó un bombardeo, ahora en Afganistán, con la GBU-43, un proyectil de 10 toneladas que mata con una onda de presión aérea. Fue ejecutado el jueves en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar.

Días antes había ordenado un bombardeo en Siria. Ahora pretende justificarlo con el argumento de que era una base del ISIS y que es parte del “del combate al terrorismo”. Cuando en realidad los primeros terroristas del mundo son el propio imperialismo que históricamente ha invadido y agredido a los pueblos del mundo. Como en Vietnam donde fueron derrotados, luego con la fallida invasión a Afganistán (donde aún tienen miles de soldados asentados) y más tarde a Irak. Son los que avalan el accionar genocida del estado sionista de Israel contra el pueblo palestino y apoyan a los regímenes reaccionarios de las monarquías árabes petroleras.

Con este nuevo bombardeo criminal, Trump trata de mostrar una fortaleza de cual carece en su propio país, donde crece su impopularidad. Trata de mostrar que los Estados Unidos son los gendarmes del mundo. Tratan de atemorizar a los pueblos que se rebelan cada día. En realidad su sorpresivo bombardeo en Afganistán es una muestra patética de su crisis política y militar. Desde hace años el imperialismo no ha podido poner orden en el mundo ante las rebeliones populares que se iniciaron con las revoluciones del Norte de África y Medio Oriente en 2011 con la llamada primavera árabe iniciada en Túnez. Revoluciones que derribaron dictadores agentes directos del imperialismo yanqui y europeo. La región quedó totalmente desestabilizada. Solo con el accionar contrarrevolucionario conjunto de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, Irán, China o Turquía han logrado evitar, por ahora, la caída revolucionaria del dictador Bashar Al Assad. Pero la resistencia continúa en Siria y en otros pueblos de la región. Los palestinos no dejan de luchar. Y en Afganistán la invasión yanqui lleva décadas de fracaso. Obama no pudo superar este “desorden” mundial. Ahora Trump pretende aplicar un mayor garrote para ver si supera esta grave crisis que sufre el imperio.

Los pueblos del mundo deben salir a repudiar este accionar criminal de Trump, aplaudido por el resto de las potencias imperialistas. Llamamos a las organizaciones antiimperialistas y de la izquierda mundial a unirnos en acciones comunes para repudiar los nuevos bombardeos del imperialismo yanqui.

Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) 14 de Abril de 2017