La salida es luchar y votar al Frente de Izquierda: Macri y las patronales quieren más flexibilización laboral
Escribe Edgardo Reynoso, Cuerpo de delegados del Sarmiento • Candidato a senador provincia de Buenos Aires
El gobierno insiste en que hay que “bajar el costo laboral”, lo que quiere decir en concreto bajar los salarios y aumentar la explotación de los trabajadores. Ante la traición de la burocracia, fortalezcamos al sindicalismo combativo.
Hace más de un año que aparece este planteo. Varias veces lo enunció el propio presidente Macri, así como los jefes de las cámaras empresarias. Sostienen que para completar el ajuste hay que “flexibilizar el mercado de trabajo”. En las últimas semanas le agregan que, ahora que en Brasil se votó la nueva ley de reforma laboral, la economía argentina perderá competitividad si no hace algo parecido.
En concreto se trata de liquidar los convenios colectivos, aumentar la superexplotación de los trabajadores y abaratar los despidos. Apuntan a que los empresarios paguen menos cargas sociales, desfinanciando así a las obras sociales y al sistema jubilatorio. A que las empresas puedan firmar acuerdos “por empresa”, violando todas las conquistas que, producto del mayor peso negociador, se han ganado durante décadas integrándolas a los convenios colectivos de trabajo. Se quieren abaratar los despidos, reduciendo o eliminando las indemnizaciones. Y, por supuesto, habilitar todo tipo de formas de contratación flexible, como las pasantías, los trabajos temporarios y diversos métodos de tercerización, que en todos los casos significan menos salario y más horas de trabajo.
El “modelo” ya presente en nuestro país es el llamado “convenio de Vaca Muerta”, donde el gobierno de Macri y el burócrata del sindicato petrolero Guillermo Pereyra acordaron con las patronales toda una serie de nuevas condiciones de trabajo que implican pérdidas de conquistas y salarios para los trabajadores del sector. Inmediatamente, ese convenio flexibilizador fue tomado como “modelo” por las patronales y promovido por el gobierno para ser imitado en todos los demás sectores.
En algunos ya se está avanzando, con la complicidad total de la burocracia sindical. Tal el caso del Smata, donde el secretario general del gremio, Ricardo Pignanelli, tiene un avanzado acuerdo con las patronales automotrices con el aval del propio Ministerio de Trabajo. Según ha trascendido, los trabajadores pasarían a estar sometidos a un régimen donde solo cobrarían las “horas netas trabajadas”, reduciendo el tiempo de almuerzo, al mismo tiempo que pasarían a estar sometidos a un régimen flexibilizados de horas a cumplir según las necesidades de la empresa.
El actual ajuste del gobierno de Macri ya está avanzando con los acuerdos salariales a la baja y la ola de suspensiones y despidos. Ahora vienen por la flexibilización laboral. Para esto cuentan con la complicidad de la burocracia, como explicamos en los párrafos precedentes, pero también con la de diputados “opositores” del peronismo (kirchnerista y no kirchnerista) y del massismo. Por eso, al mismo tiempo que damos la pelea por barrer a la burocracia traidora desde el sindicalismo combativo, llamamos a votar al Frente de Izquierda, porque somos los únicos que podemos garantizar que, tanto desde las bancas, como en cada lugar de trabajo y en las calles, nos vamos a oponer a cualquier intento flexibilizador para quitarnos nuestros legítimos derechos.