En 2015, durante la campaña electoral, Cambiemos jugó fuerte alrededor de la figura de María Eugenia Vidal. Era lo “nuevo”, una candidata recién llegada a la política y la apuesta fuerte de Macri para la provincia de Buenos Aires.

Frente al desastre de la gestión de Daniel Scioli, Vidal se ponía las botas y se metía en el barro de los barrios más postergados de la provincia, donde el agua y la miseria tapaban a los vecinos. Pasaron dos años y la situación de los bonaerenses no ha cambiado. La provincia sigue inundándose por la parálisis de las obras pero María Eugenia ya no se pone las botas. Los comedores, como síntoma de la creciente pobreza, están cada vez más abarrotados mientras el gobierno disminuye las partidas presupuestarias. Lo mismo ocurre en el sistema de salud, donde a la falta de insumos e infraestructura se suma que no se cubren los cargos mínimos y necesarios para los servicios básicos.
La educación tampoco mejoró. Al contrario, los docentes fueron unos de los primeros blancos del ajuste, con Vidal, el candidato Esteban Bullrich y todo el gabinete lanzando una campaña sucia y difamatoria contra ellos. Redujo un 3% el presupuesto de educación, sabiendo que aún con el presupuesto anterior no alcanzaba y que las escuelas están abarrotadas de pibes.
Vidal denuncia a las mafias y habla el combate de la inseguridad haciendo de esto un eje de su gestión. Pero las comisarías siguen funcionando como aguantaderos donde la plata del juego clandestino, la prostitución y el narcomenudeo rebasa las cajas fuertes y escritorios de los comisarios, mientras las zonas liberadas para el delito proliferan por todo el conurbano. La “maldita policía” tiene entonces su continuidad bajo el mandato de Vidal.
Sin embargo, Vidal, próxima a las elecciones, todavía tiene la confianza de muchos trabajadores. El ex ministro de Educación Esteban Bullrich es el candidato de Cambiemos por la provincia apadrinado por Macri y la gobernadora. Pero el espejo de Vidal no refleja su sonrisa sino la continuidad del ajuste de Macri, ocasionando más miseria, despidos, suspensiones, escuelas que se caen a pedazos, hospitales sin insumos y barrios enteros bajo el agua cuando llueve. Por eso llamamos a los bonaerenses a darle la espalda a Vidal y su ajuste, votando al Frente de Izquierda y sus candidatos, que son los que están en las luchas y que conocen la realidad de los barrios, esos mismos barrios que Vidal y los intendentes, tanto del PJ como de Cambiemos, sumen en la miseria y el atraso.