Cristina no es alternativa contra Macri y su ajuste
Escribe Gabriel Massa
Como en las últimas semanas, Cristina volvió a aparecer en un reportaje, ahora radial, con Víctor Hugo Morales, en el que insistió en buscar la unidad con el resto del peronismo. Al mismo tiempo intenta atraer el voto de los más jóvenes. El resultado es que queda cada vez más claro por qué no es la alternativa para enfrentar al gobierno.
En el reportaje con Víctor Hugo Morales Cristina acusó al gobierno de endeudar al país. Justamente ella, que se declaraba “pagadora serial”: bajo el kirchnerismo se pagaron nada menos que 200.000 millones de dólares a los buitres y los bancos. Agregándose 250.000 millones de dólares de deuda al país.
Por eso mismo ya con el kirchnerismo comenzó el ajuste para hacer pagar al pueblo esa montaña de deuda que alimentó como nunca los subsidios a las empresas y la corrupción de los funcionarios. Mientras, se recortaba el presupuesto para salud y educación y los hospitales y escuelas públicas sufrieron un terrible deterioro.
Cristina habló del plan económico del gobierno “donde todos los días se despide gente”, como si en el último año de su gobierno no se hubiera producido medio millón de despidos.
Hablando del caso Santiago Maldonado, Cristina aseguró que bajo su gobierno no hubo desaparecidos, como si la desaparición de Julio López no hubiese sucedido entonces. Además agregó que a los mapuches se los trataba como héroes y que nunca mandó a reprimir a los qom. Todas mentiras evidentes. A lo que se suma la terrible persecución a los pueblos originarios en Formosa por el gobernador kirchnerista Insfrán.
Refiriéndose a los colegios secundarios tomados en la Capital, dijo que “la educación no puede ser censurada, no puede ser obturada, no puede ser amputada”, olvidándose de que bajo su gobierno se agravó como nunca la destrucción de la escuela pública en todo el país.
Este apoyo de palabra a los estudiantes que toman los colegios es parte del esfuerzo de Cristina por seducir el voto de los más jóvenes. Otro ejemplo: el domingo 24 de septiembre el intendente ultra-k de Ensenada, Mario Secco, organizó en el balneario de Punta Lara, a orillas del río de la Plata, un festejo del día del estudiante con varias bandas y Cristina como atracción central. “Estoy segura de que vamos a volver a construir el país de los sueños y los ideales… Vamos a volver”, dijo Cristina.
Estas palabras vienen de una expresidenta en cuyo gobierno los jóvenes sufrieron como nunca la persecución a manos de la policía, el gatillo fácil y el aumento del narcotráfico, creció la desocupación juvenil y avanzó al galope la destrucción de la educación pública.
Con todas las mentiras que repitió Cristina en el reportaje con Víctor Hugo y en sus discursos, no es de sorprender que, lejos de superar a Bullrich, el candidato del gobierno, todas las encuestas siguen dando que va cada vez más por detrás.
La otra pata de la nueva estrategia de Cristina, amucharse con el peronismo, en particular con los intendentes del conurbano y los burócratas sindicales, tampoco parece aportarle demasiado para recuperar el apoyo de quienes antes la votaban y ahora buscan otras alternativas. Es que los burócratas y los intendentes, al igual que los legisladores peronistas que apoyaron las principales leyes del ajuste de Macri, provocan mucho rechazo en toda la población.
Cada vez queda más en claro que Cristina no es alternativa para enfrentar al gobierno. La alternativa para frenar el ajuste es apoyar en estas elecciones a quienes siempre nos opusimos a la fraudulenta deuda externa, a los despidos y suspensiones, a las paritarias con acuerdos salariales por debajo de la inflación, a la represión contra los trabajadores y el pueblo, a la destrucción de la salud y la educación públicas. Por eso la única alternativa contra Macri y su ajuste es el voto por el FIT.