El reclamo llegó al Congreso ¡Aborto legal ya!
Escribe Malena Zetnik
El multitudinario pañuelazo realizado frente al Congreso el 19 de febrero terminó de dejar en claro el gran apoyo social al proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
A muchos sorprendió el reciente anuncio de Macri de habilitar el tratamiento del proyecto de ley de aborto en el Congreso. ¿A qué se debe? ¿Macri, Vidal, Patricia Bullrich, Larreta, Carrió o Marcos Peña ahora están a favor del aborto? No. Todo lo contrario. Están en contra y mantienen esta postura reaccionaria igual que el Papa y la cúpula de la Iglesia Católica. Lo mismo opinan Emilio Monzó (el jefe de PRO en Diputados) y Pinedo (en Senado). Lo que pasa es que ante una nueva y masiva movilización frente al Congreso el pasado 19 por la legalización del aborto, el propio crecimiento de la campaña nacional por el derecho al aborto y a pocos días del paro internacional de mujeres del 8M, llevó a que el gobierno macrista tenga que demagógicamente “abrir el debate”. Pero esto no garantiza que se apruebe la ley de la campaña, ni tampoco que no sigan muriendo mujeres por abortos clandestinos.
El gobierno usa también el tema para intentar levantar algunos puntos de su caída en la popularidad y aprovecha para dejar al descubierto al kirchnerismo, que durante sus doce años de gobierno nunca trató el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo por negativa de la ex presidenta Cristina Fernández. Ahora algunos diputados K también se reacomodan y se pronuncian a favor del debate, pero casi la mitad del bloque del Frente para la Victoria en Diputados estaría en contra de aprobar la ley. Lo mismo ocurre con el jefe del interbloque del PJ, Pablo Kosiner, o la jefa del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, quienes también adelantaron su voto contrario. Solo la izquierda está a favor y apoya las movilizaciones para imponer ese derecho elemental para las mujeres desde hace años. Por eso insistimos en que solamente con la movilización en las calles lograremos que el proyecto de la campaña se apruebe. No tenemos que confiar en el Congreso ni en los políticos patronales, los mismos que en diciembre pasado votaron la reforma previsional. Como nunca antes, el debate por el aborto ha llegado a todos lados. Es nuestra tarea imponer con la movilización que se apruebe nuestro proyecto.
¿Por qué es necesario legalizar el aborto?
El aborto es una problemática central en la vida de las mujeres y la clandestinidad con que se realiza expresa con crudeza la desigualdad social. En nuestro país, según el propio Ministerio de Salud, del millón de embarazos que se producen anualmente 500.000 termina en abortos naturales o provocados, es decir, 50 por ciento. Abortan mujeres de todas las edades y de distintas clases sociales, y lo hacen por distintos motivos. Que las mujeres recurran a prácticas ilegales e inseguras para interrumpir los embarazos muestra que es una decisión que toman aun corriendo grandes riesgos, como la cárcel o la muerte. De hecho, en nuestro país se producen 60.000 hospitalizaciones por complicaciones pos aborto y el aborto es la principal causa de muerte de mujeres gestantes. Si bien las estadísticas resultan poco precisas por tratarse de una práctica ilegal, se estima que las muertes llegan a 200 anuales y en todos los casos se trata de mujeres jóvenes y/o pobres, porque un aborto seguro en condiciones de clandestinidad promedia los 28.000 pesos, casi tres salarios mínimos.
Los distintos gobiernos son los responsables de estas muertes evitables. Por eso insistimos en que la legalización no traerá más abortos, ni obligará a nadie a hacerlo. Lo que sí se evitará son las muertes por abortos clandestinos. Estamos convencidas de que la legalización del aborto debe ir acompañada de una política integral tal como lo plantea el lema de la campaña: ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir! ¡Para eso debemos seguir movilizadas, luchando en las calles para conquistar el aborto legal y todo lo que nos niegan a las mujeres!
El texto del proyecto de ley
Art. 1°: En ejercicio del derecho humano a la salud, toda mujer tiene derecho a decidir voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras catorce semanas del proceso gestacional.
Art. 2º: Toda mujer tiene derecho a acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud, en un plazo máximo de 5 (cinco) días desde su requerimiento y en las condiciones que determina la presente ley, la ley Nº 26.529 y concordantes.
Art. 3º: Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo primero, y más allá del plazo establecido, toda mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo en los siguientes casos:
1. Si el embarazo fuera producto de una violación, con el sólo requerimiento y la declaración jurada de la persona ante el profesional de salud interviniente
2. Si estuviera en riesgo la vida o la salud física, psíquica o social de la mujer, considerada en los términos de salud integral como derecho humano.
3. Si existieren malformaciones fetales graves.
Art. 4º: Previamente a la realización del aborto en los casos previstos en la presente ley, se requerirá el consentimiento informado de la mujer expresado por escrito.
Art. 5º: El sector público de salud, las obras sociales enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, las entidades de medicina prepaga y todos aquellos agentes que brinden servicios médico-asistenciales independientemente de la figura jurídica que posean, incorporarán como prestaciones médicas básicas obligatorias a brindar a sus afiliadas o beneficiarias, la cobertura integral de la interrupción legal de embarazo […]
Art. 6°: En todos los casos las Autoridades de cada Establecimiento Asistencial deberán garantizar la realización de la interrupción del embarazo en los términos establecidos en la presente ley […]
Art. 7º: Las prácticas profesionales establecidas en la presente ley se efectivizarán sin ninguna autorización judicial previa.
Art. 8°: Si la interrupción voluntaria del embarazo debe practicarse a una persona adolescente, entre los 13 y los 16 años de edad, se presume que cuenta con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento [...]