La comunidad educativa contra el cierre de profesorados
Escribe: Jorge Adaro, secretario general de Ademys
El jueves 12 de abril tuvo lugar una multitudinaria movilización, de más de 15.000 docentes y estudiantes de los institutos de formación docente. Acompañados por la totalidad de los rectores (Cesge) y representaciones sindicales como Ademys (que marchó en el marco de un paro de actividades en el área de 24 horas), UTE y con la Coordinadora de Estudiantes Terciarios (CET).
Fue una respuesta contundente y unitaria contra el gobierno de Larreta y su ministra Soledad Acuña en su pretensión de aprobar, en la Legislatura, la creación de la Unicaba (Universidad Pedagógica de la CABA). Expresó una rebelión educativa en curso en el movimiento terciario porteño. La marcha unió a todos aquellos que nos oponemos a este intento de desmantelamiento de la formación docente. Marchamos desde el Ministerio de Educación de la Nación hasta el Ministerio de Educación de la Ciudad.
Como ya hemos explicado en ediciones anteriores, este proyecto va en línea con el ajuste educativo que Macri y los gobernadores vienen llevando en todo el país a través de una serie de reformas expresadas en el denominado Plan Maestro.
El gobierno lo presenta como la solución al problema de la falta de docentes en la Ciudad y a la mejora de la calidad educativa. Sin embargo, la creación de la Unicaba se asienta sobre la base de la disolución de los 29 institutos de formación existentes en la Ciudad, afectando las condiciones laborales y la retención de los cargos, ya que perderían el amparo del convenio colectivo, el estatuto del docente.
Ataca también los planes de estudios, que hasta la fecha son desarrollados por cada uno de los institutos y sus representaciones democráticamente electas. La Unicaba pretende ser un avance en el control ideológico de docentes y estudiantes. El verdadero objetivo del gobierno es que los docentes se preparen para formar estudiantes para la incertidumbre, es decir para un mundo del trabajo asalariado mucho más precarizado que el actual.
Desde el anuncio de este proyecto comenzó la organización del rechazo en cada uno de los profesorados. Iniciado este año, numerosas delegaciones fueron participando de las sesiones de la Comisión de Educación de la Legislatura para pedir el retiro del proyecto.
Este año el gobierno intentó poner una serie de trabas para la inscripción on line, buscando reducir la matricula. La respuesta fue contundente: la inscripción fue todo un éxito. El regreso a las aulas de los alumnos a los 29 profesorados imprimió mayor fuerza a la lucha que se reflejó claramente en la movilización del 12 de abril.
Ese mismo día, el bloque porteño del FIT presentó sobre tablas un proyecto para frenar la creación de la Unicaba, donde quedó claro que el gobierno macrista cuenta con los votos suficientes para imponerlo. Por eso es importante que tanto los estudiantes como los docentes adviertan con claridad que no hay que tener expectativas en los proyectos alternativos al de PRO, como pretende el kirchnerismo, ni en las medidas judiciales.
Lo único que puede hacer retroceder al gobierno es la movilización. Por eso hay que generar asambleas unitarias donde puedan confluir todas las expresiones de este movimiento terciario, para decidir un plan de lucha y seguir avanzando de manera unitaria en la lucha por el retiro del proyecto.
Lamentablemente el jueves se perdió una magnífica oportunidad de avanzar democráticamente con la votación de nuevas medidas, ya que la irresponsable actitud de agrupaciones estudiantiles minoritarias, a lo que se sumó el manejo burocrático de la conducción kirchnerista de la CET (Patria Grande y Nuevo Encuentro), hicieron que el acto y posterior asamblea quedasen truncos. Sin embargo esto no empañó la masiva jornada que hace pagar un costo político al Gobierno de la Ciudad en su afán de avanzar en el desmantelamiento de la educación superior.
Ahora debemos continuar con la articulación de todas las peleas educativas que se vienen dando contra el techo salarial, la falta de vacantes para miles de niños en las escuelas estatales de la ciudad, y coordinar también con la docencia combativa de todo el país la lucha para derrotar el Plan Maestro y la política ajustadora de Macri y los gobernadores.