Reportaje a Angélica Lagunas
Entrevistamos a la secretaria general
de ATEN Capital.
¿Cómo te sentís después de semejante batalla?
-Muy contenta por la enorme entereza y tozudez de los docentes neuquinos que por segundo año consecutivo pudimos romper el techo salarial contra viento y marea. Y también muy emocionada porque año tras año las maestras y profesores de nuestra seccional Capital responden con su cuerpo y alma a cada una de las acciones que proponemos desde la conducción en esas asambleas masivas, ejemplo de la profunda democracia sindical que hace fuerte como un roble la unidad de la base y la dirigencia.
¿Siempre fueron muy combativos?
-Nuestra historia como sindicato es de lucha y sacrificio en defensa de la escuela pública, desde la fundación, allá por los años ´80. Y no es un eslogan, ya que aquí nunca entró la Ley de Educación Federal de Menem y tuvimos dos asesinados en las huelgas docentes, Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba. Hoy me toca estar al frente de ATEN Capital. Siento un orgullo único porque miro para atrás, para el costado o para adelante, y encuentro a un docente dispuesto a jugarse.
¿Fue una lucha de toda la provincia?
-Claro. Todas las ciudades se llenaron de docentes en lucha, las rutas, los puentes, las calles del centro y de los barrios hablando con la comunidad. Y lo mejor de todo es que el gobernador Gutiérrez no tuvo paz y pasó a la historia como el gobernador que recibió el escrache y el reclamo a viva voz de nutridos grupos docentes, hasta en los pueblitos más pequeños, que le mostraban una mesa donde sólo faltaba él.
¿Te quedan muchas anécdotas?
-Miles. Y entrañables imágenes que guardaré para siempre de esta histórica huelga. Una imborrable es aquella noche en el Consejo Provincial de Educación, cuando nos reunimos con los ministros hasta altas horas. Les pedí que miraran por el ventanal del segundo piso el inmenso mar de luces de miles de docentes que encendían sus celulares respaldándonos en las negociaciones.
¿Insistís con que hubo una rebelión?
-Protagonizamos una verdadera rebelión que comenzó el 11 de abril cuando en nuestra asamblea de Capital 2.200 docentes votamos cinco días de paro. Luego todo se profundizó en la asamblea del 2 de mayo, cuando derrotamos la moción de la conducción provincial que nos proponía aceptar la propuesta del gobierno que solo extendía a un semestre la actualización. Esa rebelión fue impulsada por ATEN Capital, y ni las agrupaciones Tribuna Docente-PO, ni el PTS la motorizaron.
Los logros son enormes, ¿no?
-Terminamos arrancando la anualización del ajuste trimestral. Con esa firmeza enterramos el 15 % que firmaron las burocracias sindicales de todo pelaje a espaldas de los trabajadores. Y derrotamos el decreto de un trimestre de actualización impuesto por el gobierno. Pero la frutilla del postre se dio el 23 de mayo, porque mientras unos doscientos compañeros de ATEN Capital estábamos nacionalizando el conflicto en la Marcha Federal educativa metiéndonos al lado del palco con nuestros carteles exigiendo plan de lucha a Ctera, en Neuquén los compañeros echaban de las escuelas a los “tutores” (carneros rompehuelgas del MPN), dejando asentado para aprendizaje de todos los trabajadores que a un huelguista no se lo reemplaza, a un huelguista se le da respuesta.
¿Cómo jugó Ctera?
-Mal. Por eso nuestra lucha también derrotó el aislamiento de Ctera con la enorme ayuda que nos dispensaron los sectores del sindicalismo combativo, que realizaron acciones y aportaron plata para nuestro fondo de huelga.
En definitiva, hemos logrado un triunfo para afrontar mejor el ajuste y hacernos respetar en nuestra dignidad docente, ante un gobierno que nos quería de rodillas, al que enfrentamos con acciones masivas, audaces y abnegadas de nuestra base.
¿Fue un triunfo de las bases?
-Así es. El gran artífice de este enorme paso adelante fue la base docente que se expresó en asambleas masivas. La consigna “todo se resuelve en asamblea” fue la clave para ganar. Este triunfo ayuda ahora para impulsar la lucha en otros sectores de trabajadores, en especial de la docencia nacional. Demostramos que con democracia sindical y dirigentes combativos se puede ir más lejos de lo que los gobiernos y los burócratas sindicales pretenden. Así, bien junto a los trabajadores de la educación, vamos a seguir de aquí en más con la guardia en alto, porque tenemos que exigirle al gobierno que cumpla con cada punto del acta y, en primer lugar, que nos devuelva lo que nos robaron con los descuentos.