Declaraciones de Macri en el Día del Ejército: Militares interviniendo en seguridad interior
Escribe Guido Poletti
El presidente Macri planteó que “necesitamos fuerzas armadas que dediquen mayores esfuerzos en colaboración con otras áreas del Estado”. ¿A qué se está refiriendo? A que los militares le agreguen a su tradicional función de defensa contra la agresión extranjera, otra relacionada con lo que se viene proponiendo desde el imperialismo yanqui, “las nuevas amenazas” o “amenazas asimétricas”. Incluye desde el narcotráfico hasta algo tan impreciso como “el terrorismo” (recordemos que el año pasado se tildó de “terroristas” a las protestas mapuches en el Sur). No es casual que esto aparezca luego de la reciente reunión con el Pentágono (desde donde se toman las decisiones vinculadas al ejército norteamericano) a la que asistieron los ministros Oscar Aguad y Patricia Bullrich.
En concreto, Macri plantea que los militares se hagan cargo del patrullaje de fronteras, tarea que actualmente corresponde a la Gendarmería. No es inocente: hace años que la Gendarmería Nacional está siendo utilizada como fuerza de choque móvil para reprimir las protestas sociales. El gobierno propone ahora reducir al mínimo su auténtica tarea de cuidado de fronteras para tenerla disponible en su totalidad para las tareas represivas.
Macri trata de cubrirse sabiendo que hay una legislación expresa que, desde el fin de la dictadura, prohíbe a las fuerzas armadas cualquier tipo de intervención en seguridad interior. Sostienen que sólo harán “logística” para tareas que luego llevarán sobre el terreno la Gendarmería, la Prefectura o las distintas policías. Pero cuando se le pidieron precisiones de en qué consistirían esas actividades de “logística” al jefe del Ejército Claudio Pasqualini, éste respondió que se trata de brindar “equipamiento y entrenamiento”. ¡Gendarmería, Prefectura y las policías serán pertrechadas y entrenadas sobre cómo reprimir por los militares, que a su vez lo aprenderán de las nuevas doctrinas del Pentágono!
Eso no es todo: el gobierno plantea que, dentro de las “nuevas tareas” del ejército podrá estar la custodia de centrales nucleares o yacimientos petrolíferos. En concreto, cuidar el saqueo, por ejemplo, de yacimientos como Vaca Muerta. ¿Qué sucederá la próxima vez que pueblos originarios se acerquen a protestar porque se violan sus tierras? ¿Acaso serán reprimidos por el ejército?
Es evidente que el discurso de Macri avanza en la dirección de fortalecer el aparato represivo ante la previsión de que el acuerdo con el FMI y los mayores ajustes en curso aumentarán la protesta obrera y popular, al mismo tiempo que se alinea con las nuevas “hipótesis de conflicto” que plantea el imperialismo yanqui. Nos oponemos rotundamente: el pueblo trabajador argentino ya tiene una larga y sangrienta experiencia, desde las masacres de Roca, pasando por la Patagonia Rebelde hasta llegar al genocidio de la última dictadura, de lo que significa la intervención militar en la “seguridad interior”. Por el contrario, lo que todavía está pendiente es terminar de desmantelar el aparato represivo de entonces, con miles de asesinos aún en actividad.