El peronismo acompaña el ajuste
Escribe Claudio Funes
En medio de la crisis, los gobernadores se reúnen con Macri para acordar el presupuesto de 2019 que significará más ajuste. Todas las variantes del peronismo se preparan para las elecciones del año próximo. Por el contrario, el Frente de Izquierda llama a derrotar el ajuste e imponer un plan económico al servicio del pueblo trabajador.
Bastaron dos años y medio de ajuste macrista para que la Argentina se encuentre inmersa en una grave crisis económica y política. En el primer cuatrimestre del año se perdieron más de 90.000 empleos registrados. El dólar saltó por los aires y los salarios se pulverizaron. La inflación, que para Macri era un tema menor en la campaña electoral, superará en el primer semestre la que el gobierno había calculado para todo el año.
En esta situación hay ganadores y perdedores. Los que perdemos somos los de siempre, los trabajadores y el pueblo. Esto quedó claro para millones.
Mientras crece el repudio al gobierno y a su ajuste, los gobernadores -que también lo aplican en sus provincias- negocian un recorte cercano a los 250.000 millones de pesos al presupuesto de 2019 que Macri acordó con el FMI. El senador Miguel Ángel Pichetto volvió a confirmar que el peronismo está dispuesto a apoyar un presupuesto de mayor ajuste, “gobernar implica siempre asumir costos”, dijo. También señaló que prorrogar el Presupuesto actual en 2019 sería “un grave error”, y agregó que eso “tendría una lectura muy negativa en el marco internacional y fundamentalmente en el FMI” (Clarín 8/7/2018). Los gobernadores con los que Pichetto pide un acuerdo de parte de Macri son los mismos que firmaron el Pacto Fiscal en diciembre pasado, que significó el saqueo a millones de jubilados.
En medio de tamaña crisis, entre discursos “opositores” y el silencio de Cristina, lo único cierto es que todas las variantes del peronismo están con la gobernabilidad y se preparan para las elecciones 2019. Como de llegar a las elecciones se trata, el gobernador peronista de Salta, Juan Manuel Urtubey, realizó una gira por la Patagonia en busca de aliados para conformar un frente que se convierta en oposición a Cambiemos en las próximas elecciones. Se entrevistó con el gobernador de Neuquén, el peronista Omar Gutiérrez, enemigo de los docentes, y con Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, que manifestó “tanto los gobernadores como el gobierno nacional tenemos que encontrar la manera de seguir reduciendo el déficit fiscal”, luego de una reunión con Macri para tratar el presupuesto 2019, de la que también participó la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci. Por su parte, Agustín Rossi, jefe del bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados, reveló que aspira a ser presidente el año próximo y que su candidatura se definirá entre agosto y septiembre. Por su lado el Peronismo Federal y el massismo aceleran el armado electoral. En definitiva, a los millones de trabajadores que dicen que la plata no les alcanza, todas las variantes del peronismo les proponen una única salida: esperar y votar en 2019. La conclusión es que todos ellos trabajan para el gobierno por dos flancos: por un lado le garantizan la gobernabilidad a un Macri muy golpeado no haciendo olas y sembrando ilusiones en las próximas elecciones, y por el otro, aprobando del nuevo presupuesto que profundizará el ajuste.
Por el contrario, el Frente de Izquierda pelea para que la crisis la paguen quienes la provocaron, no los trabajadores. Por ello le exige a la CGT y a las CTA un paro de 36 horas y la continuidad de un plan de lucha nacional para derrotar el ajuste de Macri y el FMI. Esta es una tarea para el presente, el hambre no espera. El FIT llama a luchar para imponer medidas de emergencia y de fondo como el no pago de la deuda externa, fuertes impuestos al gran capital, la reestatización de las privatizadas para tener servicios de calidad con tarifas accesibles, la nacionalización de la banca y el comercio exterior para que el dinero no se fugue y volcarlo a un plan de obras públicas que de trabajo, que reactive la economía y así comenzar a resolver las necesidades populares. También impulsa la pelea por una nueva dirección sindical de los trabajadores. Como parte de esta lucha se solidariza con el Pollo Sobrero, acusado por el gobierno de violento por luchar contra el ajuste.
El Frente de Izquierda llama a redoblar la pelea contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores e imponer una salida obrera y popular a la crisis. Porque nosotros no la debemos pagar, que la paguen los capitalistas.