Docentes luchan por la emergencia educativa
Escribe Guillermo Sanchez Porta
La crisis educativa estalló en provincia de Buenos Aires con la muerte de Sandra y Rubén por la explosión en la escuela de Moreno. Docentes y familias asumieron que era desastroso seguir permitiendo que los gobiernos desfinanciaran la escuela pública, que se siguiera trabajando en condiciones absurdas y poniendo en riesgo la salud y vida de alumnos, docentes y auxiliares. Comenzó la lucha por lograr arreglos inmediatos a las pérdidas de gas, instalaciones eléctricas peligrosas, techos, paredes, baños, pisos, derrumbándose, agua en mal estado y decenas de problemas. Vidal y los municipios quisieron resolver rápido el conflicto, “atando con alambre” las escuelas: cerraban las llaves de paso, también cortaban la luz y el agua. Hubo escuelas con velas, sin gas, dando sandwiches y jugos a los alumnos. En algunas, que las habían “arreglado”, al volver tuvieron que evacuarlas por pérdida de gas y otras por incendios. La firmeza de docentes (contra funcionarios e inspectores y, a veces, contra algunos directores) y familias, con asambleas y movilizaciones, logró que se cerraran las escuelas y hasta hubo que tomarlas, para garantizar que se arreglaran. De casi dos mil escuelas cerradas en Buenos Aires, hoy son más de 200, con muchas en clases sin arreglarse. Este proceso, con epicentro en Buenos Aires por la lucha, es nacional. Y no hay provincia que esté a salvo del desastre edilicio. Si no hay nuevas y mayores tragedias, es sólo por azar.
Macri no pone un peso en educación pública
El gobierno nacional sólo tiene a cargo el presupuesto universitario. Las escuelas primarias y secundarias las financia cada provincia. Desde Menem, De la Rúa y los Kirchner, éstas son las encargadas del presupuesto, compartiendo con los municipios los arreglos, que nunca llegan. Así la escuela pública se cae a pedazos y miles de familias deciden pagar escuelas privadas, donde las condiciones edilicias son mejores al ser subsidiadas por el gobierno.
El desastre edilicio empalma con el salarial. El mismo mecanismo hace que las provincias paguen salarios miserables, acordando con Macri un techo. Pasados tres cuartos del año, muchas provincias no cerraron sus paritarias y la paritaria nacional ni siquiera se convocó. Por eso también hay paros y luchas en Buenos Aires, CABA, Santa Cruz y otras provincias, que paran este 12 y 13 y obligan a Ctera a convocar al paro nacional con movilización unificada con las universidades el 13, a Plaza Congreso.
Plata para educación, no para el FMI
Todo esto se agravará porque el acuerdo de Macri con el FMI es recortar más el presupuesto educativo, con el aval de los gobernadores. ¡Ahora hasta quieren sacar el dinero del “incentivo docente” y destinarlo a la policía! Al contrario, es necesario aprobar la emergencia educativa nacional ya, para que Macri y los gobernadores inviertan el dinero necesario para los edificios escolares y salarios docentes dignos. Que ese dinero salga de anular los subsidios a las escuelas privadas y no pagarle al FMI. Para eso hay que impulsar un plan de lucha nacional con continuidad, no alcanzan los paros aislados. Los docentes neuquinos, encabezados por Angélica Lagunas de ATEN Capital, con 43 días de paro lograron un aumento salarial y cláusula gatillo de indexación salarial según la inflación real. Ese es el camino a imitar para derrotar el ajuste y conseguir le emergencia educativa con salarios dignos.