Córdoba: Triunfo contra la megaminería de litio en Traslasierra
Escribe Equipo de Villa Dolores
Los vecinos de varias localidades han obtenido un importante triunfo fruto de su organización y movilización. Lograron hacer votar a sus concejos deliberantes la prohibición de la explotación megaminera de litio a cielo abierto. Esto hubiese alterado y contaminado los ríos y el ambiente de toda una región. Schiaretti, como Monsanto, ha sido nuevamente derrotado.
Traslasierra es un lugar turístico que conserva la mitad del bosque nativo cordobés. Es un lugar elegido para vivir por quienes aspiran a una vida en contacto con la naturaleza y tiene una tradición de resistencia popular a los emprendimientos megamineros. En 2005 una gran movilización popular derrotó el proyecto de extracción de uranio en Nono, que dio lugar a la ley provincial que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto en Córdoba.
Esta vez es en Las Tapias, un lugar con 2.000 habitantes con alta desocupación, donde prima el empleo estatal, junto con la fabricación de ladrillos y la minería artesanal, donde la minera australiana Dark Horse, principal productora de litio del mundo, pretende instalar su base. A partir de un informe de la mesa técnica del Foro Ambiental Traslasierra (FAT), la población toma conocimiento del peligro del proyecto desarrollado en silencio y con el acuerdo de las autoridades provinciales, donde se denuncian no solo los efectos nocivos contra la salud y el ambiente, sino también las razones políticas por las que las multinacionales del saqueo han elegido nuestro país como productor de estas materias primas. Comenzaron con un paquete de leyes en la dictadura, que continuaron con Menem en la década del ’90 y se mantienen en el presente con la complicidad de todos los partidos patronales. Estas leyes han convertido al Estado en el principal organizador del saqueo y entrega de nuestras riquezas naturales. Esto incluye a los Kirchner, que en 2005 con un decreto eximieron a las multinacionales de reinvertir sus ganancias en el país, el veto a la Ley de Glaciares, que impedía la minería en los periglaciales y áreas naturales protegidas, exigencia impuesta por las empresas que están tras el oro patagónico y, por último, el acuerdo secreto del convenio con Chevron en Vaca Muerta que entrega nuestro petróleo.
Desde el Foro se instó a la creación de asambleas en otras poblaciones, constituyéndose las de Villa Dolores, Villa Las Rosas y Las Tapias que eligieron representantes, dando lugar a una coordinación que permitió la creación de comisiones de prensa, de seguridad, de finanzas, etcétera. Esta coordinación alrededor del FAT exigió a las autoridades de los tres municipios expedirse públicamente. El intendente de Las Rosas adhiere en una asamblea vecinal al rechazo a la instalación de la mina, posteriormente lo hace el Concejo Deliberante de Villa Dolores, con una ordenanza que prohíbe la megaminería e insta a los demás municipios a expedirse en igual sentido. Estos triunfos parciales obligan al legislador departamental y actual vicegobernador Oscar González (UPC), que defendió enfáticamente el proyecto durante meses, a pronunciarse contra la instalación de la mina. Faltaba solo la decisión del Concejo Deliberante de Las Tapias donde se instalaría la mina. Desde el FAT y con la coordinación de las asambleas de vecinos se escribe la ordenanza que prohíbe la megaminería en su ejido, votada por unanimidad ante la presencia de una movilización histórica para Las Tapias, de más de 1.000 vecinos de los tres municipios y organizada en tan solo tres días, en un día frío y lluvioso, donde Izquierda Socialista participó con numerosos militantes y la presencia de Liliana Olivero. Una vez más se demuestra que la organización y la lucha en las calles es la forma de parar el saqueo de Macri y los gobernadores. Schiaretti, su socio ajustador, ha sufrido una nueva derrota. Pero el FAT y las asambleas no deben bajar los brazos, se deben mantener alertas ante posibles vetos o maniobras.