2019 y dos tareas
Este 2019 arrancó con una catarata de anuncios de elecciones que se adelantan, o que se podrían adelantar, y de presencia en los medios de precandidatos a presidente y de “grandes” debates sobre si se adelantan o no las elecciones en provincia de Buenos Aires. Si alguien prende un televisor puede estar Vidal inaugurando una “playa pública” en Mar del Plata o en el Partido de la Costa. O Lavagna recibiendo gente en su residencia de Cariló. Urtubey montado a caballo en un festival cordobés o en Polémica en el Bar. Macri yendo a ver “obras” en la Patagonia con Alicia Kirchner. Massa recorriendo en su auto el país. O Luís D´Elia en un “piletazo” apoyando la candidatura de Cristina Kirchner.
Pero la preocupación de la clase trabajadora y de los sectores populares no pasa por todo esto. Porque también 2019 arrancó con un gran tarifazo y con una inflación que no se detiene. Lo que se traduce en una nueva y brutal caída del nivel de vida de las masas. En estas semanas se confirmó que solo la inflación de 2018 fue del 47,6 %. Hay una fuerte baja del consumo. Cierran talleres y comercios. Crecen los despidos. En algunas ciudades aparecen pintadas como “Macri te voté y me fundí”, mostrando la ruptura política de sectores medios que creyeron en las falsas promesas de Macri. Lo único que crece es la bronca y el odio popular hacia Macri y el gobierno de Cambiemos. Las protestas en pleno verano no dejan de expresarse en cacerolazos o marchas contra los tarifazos.
La generalización de los adelantamientos de elecciones provinciales para despegarlas de las presidenciales es una muestra de la crisis política que sufren el gobierno y también la oposición patronal peronista en todas sus variantes. Saben que el rechazo y el escepticismo crecen en el ánimo popular. Por eso Macri y los políticos patronales hacen todo tipo de malabares electorales para sostenerse en el poder. Buscando no quedar “pegados” en la boleta a las poco entusiastas candidaturas presidenciales de Macri, Cristina o de los Lavagna, Urtubey o Massa.
Hay un punto en el que sí coinciden el gobierno de Macri-Cambiemos y la oposición peronista K y no K: en que los trabajadores y sectores populares no salgan a la calle a protestar masivamente y que solo piensen en la “solución” del voto. Lo han dicho dirigentes K como Yasky. Según su visión este “año electoral” hay “que evitar los paros” generales y parciales para que no los “use el gobierno” (Clarín 31/12/2018). Propone “otras” formas de acción. De esta manera, con marchas parciales y sin una huelga y un plan de lucha, los dirigentes sindicales de la CGT y los ligados a Cristina tapan su claudicación al plan de ajuste de Macri y el FMI. Si durante 2018 no logramos derrotar el ajuste de Macri-FMI fue por el rol nefasto de los dirigentes de la CGT y de las diferentes CTA. Justamente porque no le dieron continuidad a los dos paros generales. En 2019 quieren repetir la misma historia, ahora con el cuentito de que si “votamos a Cristina” u otros candidatos peronistas se soluciona todo.
Para Izquierda Socialista y el FIT el camino es el opuesto. Ahora hay que enfrentar el tarifazo y la caída del salario y luchar para derrotar el ajuste y no esperar a ninguna elección. Tampoco creemos que votando a Cristina, a Lavagna o a quien fuere del peronismo, para “sacar “ a Macri, se van a solucionar los problemas. Ellos también gobernaron para los de arriba cuando les tocó.
Para 2019, las trabaja-doras, los trabajadores y los sectores populares tenemos dos tareas. En primer lugar, seguir impulsando las luchas, las protestas por los tarifazos, contra los despidos, por el salario en la perspectiva de una movilización nacional obrera y popular que derrote el plan de ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Bandera que también levanta, ante la pasividad de la burocracia sindical, el sindicalismo combativo organizado en la mesa del plenario de Lanús que está preparando una marcha unitaria para los primeros días de febrero. Para seguir exigiendo un nuevo paro general y un plan de lucha de la CGT y de las CTA.
La segunda tarea es intervenir en las elecciones provinciales (próximamente en Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Córdoba y otras) y para presidente. Porque en ellas el FIT y el sindicalismo combativo tenemos que dar la pelea política para llamar a la clase trabajadora y a los sectores populares a votar por nuestros candidatos independientes contra los del gobierno de la oposición patronal peronista. Tenemos que salir a combatir el “voto castigo” a Macri y a Cambiemos. Convencer que la salida no es volver a votar a Cristina o al peronismo que ya gobernaron. Sino votar a los candidatos y candidatas del FIT para fortalecer una alternativa política de los trabajadores. Porque el problema de fondo es lograr nuevos dirigentes políticos y sindicales que den la pelea todos los días por los cambios que necesitan el país y la clase trabajadora.